EL PARNASO ORIENTAL
o
GUIRNALDA POETICA
DE LA
REPUBLICA URUGUAYA
Ministerio de Educación y Cuiiuk\
BIBLIOTECA ARTIGAS
Art 14 de la Ley de 10 de agosto de 1<>50
COMISION EDITORA
Dr. Daniel Darrac&
Ministro de Educación y Cultura
Juan E. Pivel Devoto
Director deJ Museo Histórico Nacional
Arturo Sergio Visca
Director de la Biblioteca Nacional
Abelardo García Viera
Director del Archivo General de la Nación
Colección de Clásicos Uruguayos
Vol. 159
LUCIANO LIRA
EL PARNASO ORIENTAL O GUIRNALDA POETICA
DE LA REPUBLICA URUGUAYA
Cuidado de la edición a cargo del Departamento de Investiga-
ciones del Museo Histórico Nacional, Profesora Elisa Silva
Cazet y Sra María del Rosario Sánchez de Echave.
LUCIANO LIRA
EL PARNASO ORIENTAL
o
GUIRNALDA POETICA
DE LA
REPUBLICA URUGUAYA
Prólogo de
JUAN E. PIVEL DEVOTO
TOMO I
REIMPRESION FAC SIMILAR
MONTEVIDEO
1981
SALA L'i
PROLOGO
EL PARNASO ORIENTAL
I
El 16 de julio de 1822. a pocos días de conmemo-
rarse el sexto aniversario de la Declaración de la In-
dependencia de las Provincias Unjdas del Río de la
Plata, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires
facultó al Ministro Bernardino Rivadavia para encar-
gar la compilación de las producciones poéticas com-
puestas en el territorio nacional desde el 25 de mayo
de 1810 hasta la fecha de la Resolución. La tarea fue
confiada a la Sociedad Literaria. Vicente López y
Planes, Esteban de Luca y Cosme Argerich que la
integraban, aplicados a realizar la obra, no le habían
dado término cuando la Sociedad se disolvió.
En 1824 comenzó a circular en el Río de la Plata
un volumen titulado La Lira Argentina ó colección de
las piezas poéticas, dadas a luz en Buenos Aires du-
rante la Guerra de su Independencia, con pie de im-
prenta "Buenos Ayres-1324T\ aun cuando el volumen
de 515 páginas y la partitura compuesta por Blas Pa-
re ra para la Canción de Vicente López y Planes, hu-
biera sido impreso en Francia, precedido de una pre-
sentación de "El Editor' 7 , fechada en Buenos Aires el
25 de mayo de 1823.
Puntualiza el anónimo edito i que el título de la obra
es lo único que le pertenece; que las piezas poéticas
guardaban en su colocación un orden cronológico
'"más o menos seguido'", a pesar de que la compilación
se iniciaba con la ''Marcha Patriótica" de López y
VII
PROLOGO
Planes, datada el 14 de mayo de 1813, por ser dema-
siado poderosas las razones que existían para acor-
darle a esta obra "una excepción semejante". De igual
modo explica las razones por las que el poema heroico
"El Triunfo Argentino"', escrito en 1807 en memo-
ria de la victoria de los defensores de Buenos Aires
contra el invasor británico, era incluido en una anto-
logía del período comprendido entre 1810 y 1822. Los
testimonios más serios permiten aseverar que el com-
pilador de "La Lira Argentina" fue Ramón Díaz, cuya
muerte se produjo en Buenos Aires el 6 de diciembre
de 1824, después de haber sido integrante de la legis-
latura provincial, procurador general y defensor de po-
bres y menores. El Dr. Francisco de Paula Almeyra
fue encargado de la impresión de la obra, cuyo despa-
cho con destino a Buenos Aires le creó una enojosa
situación con las autoridades aduaneras y policiales.
Estas dispusieron que la edición fuese confiscada en
virtud de las escandalosas ideas que la obra divulgaba
contra la autoridad de los monarcas y los principios
de la religión Almeyia fue obligado a abandonar
Francia en plazo perentorio. "La Lira Argentina" es
un esfuerzo no desdeñable; dista mucho de ser una
obra perfecta; el compilador dejó de lado composicio-
nes valiosas, omitió en la mayoría de los casos con-
signar el nombre de los autores : el volumen carece de
índice.
En 1825 o 1826 fue impresa en Buenos Aires una
"Colección de Poesías Patrióticas" formada por 353
páginas, atribuida a Juan Cruz y Florencio Várela. Se
desconoce su portada. Carece también de índice. Su
circulación fue muy limitada. Hemos tenido a la vista
páginas provenientes de distintos pliegos. Al parecer
e&ta obra no aventaja mucho a la publicada en 1824,
VIII
PROLOGO
La empresa no era simple. Reunir lo publicado en la
prensa periódica y en hojas sueltas sobre los aconte-
cimientos civiles y militares de la revolución ocurridos
desde 1810, no ofrecía dficultades. Estas surgían cuan-
do el compilador debía seleccionar con sentido docu-
mental para no omitir el recuerdo de un hecho histó-
rico, contemplar a la vez el mérito literario y eludir
lo que pudiera avivar el espíritu de partido suscitado
por las luchas internas.
Los antecedentes de "La Lira Argentina" de 1824
y de la "Colección de Canciones Patrióticas" de 1825 ;
los folletos con composiciones poéticas editados en
Montevideo entre 1829 y 1833; el frustrado intento de
la Imprenta de la Caridad para editar en 1832 la co-
media en tres actos "Los Treinta y Tres" del Dr« Car-
los G. Villademoros y la vinculación de éste y otros
escritores con Luciano Lira a partir de 1833, crearon
las circunstancias propicias para generar el propósito
concretado en la publicación de "El Parnaso Oriental".
El Dr. Gustavo Gallinal fue quien aportó la primera
información sobre la vida de Luciano Lira. "Era na-
tural de Buenos Aires, hijo de Francisco Lira y María
del Rosario Reyes, según consta en la partida de su
casamiento que contrajo en Montevideo el 12 de enero
de 1833 con Saturnina Navarro. En el Registro Ofi-
cial de la República Argentina consta que en 26 de
marzo de 1823 fue nombrado subteniente del Batallón
1? de Cazadores y en 29 de diciembre de 1827, te-
niente primero, ascendiendo a capitán graduado en
diciembre de 1828. Perteneció a la falange de los emi-
grados y se consagró durante su destierro en Monte-
video, a la enseñanza. En setiembre de 1832 fue nom-
brado auxiliar de la Escuela Normal, siendo poco
después designado para llenar la vacante dejada por
IX
PROLOGO
don Juan Manuel de la Sota de preceptor en el pueblo
de las Vacas, cargo éste que no desempeñó u ocupó
por brevísimo tiempo, porque algunos días más tarde
quedó como ayudante de de la Sota en la Escuela Nor-
mal. Junto a de la Sota, meritorio ciudadano y educa-
cionista, autor de algunos modestos y útiles trabajos
sobre la historia y la geografía nacionales, estuvo Lu-
ciano Lira basta agosto de 1833, en que renunció su
cargo de Preceptor segundo para fundar fc£ Ei Ateneo",
establecimiento de primeras letras, para niños y niñas,
puesto bajo la inspección y patronato de Comisiones
formadas por damas y caballeros orientales y argen-
tinos'\
El 20 de agosto de 1833 El Universal inició la pu-
blicación de un aviso sobre el " v Ateneo de niños y ni-
ñas", que llamaba la atención a los padres de familia
ki y muy particularmente a la clase pobre del Estado'',
en el que Luciano Lira informaba de la apertura en
la calle San Ramón número 38 de un establecimiento
de instrucción primaria para ambos sexos, '"con com-
pleta separación de uno y otro", en el que se impartía
la enseñanza de las siguientes asignaturas: Lectura, Es-
critura, Aritmética, Gramática, por un patacón men-
sual. Costura y marca a un mismo tiempo, por un peso
mensual: bordado por dos pesos. Música y piano, tres
pesos. El establecimiento recibía alumnos pupilos y
medios pupilos por 15 y 10 pesos respectivamente.
Una Comisión formada por los Dres. Carlos G. Villa-
demoros, Pedro Somellera, Bonifacio Gallardo, Julián
Alvarez y Florencio Várela fiscalizaría el funciona-
miento del Ateneo en lo que atañe a la observancia de
loa métodos de enseñanza en él aplicados, y el orden
interno: presidiría, además, los exámenes públicos se-
mestrales. "El que firma (Luciano Lira) siente, que el
X
PROLOGO
local no llena todas sus ideas respecto de la casa de
educación que ha abierto pero no duda de la protec-
ción de los amigos de ¡a ilustración para extenderlo
como quisiera: entonces una sociedad respetable de
Señoras velará poi el adelanto de las niñas encargán-
dose por ahora de esto las Sras. Doña Jacinta Palo-
meque de Villademoios. — abnegada mujer, madre del
Dr. Villademoros — y D a Francisca Romero*'.
El 10 de setiembre el Di. Villademoros comenzó a
dictar en el Ateneo lecciones dianas de francés de 6 a
8 de la tarde. Con maduro criterio aplicóle Luciano
Lira a la obra de extraer de la prensa periódica, fo-
lletos y hojas sueltas, las producciones poéticas para
editarlas en una obra orgánica. En 1833 el movimiento
revolucionario iniciado en 1825 era el que permanecía
vivo en la memoria de los orientales; el período ar-
tiguista clausurado en 1820 con el dominio extranjero
estaba, por muchos relegado al olvido; otros adopta-
ban acerca de él un cauteloso silencio, interrumpido
esporádicamente por algún "Remitido* 9 que la prensa
acogía en sus columnas, dirigido a recordar al cau-
dillo en su cautiverio.
El compilador con prudente noción de las distin-
tas opiniones que existían sobre el pasado dio cierta
unidad al proceso de la independencia y conscien-
te de la trascendencia histórica de las invasiones
inglesas de 1806 y 1807 buscó las odas de José
Prego de Oliver para iniciar con ellas el período
cronológico de la compilación. Acudió al concurso de
todos los contemporáneos a quienes un acontecimiento
relevante había inspirado una composición poética
cualquiera fuese su género. El 14 de noviembre de
1834 finalizó los trabajos consagrados a la composi-
ción del primer tomo de "El Parnaso Oriental o Guir-
XI
PROLOGO
nalda Poética de la República Uruguaya". Realizó su
impresión en Buenos Aires, en la Imprenta de la Li-
bertad, calle de Cangallo, númeio 58. En la portada
del primer tomo corresponde señalar una variante
constituida por el pie de imprenta debajo de la viñeta
con referencia a la ciudad de Buenos Aires y al esta-
blecimiento gráfico ya citado, que apareció en algunos
ejemplares, y la de aquellos en que ambas menciones
no aparecen 5 siendo sustituidas por una línea y la fe-
cha común- 1835. El 9 de marzo de este año, Lira
dirigió un oficio al Ministerio de Gobierno solicitando
le fuera entregado un baúl y un cajón que existían en
los almacenes de la Aduana "con doscientos libros
de una obra intitulada Parnaso Orientar'. Se pro-
veyó de acuerdo con lo solicitado. El 19 de marzo "El
Universal" y 6<> E1 Estandarte Nacional" insertaron en
su página de avisos el siguiente anuncio: "Parnaso
Oriental o Guirnalda Poética de la República Urugua-
ya". Un tomo en 4 o de 38 pliegos. El deseo de mostrar a
la distancia las bellas producciones poéticas de los que
se han dedicado a cortejar las musas con suceso en esta
joven República nos ha animado a presentar a nuestros
lectores la obrita que anunciamos; ella se encuentra
adornada de sesenta piezas poéticas colocadas de modo
que por su orden, presenta una historia de los sucesos
más notables que han tenido lugar en este Estado* He-
mos tenido en vista al formar esta colección el reunir
lo más selecto, y todo lo que tuviese relación con las
grandes épocas de la patria huyendo con escrupuloso
cuidado de insertar en ella, nada que fuese personal.
Se hallará en venta en la Librería de D. Jaime Her-
nández, Calle de San Gabriel y en lo del Sr. Salan-
drouse Calle de San Pedro. El Editor".
XII
PROLOGO
II
La aparición del primer tomo de "El Painaso Orien-
tal", seguida de "Un Paso en el Pindó 1 ' de Manuel
Araúcho reavivaron en el e?píritu público el recuerdo
de un pasado glorioso \ Ambas obras fueron aco-
gidas con simpatía por los contemporáneos de los
hechos ocurridos entre 1806 y 1825 y la generación
que siguió a la de los libertadores, ávida por conocer
el proceso histórico en el que se había gestado la na-
ción independiente y sobeiana. Para satisfacer esa as-
piración fue dado a conocer el 18 de julio de 1835
un opúsculo de setenta páginas impreso en octavo por
la Imprenta de la Caridad* cuya edición se hizo cargo
el librero Jaime Hernández. "Templo de la Libertad.
1 "UN PASO EN EL PINDO COLECCION DE POE-
SI AS DEL SR. D. MANUEL DE ARAUCHO Un tomo de 25
pliegos Primera nbia de este genero que be publica en este
Estado Oriental del Uruguay por uno de su& hijos Se hallará
en la librería del Sr. D, Jaime Hernández y en la imprenta
de los Amigos, donde se ha impreco Su precio es el de 14
reales por un ejemplai. No se halla en el Parnaso Oriental
publicado en Buenos Ayres, composición alguna de las que
integran e«4a obra Ella contiene varias especies de metros y
asuntos. Su autor parece que ha enrayado en ella la magestad
de Caliope y los encantos de Erato, sin dejai de ser inspirado
alguna \ez por Clio y Euterpe El orden en que se hallan colo-
cadas la* composiciones que contiene, es absolutamente exactu
V si en ella no se encontrasen algunas que puedan llamarse
gefes de obra, al menos se verán en las producciones de su
autor los sentimientos que lo animan en. favor de la Patria
que le vió nacer. Repetimos que es la primera obra de este
género que en el País se pública, y creemos que esta recomen-
dación será bastante para que el público la reciba con estima-
ción. Los Editores. ("El Universar. "Diario Comercial, Político
y Uterino". Monte vi dep, sábado 20 de junio de 1835 },
jan
PROLOGO
El Sol de Julio. Constitución. Libertad. Montevideo.
1335*\ titulase la obra cuya carátula litografiada por
Gielis sobre cartulina luce el grabado de un templo
simbólico: dos columnas asentadas sobre cuatro esca-
lones coronadas por un plinto con la imagen del Sol.
Al pie en el centro del pórtico, un libro abierto en
cuya página inicial se lee: Libro del Destino,
Precede la obra una Dedicatoria al bello sexo orien-
tal, composición poética de Acuña de Figueroa quien
declara que ella contiene el cuadro de las acciones pre-
claras de la historia patria.
Del heroico PueMo
las grandes hazañas,
sus días de gloria
sus horas infaustas :
Todo consignado
en épocas \ drías
en este volumen
escrito se baila-
La Inti oducción explica el carácter y finalidad del
opúsculo: "'El Sol de Julio remontado al inmenso
centro de la bóveda del cielo, alumbra hoy el espacio
de la República Oriental del Uruguay, y derramando
sus brillantes luces sobre sus hijos muestra a la faz
del Universo un pueblo libre y dichoso. Hov es el
quinto aniversario del juramento augusto de Nuestra
Carta Constitucional; de aquel día memorable del año
30* que jamás será celebrado bastantemente, ni des-
cripto con demasiada elocuencia en las páginas de
nuestra historia; y a su recuerdo tan feliz como pa-
triótico y dulce, consagramos este opúsculo que deberá
aparecer anualmente en cada día de su celebración.
El será un obsequio que siempre tendremos el placer
XIV
PROLOGO
de tributar a nuestros conciudadanos en el día más
grande de la Nación; y contendrá desde el año veni-
dero la historia de todos ]os sucesos ocurridos desde
esta época hasta aquella. Será también amenizado con
producciones poéticas: con todo cuanto sea útil o
agradable y que le pertenezca exclusivamente. Los
Editores procurarán hacer una reunión apreciable de
lo más selecto para integrar este tributo literario, de
modo que sea una memoria constante de los bienes
que obtenga la Nación bajo la influencia de las leyes;
e ilustre al mismo tiempo la generalidad ^obre lo que
es más importante, demostrando a la \ista de sus
compatriotas el cuadro de la causa pública m atizado
con la meditación de su gloria. Dilatarán sus observa-
ciones sobre todos los departamentos que empiezan a
aumentar su riqueza y población consideiablemente,
y presentarán una noticia exacta todo lo po-ible de sus
adelantos. De este modo celebrarán por su parte al
Sol de Julio cada vez que alumbre en nuestras comar-
cas; y esperan que sus tareas serán protegidas por
todos los orientales, a quienes las ofrecen del modo
más afectuoso y con la efusión más dulce de sus ina-
cabables votos* 5 .
El "Himno al Sol de Julio de 1835" que sigue a la
Introducción evoca la hazaña de los guerreros que con
el pueblo oriental fundaion un Estado Libre, Indepen-
diente y Constituido. El Himno finaliza con este voto:
";0h Sol! Jamás concluya tu brillante y esplendorosa
carrera! Lleva en tu radiante marcha las preces de la
Nación que te dirige bus votos! Salud o Sol de Julio
de 1835 T\ ¿Qué razones existían paia que al 18 de
Julio de 1835 se le atribuyera un significado trascen-
dental? En esa fecha finalizaba el plazo establecido
en el artículo 10 de la Convención Preliminar de Paz
XV
PROLOGO
por el que las partes contratantes prestarían al go-
bierno legal de la República el auxilio necesario para
preservar la estabilidad del poder legal, a cuyo venci-
miento quedaría considerada "en estado de perfecta
y absoluta independencia".
Los actos institucionales promovidos por la revolu-
ción de 1825 hasta la paz de 1828 habían sido difun-
didos ampliamente en el territorio uruguayo en el que
ejerció sus potestades el Gobierno Patrio. Colonia y
Montevideo permanecieron ocupadas por las autorida-
des brasileñas hasta el mes de mayo de 1829, fecha en
que el gobierno patrio entró en ellas. Todo el país
estuvo representado en la Asamblea Constituyente y
Legislativa que sancionó la Constitución de 1830. Du-
rante la guerra contra el Brasil la prensa de Buenos
Aires y la que fue editada en Canelones y Durazno
divulgó la gestión del gobierno patrio. Para que la
unidad política instituida por el Constituyente de 1830
se consolidara, era necesario que existiera una con-
ciencia histórica. Un medio para alcanzarla consistía
en llevar al conocimiento de todos los habitantes del
país los sucesos militares e institucionales que culmi-
naron en la paz de 1828. El 25 de agosto de 1833
'*E1 Universal" y "El Investigador" habían publicado
en Montevideo, el primero con reflexiones y comenta-
rios muy exp lesivos, el texto íntegro de la Ley funda-
mental de 25 de Agosto de 1825 que declaró la Inde-
pendencia Nacional.
El 28 de agosto de 1833 "El Universal" de Monte-
video publicó el texto de la Ley Fundamental de 25
de agosto de 1825 acompañado del siguiente comen-
tario: "'publicamos hoy por haber sido festivo el día
25 del corriente el acta solemne con que el Pueblo
Oriental declaró su independencia en el año de 1825
XVI
PROLOGO
en medio del estruendo de las armas, y cuando los
principales puntos del país estaban ocupados aún por
las tropas extranjeras que tenían encadenada su li-
bertad. La providencia oyó sus votos y la victoria con-
firmó una decisión hija del heroísmo. El 25 de agosto
es uno de los días grandes de la patria, y en él no
puede dejar de leerse ese documento sin una vehe-
mente emoción, y sin que excite en cada ciudadano
oriental el recuerdo de sus deberes". 2
2 Por su parte **E1 Nacional' 1 había evocado la instala-
ción del Gobierno Provisorio en 1825, al conmemorarsie el dé-
cimo aniversario, con el siguiente artículo: "Ayer fué el ani-
versario de la elección del Gobierno provisorio en la Florida
el año de 1825, á los dos meses menos cinco días del arribo
de los 33 bravos que dieron la señal de libertad al Pueblo
Uruguayo. Diez años han corrido después de aquel célebre
día, y podemos lisongeamos de que no han sido malogrados
los deseos de los buenos patriotas de aquella fecha. En este
día estábamos reunidos á las márgenes del Pintado cerca
de mil bravos que sin mas recursos que su valor y patriotismo
esperaban decididos el momento del encuentro con los usur-
padores para arrojarse sobre ellos y vencer. Tal día como el
de ayer se celebró el acto de patriotismo mas heroico, cons-
tituyéndose en gobierno un número de ciudadanos propieta-
rios de esta tierra que sin detenerse en las consecuencias
que acarrearía un suceso desgraciado y del que estaban las
probabilidades por la escases de nuestros recursos y por otras
mil circunstancias, cargaron, sobre si el dulce título de Padres
de la Patria, y olvidándose de todo cuidaron solo de poner
los medios de salvarla. No&otros como que tuvimos la glona
de presenciar este suceso y hallarnos en aquellos momentos
críticos en que nada podía halagar sino el sublime orgullo
de obtener el titulo de patriotas y salvar nuestro paisi del
poder del extrangero, nosotros que presenciamos las demos-
traciones de júbilo que manifestaban todos los ciudadanos
alli reunidos y los que concurrieron á presenciar este acto,
estamos en posecion de poder espresarnos con el lenguage de
la verdad. Alli se veia patriotismo sin ínteres, y sin intriga;
XVII
PROLOGO
En un artículo titulado "Rasgo Histórico*', inser-
ta en el opúsculo que comentamos, se reproduce el
texto del mi&mo documento, precedido de una certera
apreciación sobre los sucesos del año 1825. *'Cuando
en el año de 1825, expresa el cronista que estimamos
pueda ser Francisco Araúcho, se empezó en los campos
orientales la lucha de la libertad; cuando disputába-
mos cuerpo a cuerpo en los combates nuestra Inde-
pendencia, y corría la sangre de los guerreros a to-
rrentes en las batallas, los pueblos por otra parte se
reunían a formar comicios púbücus en medio del es-
truendo de las armas, y nombraban sus Representan-
tes para darse una forma de Gobierno proporcionada
a sus circunstancias y necesidades Tal era el espíritu
de orden y regularidad con que se emprendió la mar-
cha de las operaciones políticas, desde que a las playas
del Uruguay se lanzaron los valientes que inflamaron
la República diseminando por toda ella el fuego de la
gloria. Pocos héroes eran los que en las riberas de la
Capital de la República Argentina se alzaron en débil
barquilla para lanzarse en medio de nuestros opreso-
res con la velocidad del rayo; aunque no tan pocos
desde que eran Orientales y emprendían la obra he-
roica de libertar este bello país del poder extranjero.
Mas pronto se multiplicaron los guerreros, y con ellos
uno solo era el \ota de todos. Patria y libertad: á esto estaban
reducidas las aspiraciones de un crecido número de patriotas
beneméritos Entonces no pudo creerse que algún dia llegase
á ser superior á ellas tanto - Pero hoy nuestro intento esta
reducido á manifestar nuestro reconocimiento á los ciudada-
nos que formaron el primer Gobierno Patrio; ellos deben
ocupar un lugar en la historia y nosotros nos honramos en
colocarlos en nuestras paginas", C k El Nacional". Montevideo,
15 de jumo de 1835. Pagina 2, columnas X y 2).
XVIII
PROLOGO
los triunfos repetidos, sin que en medio de la actividad
con que se disponían las operaciones militares, se ol-
vidase colocar al mismo tiempo la base fundamental
de nuestra existencia política. Se formaba el poder
Legislativo al mismo tiempo que las columnas del Ejér-
cito: y mientras éste ensayaba el modo de vencer en
las cercanías de la Florida, en ese pueblo, objeto de
nuestros mas dulces recuerdos, se reunió la Represen-
tación Nacional y el 25 de Agosto proclamó nuestra
Soberanía e Independencia del modo grande v so-
lemne, por medio de este documento inmortal"'. El
texto de la Convención Preliminar de Paz de 27 de
agosto de 1328 y el instrumento del canje de ratifi-
caciones efectuado en Montevideo el 4 de octubre,
más difundido en la época que la ley fundamental
del 25 de agosto de 1825. fue también incluido en la
recopilación. Los testimonios históricos documentan los
hechos; la poesía contemporánea recoge el eco de los
sentimientos colectivos que ellos provocaron» Con buen
criterio el compilador del opúsculo insertó a continua-
ción tres obras poéticas: "Oda al Sol de Julio" escrita
por Manuel Araúcho, "Cantata a Julio" y "Canción
Patriótica", estas dos últimas de autores no mencio-
nados. La "Canción Patriótica" exalta los hechos de
armas de la revolución comprendidos entre 1811 y
1828.
Coro
A la Patria ornarán loa laureles»
Que en la impávida frente ciñó,
En Las Piedras, San José y Cemto,
Dó su fiero ardimento ensayó.
Y del grupo de libres lidiando
La csadia en la acción del Rincón
Preconiza á la faz de dos mundos
De la hueste enemiga el baldón.
XIX
PROLOGO
Coro
Siempre en lid desigual belicoso
El soldado Oriental se mostró;
Y si no Sarandi que Jo diga.
Donde eterno su nombre esculpió.
Y no menos intrépido y fuerte,
En los campos del Ituzmrigó*
La cuadrada falange arrollando,
Que orgullos a la Patna amagó.
Coro
Y un trofeo en Misiones alzando.
Blasón digno de tanto i¿lnr.
Anunció con la Paz de Occidente,
Del Oriente la hazaña mejor.
Y asi fuertes, colmados de gloria,
A Ja Patria, Orientales, oíd
Que a su-a ínclitos hijos les dice
De mi anhelo los votos cumplid,
III
El 11 de agosto de 1835, en un ambiente en el que
el espíritu de confianza en el futuro del país impulsaba
todas las voluntades, apareció el segundo tomo de
El Parnaso Oriental* estampado en el taller de la
Imprenta de la Caridad.
**Ayer — anunciaba 66 El Independiente" — se dió
principio al reparto del segundo tomo del Parnaso;
y aunque no hemos tenido el tiempo necesario para
examinar las composiciones métricas que comprende,
no aventuraremos nuestro juicio recomendando la lec-
tura de algunas piezas originales en su j enero y de
un mérito verdadero"»
"El ensayo dramático con que el Dr. D, Carlos Vi-
llademoros ha querido conservar la memoria del arxivo
de los treinta y trrg compañeros de gloria, que ocupa
XX
PROLOGO
el primer lugar en este volumen, es una composición
llena de fuego y que no carece de bellezas, de ecsenas
vivas y de interés. Los caracteics nos parecen bien
sostenidos, y la parte histórica sujeta en lo posible
a las mejores noticias, que conservamos del hecho mas
notable de la revolución del Estado*',
"Después de esta composición, siguen mas de ochen-
ta de diferente género y autores, que sería molesto el
describir; pero que siendo dignas en su mayor parte
de figurar entre las ya publicadas, nos atrevemos a
recomendarlas a los conocedores*'.
"El editor del Parnaso puede estar satisfecho que
la acó j ida pública corresponderá al esmero con que
ha procurado patentizar los progiesos de la literatura
de la República Uruguaya. Nosotros le felicitamos, y
animamos a indicarle los deseos de la mayoría por
que aparezca en breve un tercer tomo, en complemento
de la obra* 1 c .
Con beneplácito general fue recibido el segundo tomo
de El Parnaso. Sus numerosos suscritores al apreciar
los méritos de las obras que formaban el volumen
asociaban el esfuerzo editorial al progreso del país,
de su cultura. Las expresiones laudatorias eran a la
vez acompañadas de acertadas observaciones críticas.
En el remitido de Unos suscriptores al Parnaso publi-
cado en El Nacional el 19 de agosto de 1835, éstos
expresaban: "Sentimos no obstante, no tener un co-
nocimiento de todos loh autores de varias poesías, que
no siendo de inciertos autores, se ocultan sus nombres
bajo el anónimo, indicando solo la Patria á que per-
tenecen y no concediéndonos el placer de conocer á
3 "El Independiente". Montevideo, agosto 12 de 1835.
Págs, 3 y 4; cois. 2 y 1.
XXI
PROLOGO
esos individuos favorecidos de Apolo. Si los Sres.
Editores del Parnaso, hubiesen imitado en su 2<? tomo
al I o explicando, no con iniciales, el nombre y patria
de los autores de las composiciones métricas, hubiera
sido a nuestro juicio mas aceitado*',
bfc El mérito relevante de ambos tomos, y la generosa
acogida que lian tenido en el público los que han visto
la luz, creemos han correspondido a los deseos de sus
Editores. Esto mismo debe animarlos al complemento
de la obra, publicando un 3 U y último tomo, I que no
dudamos de su buen éxito I para que no queden en la
obscuridad de las tinieblas, las composiciones de va-
rios Americanos, y especialmente de Orientales, puesto
que la obra pertenece á su Patria; y eso mismo ser-
virá de estímulo á ellos, para esforzarse á honrar la
literatura de su Patria. Así tendremos el placer de ver
los trabajos del Sr. Aguiar. que no nos fué posible en
el 2? tomo, y también algunos del Sr. D. F francisco]
Araucho, y otros Montevideanos".
É Tor lo que á nosotros toca, siempre estarémos dis-
puestos á dispensar al Parnaso Oriental protección; y
deseamos que en breve aparezca un tercer tomo, obser-
bándose en la espresion de sus respectivos autores lo
que se verificó en el primero 1 '.
El ''Estandarte Nacional" insertó en su edición de
24 de agosto de 1835 el remitido de Un censor a pro-
pósito de la comedia en tres actos "Los Treinta y
Tres" del Dr. Carlos G. Villademoros, En farragoso
y confuso artículo, el autor recuerda la influencia
ejercida por el teatro en la antigüedad. Le merecía
reparos que acontecimientos de la historia contempo-
ránea fuesen llevados a la escena; consideraba irre-
verente que hombres ilustres aparecieran personifi-
cados por actores desprovistos de valores morales. Es-
XXII
PROLOGO
timaba que las vidas de los héroes sólo podían "ser
celebradas dignamente por la epopeya o por la histo-
ria". No ocultaba el menosprecio que sentía por los
actores que cumplían su oficio en nuestro medio.
lk ¿Qué efecto pueden producir e] patriotismo de Ré-
gulo, ni que honor infundir la tiranía execrable de
Sila representados por esos hombres? fcv ¿C° mo ad-
miraremos al Cid, a los altivos y leales castellanos, a
Pelayo, a Lanuza, y tantos otros que ennoblecieron los
patíbulos con su sangre? ¿Qué efecto puede producir
el recuerdo de la casta Lucrecia, representada por una
actriz, que pasa desde el lecho meretncio a la escena,
y que ha estado una parte de la noche entregada en
los brazos de los que van a admirar sus virtudes? De
este modo, pues, el Teatro está muy lejos de prestarse
a que lo ocupen los contemporáneos, porque en vez
de ser un medio de conservar *a memuna, no hace
sino hacerla descender a una esfera mucho menos ele-
vada de la que su realidad merecen. El actor Culebras,
cuya imaginación se ocupaba en buscar, para sus be-
neficios espectáculos capaces de llamar la atención,
cuidándose bien poco por lo que no fuera alcanzar
una buena entrada, nos ha presentado más de üna
prueba de esta verdad. El hizo aparecer sobre la es-
cena a Wáshington y a San Martin... ¿y quién ne-
gará que éstos nombres respetables fueron profanados,
y que estos campeones de la Libertad aparecieron en
ridículo? Recordará el pueblo de Montevideo estas
representaciones, y recordará, también, que ellas exci-
taron la indignación general; porque, ¿quién se re-
signará a que un actor que todos conocemos, que quizá
todos despreciamos, y que horas antes, aparesca ha-
ciendo la personería de un hombre que juega el rol de
grande en la historia? Basta esta sola reflexión para
XXIII
PROLOGO
patentizar el mal efecto, y la impropiedad de hacer
aparecer sobre el Teatro a los contemporáneos. En Ro-
ma y Grecia esto hubiera tenido muy buenos resulta-
dos, pero nosotros debemos renunciar a la idea de al-
canzarlos... Hemos creído que sin menoscabar el mérito
del trabajo del Sr. Villademoros, y sin desconocer las
bellezas de que pueda estar adornada su obra, podría-
mos emitir estas ideas que en su esencia hemos visto
autorizadas por un excelente publicista del siglo an-
terior, que ha tratado esta materia con bastante acierto.
Hemos creido también oportuno hacerlo, por que es-
tando próxima a llegar la Compañía dramática, senti-
ríamos que nuestro Presidente, y los demás que como
él se inmortalizaron el 19 de abril de 1825, fueran
celebrados de un modo tan ridículo, y que nos des-
fraudaría del placer de creer, que todo lo que está
ligado a su nombre es siempre tan grande, siempre
tan glorioso como ellos",
"El Nacional" consideró que debía estimular a Lu-
ciano Lira para que prosiguiera la obra emprendida.
Lo hizo en un artículo que apareció en edición de 22
de agosto de 1835. "La publicación del tomo segundo
del Parnaso, expresa, ha puesto a su Editor en el
compromiso de continuar recopilando las composicio-
nes métricas que el genio de los nativos y habitantes
de la República produjeron, hasta preparar un tercer
tomo. Deseando suministrarle algunas noticias, vamos
a darle conocimiento de algunas obras de mérito que
aun no han visto la luz, aun cuando produzca disgusto
a sus autores. Habiendo publicado el ensayo del Dr.
Villademoros en el drama, es preciso que el Editor
del Parnaso haga uso de las relaciones e influencias
para conseguir una otra producción del mismo Sr.
y que pertenece al propio género de representables.
XXIV
PROLOGO
No hemos tenido la oportunidad de verla, pero estamos
informados que su mérito no es inferior a la publi-
cada. Debe conservarse en los estantes de los curio-
sos otra pieza dramática del Sr. Martínez, eclesiástico
de luces, que manifestó que la magestad del culto no
le había indispuesto con las musas. No es del gusto
moderno, pero el mérilo del verso y la invención pu-
diera cubrir ante los rigoristas los vicios del tiempo
y de los modelos. El Sr. Figueroa conserva muchos
rasgos preciosos de sus entretenimientos: no le faltan
al Sr. Delgado, y no pudo esterilizarse el genio del
autor de la graciosa letrilla Babel, etc. Esperamos no
olvidará el Editor del Parnaso estas noticias, y el com-
promiso en que está para con los amigos de lo bello".
IV
La prensa periódica había adquirido en este mo-
mento un vuelo que correspondía al progreso general
del país, al funcionamiento normal de sus institucio-
nes y al desarrollo de las ideas. A El Universal que
se editaba desde 1829 sumáronse en 1835 El Estan-
darte Nacional* El Nacional y El Independiente. Estos
periódicos no fueron meros divulgadores de noticias.
Antonio Díaz. Bernardo P. Berro, Carlos G. Villade-
moros, Andrés Lamas y Santiago Vázquez que los re-
dactaron proyectaron sus ideas sobre temas de carác-
ter doctrinario: los partidos políticos de carácter per-
manente, la conveniencia en arraigar los hábitos re-
publicanos, la enérgica oposición al tráfico de esclavos
realizado con el asentimiento oficial, la prudencia con
que debía ser ejercitada la libertad de imprenta utili-
zada muchas veces para el desahogo de pasiones polí-
XXV
PROLOGO
ticas, las consecuencias funestas que podían resultar
de atribuir a los gobiernos la suma del poder.
El fomento de la enseñanza primaria se intensificó
al inaugurarse el I o de agosto de 1836 el Colegio de
los Padres Escolapios, cuyo plan de estudios aprobado
por el gobierno fue ampliado luego mediante la auto-
rización para establecer una cátedra de Filosofía. El
18 de febrero de 1836 el Poder Ejecutivo informó a
la Asamblea General: "Habiendo sido la educación
primaria en todos los tiempos el objeto principal de
los cuidados del gobierno, ha llegado hasta donde lo
permite nuestro naciente Estado. Pocas naciones po-
drán lisonjearse de haberla propagado proporcional-
mente tanto. En todos los puntos de la República exis-
ten escuelas, donde la enseñanza es gratuita, donde
se provee a Jos niños lo necesario, y donde se propor-
ciona el local que permiten las poblaciones. Poco fue
preciso adelantar en este ramo; pero^ el ejecutivo lo
ha conservado con esmero, y llamando muy especial-
mente su atención, la capacidad, contracción y morali-
dad de los preceptores», no tuvo menos empeño en
que ellos fuesen puntualmente pagados, que en los in-
formes de las Juntas Económicas no quedasen relega-
dos al olvido, ni se tolerasen aquellos cuyos servicios
eran inútiles o perjudiciales 1 '.
Al finalizar el año lectivo de 1835 tuvieron lugar
en la Catedral de Montevideo, los días 25, 26 y 27 los
actos que presidió el Dr. Joaquín Campana, en repre-
sentación del Presidente de la República, en los que
los alumnos de Filosofía, bajo la dirección del profe-
sor del curso Presbítero José Benito Lamas defende-
rían SUS proposiciones sometidas a réplicas que estu-
vieron a cargo del Dr. Guaco Otaagui, Dr. Carlos
G. Villademoros. Dr. Alejo Villegas, Di. Francisco
XXVI
PROLOGO
Solano Antuña, Di\ Teodoro Miguel Vilardebó, San-
tiago Vázquez y Lorenzo Justimano Pérez. En esta
oportunidad finalizaron su» estudios filosóficos los jó-
venes Jaime Estrázulas y Benito Baena. El 4 de di-
ciembre de 1835 Santiago Vázquez puso de manifiesto
las aptitudes relevantes de aquellos jóvenes que ha-
bían correspondido al examen del catedrático José
Benito Lamas; a la vez se preguntaba: "¿a qué ca-
rrera los llevará la inclinación del saber que no hallen
obstáculos e imposibilidades?" Señalaba que aun no
habían sido instituidas las cátedras para cuyo funcio-
namiento el cuerpo legislativo había asignado los re-
cursos necesarios. Estimaba que los actos académicos
debieron ser solemnizados con la asistencia del Presi-
dente de la República y la del Ministro de Gobierno:
concluía sus comentarios solicitando que Estrázulas y
Baena fuesen enviados a Europa vt a perfeccionarse en
los conocimientos que les será difícil adquirir en
su patria". La lev de presupuesto había facultado al
Poder Ejecutivo para instituir las cátedras de Mate-
máticas, Derecho Civil, y Teología Moral y Dogmá-
tica. Una comisión especial integrada por el Dr. Joa-
quín Campana, Dr. Florentino Castellanos y D« Cris-
tóbal Echeverriarza redactó el proyecto que reglamen-
taba el plan de estudios superiores. Quienes hubieran
realizado los estudios preparatorios podrían ingresar
a las Facultades Mayores de Teología y Jurispruden-
cia* En la primera de ellas se estudiaría Filosofía, Ma-
temáticas y Teología; en la de Jurisprudencia, Dere-
cho Civil. En ambas los estudios se realizarían en tres
años. El Poder Ejecutivo aprobó este proyecto el 22
de febrero de 1836. Designó catedrático de Teología,
Moral y Dogmática al presbítero José Benito Lamas;
de Filosofía, al Dr. Alejo Villegas; de Matemáticas,
XXVII
a Joaquín Pedralbes y al Dr. Pedio Somellera. de De-
recho Civil, Los cursos fueron i n angulados el 6 de
marzo de 1836, En el discurso que pronunció en el
acto el Ministro de Gobierno Di, Francisco Llambí,
puntualizó que la felicidad del hombre y la gran-
deza de las naciones eran debidas a la influencia de
la educación y las ciencias. Las vicisitudes y sufri-
mientos experimentados por el género humano guar-
daron armonía con el grado de ignorancia o civiliza-
ción que hubieran alcanzado. ''Nosotros, nacidos feliz-
mente en una era venturosa en que el deseo de saber
se ha generalizada por multiplicados escritos, podemos
lisonjearnos de encontrar superados muchos de los
obstáculos que ellos sintieron, y aun de ver estableci-
dos vehementes estímulos paia que los talentos de
nuestra juventud se desarrollen con toda aquella ex-
tensión, que algún día les hará aparecer como el or-
namento de su patria, y como firmes apoyos de su
ilustración sucesiva. Esta lisonjera esperanza, la mar-
cha del siglo y del entendimiento humano, excitan con
razón en nosotios el interés eme demostramos al re-
unirnos hoy en este lugar, para echar los primeros
fundamentos de las ciencias <juc tan eficazmente con-
tribuirán a la felicidad y futuro bienestar de nuestros
conciudadanos; si no podemos elevarlas a la perfec-
ción que deseamos, debemos, sin embargo, manifestar-
nos contentos y satisfechos porque las establecemos
en cuanto requiere y permite nuestro presente estado.
Elias se perfeccionarán, sin duda, a medida que nues-
tra sociedad fuese prosperando"'. Al dirigirse a los
profesores, expresó: "Preceptores . la Autoridad no
puede daros una mayor prueba de la confianza que
merecéis, que entregándoos desde este momento el más
precioso depósito que puede dejar en vuestras manos.
XXVIII
PROLOGO
De vueatra prudencia y saber van a iecibir las prime-
ras impresiones que se desenvolverán con los años, y
fructificarán en el curso de su vida, espero, pues, con
confianza que no os empeñaréis menos en su ilustra-
ción, que en conducirles por la senda de la moral y
la virtud". "De vuestro cela y empeño, dijo al refe-
rirse a los estudiantes, esperamos todos que ellos co-
rresponderán algún día al grande objeto que la Na-
ción se propone, facilitándoles los medios de instruirse
y hacerse dignos hijos de la República Oriental. Las
aulas creadas por la ley quedan abiertas".
La tensión política existente desde el 9 de febrero
de 1836 en que el Presidente de la República General
Manuel Oribe, con ánimo de unificar el poder, supri-
mió la Comandancia de la Campaña ejercida desde el
29 de octubre de 1834 por el Gral. Fructuoso Rivera,
hizo crisis el 16 de julio de aquel año cuando el cau-
dillo se levantó en armas contra el gobierno constitu-
cional. Este primer intento revolucionario de Rivera
que interrumpió un ordenado proceso institucional fue
juzgado severamente por los integrantes del Poder
Legislativo. No suscitó la adhesión popular en el me-
dio rural en el que los hacendados influyentes eran
partidarios del orden. Después de la batalla de Carpin-
tería librada el 19 de setiembre de 1836, en la que la
legalidad fue defendida por la Guardia Nacional, Ri-
vera traspasó la frontera y acampó en el territorio de
Río Grande del Sur. En el período en que el orden
se consideró afianzado, aun cuando no fue sino una
tregua, apareció el tercer tomo de "El Parnaso Orien-
tal", anunciado desde la publicación del segundo. El
requerimiento de los suscriptores y la publicación en
Buenos Aires de "El Cancionero Argentino" aguijo-
nearon la voluntad de Luciano Lira» Este no con-
XXIX
PROLOGO
taba ya con la colaboración del Dr. Villademoros. cer-
cano colaborador del gobierno de Oribe. Francisco
Acuña de Figueroa prestó su valioso concurso para se-
leccionar el material destinado al tercer tomo. El "De-
fensor de las Leyes"', cuya publicación *e inició el 12 de
hetiembre de 1836. redactado por Manuel Araúcho. Ma-
nuel Errazquin, Carlos G. Villademoros y Avelino Le-
rena, insertó en el número correspondiente al 18 de
marzo de 1837 el siguiente anuncio sobre el Parnaso
Oriental: "Deseoso el Editor de la colección que con
este título vio la luz en esta Capital de complacer a
un sin número de personas que directa e indirecta-
mente se han interesado con él. animándolo a conti-
nuarla: mucho más cuando ha venido a recordarla El
Cancionero Argentino que actualmente se publica en
Buenos Aires, debe prevenir al público, que tanto ha
favorecido su tarea, que va a ocuparse de la organiza-
ción del tercer tomo, que cuenta para ello con la bon-
dadosa deferencia del Sr. D. Francisco A. de Figue-
roa, del que no solo espera todo lo publicado sino
mucho que no lo es de su enriquecido repertorio, y
que constará el volumen que ofrece de 40 pliegos de
impresión, sin alterarse por esto el precio para los
Señores Subscriptores; oportunamente avisará del es-
lado de sus trabajos, y cuando sea llegado el tiempo de
abrir la subscripción".
"Los SS. en cuyo poder se hallan algunas composi-
ciones métricas, dignas de consignarse en el Parnaso,
sea cual fuere su género, tendrán la bondad de propor-
cionarlas, favoreciendo con ello esta empresa, y diri-
giéndolas al efecto a la oficina de la Imprenta Oriental,
constituyéndose responsable de los originales el propie-
tario de este establecimiento , \
XXX
PROLOGO
"El título y carácter Nacional con que ha aparecido
esta obra, autoriza a su Editor para prevenir que nada
insertará en ella que pueda hacerla desmerecer, que
huirá como hasta aquí de todo cuanto sea personal,
y en fin que no perdonará trabajo alguno puesto en
ello, para hacerla digna del Pueblo Oriental, a quien
está exclusivamente dedicada. EL EDITOR".
El Diario de la tarde que comenzó a editarse el I o
de abril de 1837, confirmó este anuncio en términos
que estimulaban al editor a proseguir la obra: "Esta-
mos informados que está próximo a ver la luz el tomo
3 o del Parnaso Oriental. Su editor había resuelto ce-
rrar este medio de publicación a las composiciones mé-
tricas de los hijos de la República con el tomo 2 9 ;
pero las insistencias y el convencimiento propio, ven-
cieron su resistencia y vuelve a presentar un medio
fácil para que el genio ofrezca pruebas de los progre-
sos que hace la ilustración en estas regiones. Noso-
tros nos congratulamos por haber tenido alguna parte
en que se continúe la recopilación de lo que se oculta
ante las telarañas de los estantes y lo que pudieron
producir el estímulo en los poetas nacionales. Con este
motivo nos atrevemos a aconsejar al Editor del Par-
naso se esfuerce porque cada año, vuelva a repetirse
el anuncio de la impresión de un otro tomo sobre los
publicados". 4
La tarea de selección e impresión, realizada ésta por
la Imprenta de la Caridad, fue cumplida en el plazo
de dos meses y días. El 29 de abril de 1837 bajo el
título Parnaso Oriental el ''Defensor de las Leyes" pu-
blicó este aviso: * k La subscripción al tercer tomo de
4 "Diario de la Tarde" Año 1. Montevideo, 8 de abril
de 1837
XXXI
PROLOGO
esta obra está abierta; los señores a quienes por un
olvido involuntario no se les hubiese pasado carta de
invitación y quisieren obtener este volumen, se servi-
rán ocurrir a la librería de D. Jaime Hernández, calle
de San Gabriel, que dejando sus nombres serán ins-
criptos en la lista de subscriptores" ♦
El 22 de mayo el mismo periódico anunció: "El
tercer tomo del Parnaso Oriental ha principiado a
repartirse y su Editor suplica a los señores cuyos nú-
meros Ies corresponden y sean retardados en la en-
trega, se dignen disimularlo por ser imposible hacerla
de un modo simultáneo''.
V
Las Odas. Himnos, Marchas, Cantos y Canciones,
Cielitos, Elegías, Diálogos, Sonetos, Epístolas, Epigra-
mas. Letrillas, Octavas, Décimas, Acrósticos, Versos
sueltos, Inscripciones, Desahogos poéticos y Obras
teatrales que forman los tres tomos de El Parnaso
Oriental fueron publicados sin sujeción a ningún cri-
terio. A la heterogeneidad del conjunto se suma la
ausencia de un plan orgánico en lo que atañe al orden
en que se suceden. Pero es evidente que el compilador
Luciano Lira y quienes lo asesoraron se dieron a esta
tarea con el propósito de ofrecer al país una visión
del proceso histórico del que había surgido la nacio-
nalidad. Las composiciones que forman el Parnaso
tratan de la victoriosa resistencia opuesta por las ciu-
dades del Río de la Plata a las Invasiones Inglesas
de 1806 y 1807; exaltan en forma reiterada a la revo-
lución de mayo de 1810; recogen los ecos de nuestro
movimiento emancipador de 1811, el primer sitio de
Montevideo y la emigración al Ayuí, evocan con el
XXXII
PROLOGO
segundo asedio de Montevideo, la batalla del Cerrito
v al "heroico empeño de pueblo Orientar" conducido
por el "impertérrito Artigas, vencedor de riesgos y
fatigas" en la defensa de la Provincia contra los in-
tentos de opresión neutralizados en 1815. Ilustran
otras obras sobre el período de la Provincia Oriental
independiente: las harás jubrio>as de las fiestas Mayas
de 1816, la apertura de la Biblioteca pública y los
sentimientos patrióticos interpretados por Bartolomé
Hidalgo cuando, enfervorizado, se íefiere al "pabellón
que esta Provincia reconoce por suyo" y exhorta a
defenderlo. Su "Himno Oriental" de 1816 preludia
la lucha heroica, en que se desangró contra la invasión
lusitana hasta 1820* En esta fecha el relato histórico
se interrumpe. El Parnaso recoge luego- de un expresivo
paréntesis las canciones guerreras que precedieron
a la cruzada de 1825; la hazaña de los Treinta y
Tres Orientales en que Montevideo estuvo au-
sente adquiere la dimensión histórica que unifica
el sentimiento nacional a la vez rjnc lo» himnos
guerreros v poemas inopnados pot las ^clonas de
Sarandú ltu/amgó y Misiones dicen lo que fue la lucha
contra el Impeno del Brasil hasta entonce* mu narrar
por el cronista. La Convención Prelumnai de Paz de
27 de agosto de J828 que ícconoció nuestia inde-
pendencia, la adopción del Pabellón Nacional, la en-
trada del gobierno Patno en Montevideo el I o de mayo
de 1829, la Asamblea Constituyente, el Código de 1830
y la jura solemne del 18 de julio forman un período
de nuestro pasado que los poetas del Parnaso escribie-
ron antes que los historiadores, al recoger en sus obras
todías las manifestaciones del sentimiento colectivo.
Fue en esta circunstancia que comenzó a adquirir nom-
bradla Francisco Acuña de Figueroa, cuya primera
XXXIII
PROLOGO
versión oficial del Himno Nacimial de 1833 fue pu-
blicada en la primera página del tomo inicial del Par-
naso. En otras aparece refejado el sentimiento de res-
peto a la Ley Fundamental consagrada bajo el "'Sol de
Julio''; el anhelo por la estabilidad del urden, la paz y
la concordia renovados al conmemorarse cada aniver-
sario del 18 de julio. El sentimiento de respeto per
las instituciones de gobierno se manifiesta en las
obras relativas a la elección presidencial de Rivera,
al renovarse la legislatura, al asumir Oribe el I o de
marzo de 1C35 la segunda presidencia constitucional.
Fue éste un momento en que irrumpió en la escena
una nueva generación noblemente esperanzada; así lo
trasuntan muchas páginas del Parnaso editado para
formar nuestra conciencia histórica, arraigar los há-
bitos republicanos y el prestigio de la« instituciones.
La pérdida irreparable que significó la muerte de Ber-
nabé Rivera adquirió el carácter de un duelo nacional.
El mismo sentimiento de gratitud a los servidores de
la patria inspira el recuerdo dedicado a Felipe Caba-
llero y a otros ciudadano*. Los hábitos, costumbres
de la época «;e manifiestan en las ingenuas composi-
ciones de salón; la vida cotidiana, la epidemia de es-
carlatina, la apertuia del mercado, los espectáculos de
la Casa de Comedias, y de la Plaza de Toros; la reli-
giosidad de las costumbres, los temas sociales, la cari-
dad, el repudio al tráfico de esclavos, fueron motivos
de composiciones que alternan con las referentes a los
hechos históricos y a las traducciones de Acuña de
Figueroa* exponentes de nuestra cultura clásica de
la época.
Las poesías de José Prego de Oliver. el drama "La
Libertad más acendrada y Buenos Aires vengada", ori-
ginal del Presbítero Juan Francisco Martínez, puesto
XXXIV
PROLOGO
en escena en la Casa Je Comedias el 12 de agosto de
1808 e impreso recién en 1837. en el tercer tomo del
Parnaso; las coinposi (ñones de Bartolomé Hidalga,
Juan Cruz y Florencio Vaiela; la Comedia "Los Trein-
ta y Tres" de Carlos G. Villa demoro s ; la "Oda a la
Providencia" de Bernaido P. Beiru y la * Oda a Oribe*'
de Carlos G. Villademoros: el ''Cielito Orientar*, "Oda
a la Jura de la Constitución"', "Himno Nacional" de
1033. u La Malambi uñada o la conjuración de las vie-
jas contra las jóvenes"' v las tradúcele nes de Horacio,
de Francisco Acuña de Figueroa, el poeta más repre-
sentado en el Parnaso, constituyen a nuestro juicio
las obras más valiosas compiladas por Luciano Lira.
VI
El compilador prescindió, entre otras piezas valio-
sas, de los Cielito? de "la época ríe Artigas" no gra-
tos a la memoria de la sociedad montevideana; la
"Canción patriótica en honor del general D José Ar-
tigas y su exército" 1 publicada en el "Suplemento al
Censor" editado en Buenos Aires el 31 de enero de
1812; lo más xepresentativo de la obra poética de
Bartolomé Hidalgo impresa entie 1816 y 1822; los
Diálogos gauchescos, testimonios de la escisión pio-
ducida entre los dirigentes de la la clase doctoral
que apoyaron la incorporación al Brasil y los que
se opusieron a ella paia según las? consignas revolu-
cionarias de Lavalleja y del Cabildo representativo de
1823; la "Graciosa y divertida conversación que tuvo
Chano con el señor Ramón Contreras en la que de-
ralla el primero las batallas de Lima y Alto Perú como
a*í mUrno las de la Banda OiientaP, impresa en fo-
XXXV
PROLOGO
llcto editado en Buenos Ahes en 1825; la "Oda a
Ituzamgó" de Florencio Vaiela de 1827; el "Cielito
Orientar' publicado en "El Tribuno"' de Buenos Aires
el 31 de julio de 1827, después de la renuncia de Ri-
vadavia y la reparación de Alvear; el soliloquio pro-
nunciado por Fermín Oidóñez en la función teatral
de aficionados que celebró la gesta de la independen-
cia americana el 18 de julio de 1820 publicado el día
22 en "El Universal"*, en el que se exaltan las hazañas
de las Piedras, Rincón, Saiandí, Uuzaingó y Misiones;
el "Himno a la Constitución", emento pur un corres-
ponsal ausente de *'E1 Univeisal", que |n insertó en
el número 07 de 18 de octubic de 1820, cuyo coro
expresa: "Venid Orientales / nul himnos cantemos; /
Venid v juremos , La Constitución", la composición
"Enigmas de Oráculo"", escrita pui Acuña de Figueroa
en homenaje al lectoi de "El Universal*' descubridoi
del anagrama que encuhiía lo* rjombres de ''Lavalleja
inmoztal / o el invencible Rivera"; el "Himno Orien-
tal 5 * conipuesLo por Juan Ciuz Várela que publicó
"El Universal" en el número 314* de julio 16 de 1830,
cuyo coi o expresa: "Entonemos el himno de gloria /
A la nueva Nación Oriental; , Coionada de lauro en la
guerra, / Coionada de oliva en la paz". Los desahogos
poéticos a que dieron lagar las revoluciones lavallejis-
tas en 1832, 33 > 34 y la promovida por Rivera en
1836, no tuvieron cabida en fcC El Parnaso Oriental"
que recogió en sus páginas el sentimiento producido
por la muerte de Bernabé Rivera y de otros ciudada-
nos. Pero el compilad oí no alteró el medido plan que
se había trazado. Prescindió de la "Elegía" a Bernabé
Rivera publicada en el número 1.106 de "El Univer-
sal" de 19 de abril de 1833 suscrita por L,A.O.Z y del
"Soneto" a la memoria del Capitán Liñan. publicado
XXXVI
PROLOGO
con las iniciales de M[anuel] Afiaúcho] en el nú-
mero 1.277 Je 22 de nuxiembie de 1833, para
mantenei su equidistancia en las contiendas ar-
madas de los bandos políticos. El pi opósito eviden-
ciado con claridad de nú herii susceptibilidades en los
países vecinos y entre orientales, explica la exclusión
del Soneto de Eusebio Péiez, en el que recuerda la
lucha contra "el luso \ el sangriento Ibero 1 * publicado
en el número 1.176 de El Universal el 18 de julio de
1833; de las poesías de Isidoro De Maiía destinadas
a glorificar las batallas de Las Piedlas. Rincón, Sa-
randí y Misiones», impjesas en "El Nacional" de 18
de mayo de 1836 y el 24 de setiembre de 1835, "El
Universal'", de 12 de octubre de 1835 y "El Nacional"'
de 22 de abril de 1836. Luciano Lira silenció el pe-
ríodo artiguista poique en la década del treinta era
un motivo polémico* excluyó Oda* y Diálogos rela-
cionados con la guerra del Brasil para no acentuar en
demasía la derrota del Impelió y 5 en otros casos, mu-
tiló composiciones o modificó su texto, <lo señalamos
en el prólogo del Tomo II ) para no zaherir a España
y apaciguar las pasiones aún latentes entre los dirigen-
tes de la ciudad y la tendencia popular de raíz cau-
dillista.
VJI
Seríamos omisos si a las noticias sobre "El Parnaso
Oriental", que extraemos de un estudio más amplio
sobre la historia de la cultura uruguaya en el periodo
1811-1851, no hiciéramos referencia a la reedición
efectuada por el Instituto Histórico y Geográfico del
Uruguay en 1927. Los suscritores de la edición origi-
nal superaTon el númeio de trescientos; varios a más
XXXVII
PROLOGO
de un ejemplar: el tiraje puede considerarse excep-
ción al. Acredita el interés de la sociedad de la época
peí el conocimiento de las tradiciones nacionales, tan-
to más si se lepara en un detalle: hacia 1860 los tres
volúmenes de la primeia edición eian ya muy raros.
Fundadas razones asistían a los Doctoies Gustavo Ga-
lhnal y Maiio Falcao Espaltei cuando en 1925 pro-
pusieron la reedición de esta obra, convertida en pri-
vilegio de bibliófilos v emditus e inaccesible a los
interesados en el conocimiento de nuestro pasado.
"Grac'as a la extraordinaria raie^a de "'FJ Parnaso",
vanas ubidt de escritoies nuestros que figuian en
sus páginas — expresaban Gallinal y Falcao Espal-
ler — han «ido erróneamente atribuidas a escritores
de nlru'j lu^aies* tal sucedió con el drama del Padre
Martínez, estudiado como anónimo e inédito por Ri-
cardo Rojas en su "Historia de la Literatura Argen-
tina'", \ nria^ clüi josÍLionef» su>as atribuidas a Este-
han de Lúea por Estanislao Zeballos*'. fc *La edición
tendría earácí.ci conmemorativo, con ocasión de las
glorio fechan patrióticas. Llevaiía ésta o parecida
dedica v oiia* "El Instituto Históneo y Geogiáfico del
Uruguay, en homenaje a los moldados > a 1o^ legisla-
dores de lo25 publica esta obra, cancionero cívico y
patriótico de la gesta de emancipación nacional 1 * Una
comisión especial formada por ti es miembros de nú-
mero de! Tn c " tato se expidió en el sentido de que la
obra de Luciano Lira debía sei '^vulgarizada en lo
posible, a fin de pone i la al alcance de los estudiosos*
interesados en la historia literaria del país". El pro-
yecto fue aprobado. La obra fue reimpresa a plana y
renglón i espejando las características de la edición
original cuyas viñetas y adorno* fueron repioducidos
ion íiguiosa fidelidad. El Di. Gustavo Gallinal, en el
XXXVIII
PROLOGO
prólogo que le fue ene ornen da o! o. ubicó ^El Parnaso
Orientar en el panorama histórico ole la época y pro-
dujo un agudo análisis crítico de su significación lite-
raria. En compañía del Dr. Mario Falca o Espalter cui-
daron todos los detalles de la edición, hoy agotada y
rara, transcurrido medio siglo de realizada. Al acome-
ter la empresa de la presente reimpresión fac similar,
la ''Comisión Editora de la Biblioteca Artigas" de
^Clásicos Uruguayos"* rinde homenaje al preclaro
espíritu de los estudiosos que en 1925 exhumaron
es*a obra cuyas páginas rememoran un período glo-
rioso de nuestra formación histórica.
JUAN E P1VEL DEVOTO
XXXIX
LUCIANO LIRA
Natural de Buenos Airea. Hijo de Francisco Lira \ María
del Rosario Reyes. E] 26 de marzo de 1823 fue nombrado
subteniente del Batallón 1° de Cazadores de las Provincias
Unidas del Rjo de la Plata El 29 de chuembic de 1827
teniente pnmeio A^cmdió a capitán graduado en diciembre
de 1828. Emigió al Uruguay después de producirse el aleja-
miento del poder dd General Lavalle Ejerció la enseñanza
en el departamento de Colonia* y en la ciudad de Montevi-
deo, en la que fundó en 1833 un "Ateneo de niño*, y niñas' 1
En 1834 miciú les trabajos para la publicación de "'El Par-
naso Oriental o Guirnalda Poética de la República Urugua-
ya " obra que ha incorporado el nombre de su compilador a
nuestra historia Los tres tomos* de '*E1 Parnaso" fueron edi-
tados entre los año* 1835 y 1837. Luciano Lira fue instado
a publicar un cuarto tumo La obra imo favorable acogida.
El 2 de julio de 18o9 se embarcó en Montevideo a bordo
de la goleta 'Catalina*' con destino a Martín García paTa
incorporal se a la expedición unitaria comandada por el Gene-
íal Juan L avalle. Murió el mismo año en la marcha hacia el
norte del ejercí lu expedicionam».
XL
IX
GUIRNALDA POÉTICA
DU L.V
1835.
ó
GUIRNALDA POÉTICA
DE LA
BUENOS AIRES.
IMPRENTA DE LA. LIBERTAD, CALLE DB CANGALLO N# 58,
FE ENTE AL TEATRO.
1835.
AL
fcrsttmomo
DE MI
RECONOCIMIENTO Y AMOR.
MONTEVIDEO, NOVIEMBRE 14 PE 1994.
HIMNO,
DECLARADO NACIONAL POR EL SOTERIOR PECRJBTO PE S
DE JULIO PE 1833, DEDICADO AI* EXHO. GOBIERNO.
L DE D. FRANCISCO A. PB nGUEllOA» * ]
CORO,
Orientales, la Patria 6 la tumba !
Libertad^ 6 con gloria morir !
Es el voto que ti alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir.
Libertad, libertad ! ! Orientales.
Este grito á la Patria salvo,
Que á los fieros tiranos asombra,
Y á los libres infunde valor.
* Oriental.
I.
2 EL PARNASO ORIENTAL.
Sangre y muertes y horrores nos cuesta
Este don sacrosanto gozár;
Libertad ! ! en la lid clamaremos,
Y muriendo también Libertad.
coro-
Triste esclavo de Iberia el Oriente
Libertad ! generoso gritó,
Y á su acento sublime responde
Con rugidos el fiero León :
Su trozada cadena por armas,
Por escudo su pecho en la lid,
Logró el libre postrar á sus plantas
Del tirano la horrenda cerviz.
cono.
En fatal servidumbre sufrimos
De dos cetros el peso y poder,
Mas el eco sonó de venganza
Y dos cetros supimos romper !
Esos prados y montes, foti Patria!
Do el estruendo marcial resonó,
Serán siempre teñidos en sangre,
De tus glorias eterno padrón.
cono.
Recordemos con gloria los triunfos
Do Misiones, Rincón, Sarandí.
i
EL PARNASO ORIENTAL, 3
Do la Patria miró su estandarte
Cual sagrado Oriflama lucir:
De Ituzaingo do el astro Argentino
Presidiendo á la unida legión,
A sus rayos y luz se eclipsaron
Las estrellas del verde pendón.
CORO.
Las falanges atónitas ceden
Al impulso de tanto valor,
Cual brillantes disipan y ahuyentan,
A las sombras los rayos del Sol :
Y dó quier sus sobérbios campeones
Frente á frente se osaron mostrar,
En sus pechos llevaron sangriento*
Los recuerdos del sable Oriental.
CORO.
Ya los grillos rompiendo con gloria
Nuestra Patria se vé prosperár,
Y el altar de las leyes sustenta
Sus destinos, su gloria inmortal ! í
inviolables sabrémos los fueros
Ee la caria sagrada cumplir;
Que los bravos de Oriente no pueden
Como viles esclavos vivir.
2
& EL PARNASO ORIENTAL.
CORO*
De las leyes al númen juremos
Igualdad, patriotismo, y unión,
Inmolando en sus aras divinas
Ciegos odios, y negra ambición :
Y hallarán los que fieros ultragen
La grandeza del Pueblo Oriental,
Si enemigos. - . Ja lanza de Marte,
Si tiranos . - . ♦ de Bruto el puñal ! ! !
CORO.
Orientales, la Patria 6 la tumba !
Libertad^ 6 con gloria morir^
Es ti voto que el alma pronüncia^
Y que heroicos sabremos cumplir.
[ 1833.]
EL PARNASO ORIENTAL. &
DÉCIMA. *
El blanco y rojo color,
Con que la Patria os convida,
Es para que se decida
Vuestro aprecio en lo mejor.
Si al rojo, nuestro valor
Breve os sabrá castigar ;
Y si ai blanco queréis dár
Discreta y sabia elección,
Contad con la protección
Del Ejército Auxiliar.
[W11.I
* Cuando los patriotas sitiaban la plaza de Montevideo,
ésta décima apareció colocada en una bandera blanca y roja al
frente de la ciudad, y en aquella habia pliegos para el Exmo.
Cabildo, Tubieron las tropas de la Patria que hacer uso de este
ingenios* medio, para poder hacer llegar á manos de aquella
Autoridad sus comunicaciones; porque las que anteriormente se
habían remitido, las ocultó el Gobernador, [Noí$ del Editor*]
* OncntaL
6 EL PAJtNAflfO ORIENTAL,
CORO.
Orientales la Patria peligro,
Reunidos al Salto volad,
Libertad entonad en la marchot
Y al regreso decid Libertad.
Cuan gozoso se miró el tirano*
Ostentando su injusto poder
Y observando en los campos de Oriente
A los Ubres desaparecer.
* OrientaL
EL PARNASO ORIENTAL» 7
Solo espinas los campos producen
En el dia de la lobreguéz;
Sol y aurora las puertas de rosa
No gustaron abrir esta vez*
CORO»
Precipitan del Desaguadero
Al Indiano que supo triunfar,
En Oriente se pierden los lauros
Que la Patria nos hizo ganar.
Sin recursos, y sin mas fortunas
Que jurar libertad, libertad,
Los nativos del ínclito Oriente
Empezaron con ánsia á entonar.
CORO*
Gloria ¡oh Patria! Que tus Orientales
Muerte gritan con hárto placer,
Y tranquilos bajan á la huesa
Sin cadenas que saben rompen
La valiente jornada del Salto
Se resuelven todos á emprender,
Su deseo es salvar el sistéma
O en su honor con valor perecer.
CORO.
En movibles, y pequeñas chozas
Marcha el Pueblo con augusto pié,
& EL PARNASO ORIENTAL
Ya en un móntese oculta afanoso
Ya un gran rio en bus ondas lo vé :
La constancia redobla sus votos
Allí fué el recordar, allí fué f
La esperanza de librar á Oriente
Que sellaron con etérna Leí.
CORO-
Ni el cansancio, la sed, la fatiga
A la virgen pueden arredrar,
Ni á la esposa que su tierno infante
Por instantes lo mira espirar.
El anciano con voz balbuciente
A sus hijos procura animar,
Y el ardiente clamor de la Patria
De sus pechos ahuyenta el pesár*
CORO*
Llega el tiempo en que retrocedieron
Nuestros hijos de la Patria honor,
Sumergidos en triste memoria,
Pero llenos de gloria y valor.
# Su caudillo los guía animoso,
Y el tirano viólos con rubor
Cuando el pecho contra el muro estrechan,
Inflamados de eterna! rencor.
* D» José Artigas, General d* Ion Orientales,
EL PARNASO ORIENTAL, 9
CORO.
Las cenizas de las almas libres
Al gran Salto filáronse á esconder,
Muere el padre, la hermana, el amigo, *
Sin que el llanto se mire vertér.
Salve j oh Salto ! Mansión destinada
A los libres que el Sol vió nacér,
¡ Justo asilo de una acción heroica
Quien tus timbres pudiera tenér!
CORO.
Orientales la Patria peBgra,
Reunidos al Salto volad,
Libertad entonad en la marcha,
Y al regreso decid Libertad.
[181L]
* Murieron muchas farailiaa que siguieron al í^rcito.
2
10 EL. PARNASO ORIENTAD
A LA LIBERTAD DE SU PATRIA.
ODA.
[ DI D» TRANCIflCO «UL'CHO. * ]
Neecio qua n átale solum dulcebine cnncto»
Ducitet ínmemorea non einit efiBe sin,
[ Ovn>. J
¡ Oh portento grandioso ! Se disipa
La niebla que ofuscaba á los humanos,
Y desenvuelto ya de su espesura
Brillar se mira el hemisferio Indiano,
La humanal dignidad es columbrada:
Da improviso se exalta el entusiasmo
Penetra los espíritus su llama,
Los abrasa, devóra, y sublimado
El amor patrio, que virtudes brota,
Recuérdase el derecho sacrosanto.
A la voz sola de Derechas de hombre
* Oriental,
EL PARNASO ORIENTAL. 11
El corazón so agita del tirano,
Que pavorido tiembla, y en un punto
Del solio al suelo se miro postrado,
Subiendo á dirigir la noble empresa
Genios por la República aclamados, 1
Que incesantes consagran sus fatigas
A la felicidad del suelo pátrio.
La juventud florida ráuda vuela
A ejercitar la fuerza de sus brazos
En pro de sus amados compatricios
Del Dios guerrero á los gloriosos campos,
¡Oh cual esas impávidas legiones,
Como si fueran rayos fulminados
Por la sana de Jove Omnipotente,
Se lanzan á los monstruos inhumano?,
Que de terror servil sobrecogidos
Del Indo fuerte al formidable amago,
Su existir libran á ominosa fuga
Las armas por el tránsito sembrando !
¡ Y que contraste á las falanges bravas,
Que de laúros sos sienes adornando,
Y de palmas las suyas guarneciendo
Con magestuosos y gigantes pasos,
Déla inmortalidad al sácro templo
Penetran de laureles coronados!
Vanamente los déspotas cruéles
10 EL PARNASO ORIENTAL*
Mil designio* conciben temerarios
A fia de derrocar la independencia
Para elevar sobre ella el simdácro
De la arbitrariedad; la negra furia
No podrá restaurar su esterminado
Trono fatal, por mas que coa esfuerzo*
Impotentes tal ánsie : sofocados
Serán cuando al heroico sentimiento
De libertad civil, enagenados
Los corazones con ardor provocan
Todo riesgo por don tan soberano.
Rubor eterno ai mísero egoísta,
Que idolatrando «1 interés privado
Indiferente existe, y no coopera,
Cual debe £ los progresos del Estado :
Cesará su memoria cuando cése
De habitar «en la tierra que ha afrentado,
En tanto, que los héroes de la Patria
De sus hechos la gloria eternizando,
Homenajes sinceros de sus hijo*
Recogerán á sus hazañas gratos,
¡Cuan seductora, idéa! Compatriotas,
Yo os mko taanspofitar, considerando
Un tan encantador prefteotimionto
De honor, y glo* ¡4 al nombre Americano.
<? Quién habrá, que consie&ta por mas tiempo
EL PARNASO OMÍNTAL 13
El imperio fatal de los tiranos ?
No que subió al Olimpo el fuerte grito
De los hijos del Sud así clamando :
O MUERTE, Ó LIBERTAD ¡ AugUSÍO VOtO !
Digno de ánimos nobles y bizarros*
Ea, pues, valerosos Argentinos,
Si tal resolución iremos fijado,
Constantemente unidos conspirémos
A realizar un roto tan sagrado.
Nuestra causa no puede ser mas justa:
Los recursos están en nuestros brazos;
Purguemos de rivales á la Patria,
Y para siempre libres nos hagamos.
[1812*)
14 EL PARNASO ORIENTAL.
ODA,
COMPUESTA AL 25 DE MAYO DE 1813, DELANTE
DE LA PLAZA DE MONTEVIDEO,
[ DE D, JUAN RAJ4QN ROJAfl. * ]
A mi ardiente clamor en este día
Volad genios del canto,
Musas corred, y el don, j el álroo encanto
De vuestra melodía
Me prodigad sin fin; así animado
Saludaré á mi Patria enagenado.
Eterna gloría Sud-Americano
A nuestro patrio suelo,
Gloria eterna I repítase en el Cielo,
En el soberbio Océano;
* Argentina
EL PARNASO ORIENTAL.
15
Gloria eternal las avecillas canten
Y gratos trinos á mi par levanten.
A tu espleudor tributo este mi ensayo
Mes de América hermoso,
Tronó el tirano el yugo ponderoso
Veinticinco de mayo
Rompióse en tu presencia, y se gozaba
El ciudadano, y de placer lloraba.
Brillante asiento ocupas magestuoso
En nuestro augusto templo,
Y sumiso te admiro y te contémplo.
¡ Oh dia poderoso !
Allí la Libertad reina contigo,
Ella te felicita en su testigo*
Tú el término fijaste á mi deséo
Y á mi libre existencia,
Fuiste elegido por la independencia
Para justo recréo
Del militar, del sábio, del infante,
Del tierno esposo y delicada amante.
Jamas el tiempo borre tu memoria
Ni estos gratos loores;
16 EL PARNASO ORIENTAL.
Siempre te llameo Mayo de las Flores
Y precursor de gloria :
El malo huya de tí, tiemble, se oculte,
Y al despecho se entregue, y se sepulte.
Se presenta la aurora en el Oriente
Con rosado semblante,
Saluda al veinticinco y al instante
Sale el Sol refulgente,
Que saludando á Mayo venturoso,
Un rayo le dirige luminoso.
Ejército, romped, romped la salva
Del bronce estrepitoso;
Himnos mil entonad, siempre afanoso
Desead que venga el alba
Que nos retorne tan felice dia,
Y la unión nos proteja, y la alegría.
[ 1813. ]
EL PARNASO ORIENTAL, 17
A LA ACCION DEL 31 DE DICIEM-
BRE pe 1813.
ODA.
[ DE D« JUAN RAMON ROJAS. * |
Yo cantára los triunfos y la gloria
De mis caros hermanos
Honor del siglo ¡ oh Sud-Americanos !
Yo escribiéra la historia
Dibujando el cuadro, do sus hechos
Estampase, y sus ínclitos derechos.
Pero es empresa que t mi débil pluma
Encargarse no debe;
La mano tiembla, que ella no se atreve
A reunir la suma
De tantos pormenores singulares,
Que honran felices nuestros patrios lares*
Argentino.
18 EL PARNASO ORIENTAL.
Su cítara divina déme Apolo,
Néstor su gran prudencia;
Y si Homéro rae infunde su elocuencia,
Del uno al otro Polo
Irán mis écos por el aire vago,
Por senda oculta, y anchuroso lago.
Del treinta y uno el triunfo y la victoria
Hoi repita mi canto :
¡ Cuánto hai que referir, oh numen, cuánto
Digno de otra memoria!
Pero supla otra vez lo que no digo
Quien de la heroica acción fuére testigo.
Preparadas las huestes del tirano
Que alhagan su deseo,
Salen altivas de Montevideo,
Y al bravo Americano,
El yugo llevan y la cruda muerte
Por amargar así su feliz suerte.
Intrépido el sitiado no vacila :
Anima á bus soldados
Con la horrible armadura sofocados :
Corre de fila en fila,
Dá la señal, y en marcha redoblada
El campo cruza la terrible armada.
EL PARNASO OttTOSWTAL. 19
Los hijos de la Patria confiados
En fíu milicia y brío,
Desprecian del tirano el poderíor
De su furor guiados*
Desprecio que en la guerra mal fondado
Al débil y abatido ha entronizado.
Penetra por la izquierda con prestirá
Y al sitiador sorprende,
Que, animoso no obstante se defiende*
Y rechazar procura
La hueste de los crueles opresores,
Que no perdona incautos moradores.
En los albores del glorioso día
Ufanos se gozaban;
En su línea temibles resonaban
Por sello de alegría
Heridos los clarines y tambores,
Pero fué su alegría en los albores*
Al Cerrito llevaron la bandera
Que luego tremoláran;
Su róbia y su despecho redoblaran :
¡ Musas, Musas, quien fuéra
Elocuente esta vez ! ¡ Con que colores,
SO EL OftIENTAL.
Fintára yo á los fuertes sitiadores !
j Hijos del Dios guwrero y de Betonft
Dad espíritu al cánto !
Que aligara la Fama niela en tanto
Hasta la ardiene Zona,
Diciendo con acénto acelerado,
Que «tais ceQidoa del laurel 3 agrado.
Como la nove negra amenazante
Que mas y mas se aumenta
Anunciando la horrísona tormenta,
Y en un pequeño instante
Rompe el trueno, la lluvia, el sordo viento,
Y el rayo qu& estremece el firmamento.
De esta manera el sitiador se avuza
Uniendo sus legiones;
Se aprérnian, se encarnizan tos campeones
Sediento» d<e venganza,
Y disparando atroz la artillería
En noche obscura se convierte el dia.
Veloz kt muerte galo presurosa
Del canon ominoso,
Que causando m estrépito espantoso
EL PAMt ASO ©MENTAL. 91
La arroja sanguinoso
Do el cruel disputa con ferviente coto,
Y cubre de cadáveres el suela
Retroceden, atropelkm los Libertó»
Que aman sus pavellonee;
De la Patria loe bélicos Dragases
En el avance espértos
El córbo empuftan, y á dó quier apto enfilan,
Todo destruyen, matan* aniquilan.
Cuerpo» dividen, y á bayonetazos
Rompen ingratos pechos,
Que teñidos en sangre, son deshechos
En menudos pedazos :
Los bronces y fusiles ensordecen,
Y ondeantes de humo las columnas crecen.
Viéras allí acometer furioso
Al soldado postrero.
Que descargando su cortante acéro
Derriba al poderoso,
Y del membrfido brazo al golpe fuerte
Le cúbren las tinieblas de la muerte.
Los blandenguez audaces y aguerridos
92 EL PARNASO ORIENTAL.
Ardorosos sostienen
Un gran fuego» se estrechan y se encienden
Con los contrarios, que despavoridos
Desalojando el punto de la gloría,
Renuncian al honor y la victoria.
Desordenados, pálido el semblante,
El aliento oprimido,
Temiendo de la bala el cruel sil vid o,
Y con pié retemblante,
Húyen, corren» se esconden, se retiran,
Y al vencedor respetan y lo admiran.
Como cuando se estiende por un monte
La llama luminosa,
Que el resplandor colora el horizonte
Coa variedad hermosa,
Voraz subiendo hasta la verde cima
Que parece que Febo se aproxima ♦
Así las armas de los sitiadores
De lejos resplandecen :
Cuanto mas lidian, mas se ensoberbecen
Sus brutos voladores,
Que bañados de espuma, magestuosos,
Son después de la lid, aun mas fogoso*.
EL PARNASO ORIENTAL- 23
¡Viva la patria ! gritan loa temibles :
Bravos, la patria viva,
Las sitiadoras claman, y la oliva,
Sus cuidados sensibles
Llevan rodeadas de olorosas flores
Para teger guirnalda á sus amores.
Con los vivas el campo resonáia i
Ríe el plácido Oriente :
El eco hiende el aire, y á Occidente
£1 triunfo publicára;
Rápido vuela, y lleno de alegría
Lo lleva al Norte, corre al Mediodía.
Los guerreros se suben á la cumbre
Del Cerrito Victoria,
Y en tanto que eternizan su memoria
El Cielo vierte lumbre :
El rúbio Apolo para en su carrera,
Y se suspende en la celeste esféra.
Número Seis, Blandeguez, y Drargones,
Valientes Atilleros,
Ilustres Voluntarios, compañeros
De espada y condiciones:
La Libertad sus dones hoi reparto A°
24 EL PARNASO ORIENTAL.
Con vosotros, piogénie del Dios Marte.
Revolución del Sud, yo te saludo
Exáltado y contento;
En tus hijos ufano te presento
Impenetrable escudo :
Y mientras suena un verso mas sonoro,
Himnos entone el Apolíneo coro.
[1813.]
EL PARNASO ORIENTAL. 25
\L HEROICO EMPEÑO DEL PUEBLO
ORIENTAL.
ODA,
[ Di D» FRANCISCO A2AVCH0- * ]
Opresión ! ♦ . - .Tiranía Cruel acento,
Fatal aliento impuro,
Que desprendido del abismo oscuro
Inspiras al mortal atroz tormento!
Desarma la fiereza,
Que es superior él tí naturaleza*
¿ Cual frenesí te indujo á declararte
Contra el voto sagrado
De los virtuosos pueblos, que han jurado
Con sus robustas manos sofocarte,
O dar con complacencia
Antes que ser esclavos su existencia ?
En vano de mil formas revestida
Alucinar pretendes
+ Oriental.
3
26 EL PARNASO ORIENTAL.
Al Oriental, que esclavizar emprendes;
Tu astúta usurpación le es conocida :
Al punto se previene,
Y si no la destruye la contiene,
¿ Tanta sangre vertida en la defensa
De los justos derechos,
Que tiene un pueblo, sus gloriosos hechos
Debieran coronarse con la ofensa,
De que ingratos hermanos
Convertidos se viesen en tiranos ?
No . . • - que este don precioso, inestimable,
De Libertad fué dado
Por el Supremo Autor de lo criado
Al hombre, de quien es inalienable,
Y en su razón comprende
El deber de oponerse á quien le ofende*
Pueblo Oriental, enérgico, sublime
Tú conocistes el precio
De aquel bien soberano; con desprecio
Superaste el escollo, que reprime
Al déblil, ó egoista
Que retrocede del peligro á vista.
Espesos montes del feráz Oriente,
Asilo generoso
De tantos héroes, á quienes odioso
Fué á los tiranos humillar su frente;
EL PARNASO ORIENTAL. $7
Etérno monumento
Seréis de bu constancia y ardimiento.
Y tú, modélo de los hombres libres»
Impertérrito Artigas,
Vencedor de loe riesgos y fatigas,
Arístides virtuoso, mientras vibres
El acéro luciente,
Vivirá el Oriental independiente.
Por tí aparece la deseada aurora
Del memorable dia,
Final para la horrenda tiranía,
En que la dulce Libertad señora
Fija su trono augusto,
Cubriendo á la opresión de acérbo sústo.
¡ Oh Provincia Oriental ! Eleva al cielo
Oblación obsequiosa,
Porque de tus rivales victoriosa
Mantienes séres libres en tu suelo,
Que protestan ufanos
Antes morir que cohsetir tiranos.
[ 1814. ]
5
96 SL PARNASO ORIENTAL
SENTIMIENTOS DE UN PATRIOTA.
UNIPERSONAL *
{ DE »♦ BARTOLOME HIDALGO * ]
Especie de bosque* — Música patética, y concluida saldrá por
el céntro rm Oficial con espítelas, sable y látigo.
Qfic.-ph Patria} ¡oh Patria í ¿A tu sagrado nombre
Quién resistir podrá ? ¿ Qjiién indolente
Verá que loa tiranos hoi tu séncx
Rasgan atroces; manchan insolentes ?
¿ Cuál és el que en la crápula sumido
A su pasión se entrega, y torpemente
Deja que le redoblen las cadenas
Y la cerviz al yugo le sujeten?
* Esía composición fué ejecutada en el Teatro de Montevi-
deo en la noche del día 30 de Eneio de 1916. [Nota del Edi-
tar.}
* Oriental,
EL PARNASO ORIENTAL. 89
¿ Quién que á tí pertenezca es tan ingrato
Que te mire ultrajar impunemente?
¡ De imaginarlo solo me estremezco!
Pechos de mármol, insensibles seres :
De Libktad el grito hiénde el aire :
Romped los grillos, y después alegres
Tomad las armas y el derecho jttflto
Disputad; que ya veo los lauréle*
Sobre vuestras cabezas confundiendo
El despótico orgullo de Jos cruéles.
La depresión y el vil abatimiento *
Huyan de un alma noble, pues no debo
Sino solo pensar que nació libre,
Y Libertad clamar, ó heroica muerte.
Pero si alguno hubiese entre nosotros
Que estos mis sentimientos no alimente,
Desparézcase al punto, y no profane
Lugar que solo un Ubre ocupar puéde.
Música apastóle, entretanto saca una gazeta que Ice para
sí, y después dirá —
Patricios constantes,
Sud-Americanos,
Amigos, hermanos
En cordura y valor siempre triunfantes;
Con entereza.
30 EL PARNASO ORIENTAL.
Heroicas legiones
Que al Perfi victorias,
Libertad y glorias
Lleváis, dando por leyes condiciones:
Diamantinos pechos,
Que al audáz tirano
Con espada en mano
Disputáis de la Patria sus derechos;
; Nunca infortunado
El hádo os estreche !
Tampoco os despeche
Algún pequeño triunfo del malvado í
A un triste accidente
Vuela una ventura :
Suerte y desventura
También hemos tenido en el Oriente.
En asédio ddro
Yo vi k mis paisanos
Presentarse ufanos,
Y estrecharse animosos contra el múro.
Lloraban la suerte
De aquel destinado
Tal vez por el hádo
A recibir con gloria honrosa muerte.
En la pena mudos,
Si un poco descansan
EL PARNASO ORIENTAL, 31
Furiosos se avanzan
Presentando sus pechos por escudos.
Cajas dentro.
Pero el parche suena
Y el deber me llama,
El pecho se inflama
Y á presencia del gozo huye la pena. [VaseJ
Música bélica : se correrá un telón que hasta este acta debe
cubrir el resto del bosque: varios árboles, uno con elpa-
hellon de la Provincia, y saldrán por entre ellos 16 sol-
dados, 14 con fusiles, 2 sin ellos, y algunos mal unifor*
modos : los formará delante de los árboles un sargento*
y quedarán descansando sobre las armas. La música
habrá tocado todo este tiempo : el Oficial dirá señalando
á ellos.
¡ Hélos allí á los valientes hijos
De la Patria, mis caros compañeros 1
¡ Desnudos, con miserias y fatigas,
Pero de heridas y de honor cubiertos!
¡ A los que presididos de mi espada
De constancia y valor dieron ejemplo,
Y entre el canon, la muerte y terrorismo
El ponderoso yugo sacudieron !
¡ Salud amigos ! ¡ Salud almas libres !
i Hijos dignos del Sud, que combatiendo
32
EL PARNASO ORIENTAL.
Por la causa mas justa de los hombres
Libertáis de tiranos nuestro suelo !
Proseguid, proseguid : siempre mi brazo
Estará con vosotros, y mi aliento.
Seis años de fatigas, y de glorias;
Seis años que olvidados del recréo
De nuestro hogar, esposas, tiernos hijos
Corremos las campañas cuando Fébo
Con sus ardientes rayos nos aflige,
O cuando el aquilón en crudo invierno
Derriba plantas, árboles, y troncos
Y el campo delicioso deja yermo;
Seis años nonos bastan, bravos héroes:
Aun es fuerza pelear con gran denuedo:
La América del Sud nos dio su cuna;
Y su causa ardorosos defendiendo,
Nuestra existencia, nuestros intereses
Es de justicia que sacrifiquemos.
Quien falta á sus deberes pierde al punto
Toda la dignidad de su? derechos.
;Cuál tendremos nosotros á la Patria
Sin retribuirle cuanto le debemos?
De nuestro horror al yugo, nadie duda ;
¿ Quién no nos vio con el luciente acéro
Lidiar el treinta y uno, y el catorce
Do sangre, y humo, y de sudor cubiertos ?
EL PARNASO ORIENTAL. 33
¿ En la terrible acción dada en las Piedras
Nos vio retroceder el monstruo fiero ?
Del Paraná las náyades alegres
La acción celebran, cuando en Sari Lorenzo
Perdió el tirano; y luego bulliciosas
Tienden por la planicie sus cabellos.
Amigos, los trabajos en nosotros
Asombramos no deben, y escediendo
En tesón al famoso, al gran Leónidas,
Redoblemos las glorias y el esfuerzo.
La vida muelle y el colchón de rosas *
Huya á la vista de un audaz guerrero,
Que no es justo sus miembros se recreen
Mientras que brazos pide el patrio-suelo.
Música : el Oficial reconocerá á los soldados desarmados
arrancará de un árbol dos varas en las que se enluts-
tarán dos cuchillos, y ellos volverán á su formación.
Mas no solo el valor y la constancia
Presidir deben hoi nuestros derechos .
Otras virtudes hai, otras virtudes
Que nuestro nombre heroico hagan eterno :
Union sin ambición, filantropía,
Dulce fraternidad : mirad guerreros
Cuales son los canales que derraman
* Con entereza.
34 EL PARNASO ORIENTAL.
El almo bien á nuestro pátrio-suelo !
¿ Qué males no ha causado la discordia ?
Los dilatados y soberbios reinos
Fueron destruidos luego que este monstruo
Fijó su torva vista, y ceño horrendo !
¡Mirad la historia, y asombraos amigos !
¿Ved á loe valerosos Agarenos
Por siete siglos dominar la I^éria;
Mas desunidos en pequeños reinos
Ceder á la cautela y vigilancia
Del infante Peí ayo y compañeros !
Hernán Cortés con un puñado de hombres
Surca el Océano procurando puerto,
Que el Nuevo Mundo le negára siempre,
A no estar en discordia y fieros zelos
Los hijos de Tlascala y Motezuma;
Y valientes cual simples los primeros,
A Motezuma hicieron crúda guerra
De triunfos coronando al Estremeño,
Y llorando, aunque tarde, el Nuevo Mundo,
Que cediéran por fin á un estrangero !
En el Perú Pizarro, ese vil monstruo
Con sus secuaces cruéles, y perversos
Obtuvo gran poder sobre los Incas;
Porque en gran desunión, observó luego
A Huáscar y jítahuatpa, que engañados
EL PARNASO ORIENTAL. 35
Ambos su vida, y libertad perdieron.
Venid á nuestros dias, ved los males
Que trae la desunión : ¡ved los Chilenos !
Ved .... ¡ el sentimiento amigos *
No dá curso á mi voz, un triste velo
Echar quiero á la historia desgraciada
Que hizo tan gran perjuicio al gran suceso 1
Pero no importa; aun en tiempo estamos t
De reparar los males y los yerros.
¡ Union, amigos, la amistad sagrada
De laureles nos ciña y de trofeos !
Amor á vuestros gefes, fieles hijos,
Gran subordinación, ju&to respeto :
¡ Tiemblen los enemigos cuando sepan
Que la unión nos sostiene en lazo estrecho !
Convidemos con ella siempre ni hombre
Que libre quiera sér, que este derecho
A todos concedió naturaleza :
Cochabambinos fuertes, y Pazeños,
Cordobeses, Salteííos, Tucumanos,
Argentinos y hermanos los mas tiernos
Del resto de Provincias que hoi defienden
La Libertad del Meridiano-suelo,
Con la unión os convida vuestro hermano
* Con sensibilidad.
•\ Con tóno agradable.
6
36 EL PARNASO ORIENTAL.
Que ánsia por estrecharos en su pecho!
Los que por adopción la justa causa
Defendéis, también sois mis compañeros :
Con lábio cariñoso á tí este dia
Me quiero dirigir ¡ amable secso
Interesado en nuestra gloria y pena :
Las que amáis con tesón mis sentimientos
Recibid de mi afecto los servicios,
Ya que ocupo un lugar en vuestro afecto !
j Todos corred que ansioso entre mis brazos
Quiero oprimiros, y admiraros quiero !
Toma el pabellón y dirigiéndose á los soldados dirá :
Mirad el pabellón que esta Provincia
Reconoce por suyo : defendedlo : *
¡Tremóle desplegado en nuestros muros
Símbolo fiel de tan heroico esfuerzo !
Si el tirano intentase arrebatarlo, t
Antes en sangre y muerte se halle envuelto;
El dia se encapote, gima el aire,
La bóbeda celeste al róuco estruendo
Despida rayos, y la triste noche
Aumente su pavor : retiemble el suelo;
Neptúno mande con acento horrible
* Los soldados presentan lab armas» y las preparan,
t Con entereza.
EL PARNASO ORIENTAL. 37
Al Océano que salga de su centro :
Todo tiemble y destruya si se pierde
El pabellón que ufano doi al viento»
¡Viva la faaia, amigos !
Los soldados responderán con una descarga que mandará el
sargento, quedando en su primera posición: cajas y
música con marcha á un mismo tiempo, y concluida, el
Oficial dirigiéndose al pueblo dirá : —
¡ Oh, que gloria !
Sagradas sombras de mis compañeros,
Cenizas frías de hombres inmortales
Del sepulcro salid, oíd mis acentos :
Antes que al yugo la cerviz humille
Asiento y lauro entre vosotros quiero :
Cuando llegue el instante de mis días,
Dejaré á mis amigos el empeño
De estampar en la losa que me cubra
Estos mis liberales sentimientos :
Por libertar mi Patria de tiranos
La sangre derramé: tomad ejemplo.
38 EL PARNASO ORIENTAL.
AL ASOMAR EL SOL,
EN LA MAÑANA DEL DIA 25 DE MAYO DE 1816, FUE SALUDADO
CON UNA SALVA DE ARTILLERIA, Y AL MISMO TIEMPO LOS
ftlñOS DE LA ESCUELA PUBLICA ENTONARON EN LA PLAZA
DE MONTEVIDEO LA SIGUIENTE CANCION.
f DE D* FRANCISCO 4RU7C1IO, * ]
CORO.
Al Sol que brillanfe
Y fausto amanece,
Aromas y cantos
América ofrece.
La lóbrega noche
De la servidumbre
* Oriental.
EL PARNASO ORIENTAL.
39
Huyó de la lumbre
Del Fébo de Mayo;
Y al vér su carrera
La infame opresión,
Sionte turbación
Tristeza y desmayo.
CORO.
La Patria despierta,
Y su rostro hermoso
Baña luminoso
El rayo solar.
La sorpresa priva
De acción al placér,
Llegando á entender
Que ha sido soñar.
CORO.
Observa á sus hijos
Que en torno la abrazan .
Como despedazan
Sus gruesas cadenas.
La dicen ¡ oh Madre !
Llegado es el día
De honor y alegría;
Cesáron tus penas.
CORO.
40 EL PARNASO ORÍENTAL.
Cíñete festiva
El manto de estrellas,
Y de flores bellas
Adorna la sien.
Recibe en tu séno
De fecundidad
La alma Libertad,
El Supremo Bien.
CORO.
Ya los pajaritos
De matiz ornados
Cantan arrobados
Tu feliz natál.
Modulando trinos
Con gracioso ahinco
Al gran veinticinco,
Al dia inmortal.
CORO,
La alígera Fama
De una á otra Zona
Festiva pregona
Nuestro gran destino :
Y los pueblos libres
Al punto se inflaman
Y con gloria esclaman :
¡ Anuncio divino !
EL PARNASO ORIENTAL. 41
CORO.
Los siglos venéren
Del ástro la gloria,
Que vio la victoria
De la humanidad
Y siempre que asóme
Su faz refulgente
Diga reverente,
La posteridad :
CORO.
Al Sol que brillante,
Y fausto amanece,
Aromas y cantos
América ofrece.
42
EL PARNASO ORIENTAL.
LAS INSCRIPCIONES SIGUIENTES
ESTABAN COLOCADAS EN EL PEDESTAL DE UNA HERMOSA PI-
RAMIDE ARTIFICIAL, FORMADA Elí CELEBRIDAD DEL ANI-
VERSARIO DEL 25 DE MAYO DE 1816, EN tA PLAZA DELA
CIUDAD DE MONTEVIDEO.
[ DE P> BARTOLOME HIDALGO * ]
Llegó el veinticinco, y al instante
¡ Oh Sud-Americanos !
Desparecieron grillos, y tiranos,
Y el dia mas brillante,
Que el Meridiano suelo visto habia,
Cual vosotros también resplandecía.
Ved el gran Mayo bravos Orientales;
Mirad á Mayo hermoso,
Siempre esplendente, siempre magestuóso
Con latiros inmortales :
Himnos cantad á su eternal memoria,
Y su nombre gravad en vuestra historia.
* Oriental.
III.
Temblad tirano*, dijo Mato augusto,
Respetadme tiranos;
¥ vosotros ¡ oh Sud-Amencanofi i
Vivid ya sin disgusto;
Temed sangrientos, que mis rayo* vibre»
Que aunque algún día esclavo» ya soi libro.
IV.
La Libertad á nuestro patrio-suelo
Descendió en carro de oro;
Rompió el horrible yugo, calmó el UórO,
Y alegre se vio el cielo»
Y al disputar los meses esta gloria
Dijo la libertad : Mayo y victoria»
44 EL PARNASO ORIENTAL.
HIMNO
A LA AÍEBTüfcA DE LA BIBLIOTECA DE MONTEVIDEO EL 20
PE MAYO DE 1816.
[ DE D. FRANCISCO ARAUCSO. * ]
CORO,
Gloria al nümen sácro
Del feliz Oriente^
Que erige á Minerva
Altar reverente.
Ya se abren las puertas
De la ilustración,
Que artéra opresión
Tres siglos selló ;
Mantuvo entre sombras
Su império ominoso,
♦ Oriental.
EL PARNASO ORIENTAL. 45
Vino Mayo hermoso
Y las disipó.
CORO.
Del Ubre sistema
Fundamento estable
Será el memorable
Civil instituto,
Dó á sus hijos tiernos
La Patria prepara
De la ciencia clara
Cultivado fruto.
CORO,
Noble empresa ha sido
Tras tantas penurias,
De la guerra injurias
Monumento tal,
Que honra la memoria
Del siglo ilustrado,
En que le ha elevado
El pueblo Oriental.
CORO.
¡Salve Biblioteca!
Tallér del ingénio,
Escuéla del génio
Vida del sabér:
40 EL PARNASO ORIENTAL
Colmada te miras
De preciosos á6m¡s
Y jamas pregones
Del tiempo el poder
CORO»
Del feliz Oriente,
Qtee erige ú Mimrvm
JÜtar reverente*
KL PARNASO ORIENTAL. 47
HIMNO ORIENTAL
[ ANTIGUO. ]
[ DC D. BARTOLOME HIDALGO * ]
CORO.
A campaña^ Su d-Jl mejicanas,
Oíd */ ico del Ubre Oriental;
JÍ campaña^ que un nttevo tirano
Subyugarnos quiere á Portugcti.
Sangre, luto, liantes y mas sufrieron
Los valientes nativos del Sud;
Gloria, nombre, Patria y mas ganaron
Por su esfuerzo, constancia y virtud;
Libres, libres clamaban ufanos
Y la Fama que libres oyó,
Llevó el eco de un Polo á otro Polo
Y el tirano del eco tembló.
• Oriental.
48 EL PARNASO ORIENTAL.
CORO.
¿Y es posible que estando tranquilos
Disfrutando nuestra libertad,
Y ofreciendo al portuguez vecino
Nuestros bienes y nuestra amistad,
Quiera ahora robar nuestras casas,
Nuestros campos venir á talár,
Y sedientos del oro y riquezas
Nuestro suelo querer usurpar ?
CORO*
¡ Miserables ! La espada y la muerte
Os esperan, la rabia y furor :
En Oriente ya no habrá tiranos,
Es la muerte partido mejor.
Hombres libres de nuestras Provincias
Las legiones del Sud animad,
Y soberbias que entren en la lficha,
En la lucha de la Libertad.
CORO.
Por convenio de Fernando el triste
Se ha resuelto esta guerra empeñar,
Y esta Banda Oriental es la présa,
Que el inicuo quiere devorar.
Portugueses volved las espaldas,
El consejo del justo atended :
EL PARNASO ORIENTAL, 49
Portugueses, id á vuestros láres,
O el enojo de un libre temed,
coro.
Tiernos hijos, gratas compañeras,
Desechad la congoja y pesar;
Enjugad el patriótico llanto,
Nuestros pechos os van á escudan
La cadena rompióse por siempre,
No mas grillos, ni yugo opresor:
Preparad el laurel y la palma,
Y tejed la corona de honor.
CORO.
¿ Qué os detiene, pérfidos tiranos ?
A rohar nuestros campos venid,
Y veréis á los hijos de Oriente,
Cual se arrojan á la fuerte lid.
Vuestra sangre saldrá á borbotones,
Que los libres luego pisarán,
Y al contorno de tiranos yértos
Esta marcha dulce cantarán.
CORO.
A campaña, Sud-Americanos^
Oíd el éco del libre Oriental;
JÍ campaña, que un nuevo tirano
Subyugarnos quiere á Portugal*
40 EL PARNASO ORIENTAL.
DESPEDIDA
DE Ir AS DAMAS ARGENTINA? A LOS ORIENTALES, CUANDO
ESTOS PASARON DESDE BUENOS AIRES A LIBERTAR SU TAIM f
DOMINADO POR LOS PORTUGUESES EN EL AÜO DB 1825*
SONETO* *
Céda de amor la deliciosa Dama
CuaDdo un grito mas noble, y penetrante.
De las Porteños en el pecho amante
El fuego p&trio abrasador, inflama.
Hoi por vosotros ouestro suelo clama;
Prenda de nuestro amor tierno, y constaate,
Marchad sia vér el llanto que este infltaafr»
De nuestros tristes ojos se derrama,
¡ Adiós ! Vengad la Patria á nuestros brazos
Volveréis algún dia vencedores,
Y mas tiérnos serán nuestros abrazos,
Y mas dulces serón nuestros amores,
Id, y venced; cuando el tirano muera,
El beso en nuestros lábios os espera.
* De incierto autor*
EL PMWASO ORIENTAL. <ft
CANCION GUERRERA.
PUBLICADA EN BUENOS AIRE» AL DECLARAR LA GUERRA AL
BRASIL, Y A CONSECUENCIA DEL GRITO DE LIBERTAD
dado por Loa ORIENTALES.
/ A lA guerra, á la guerra 1 Argentinos !
Que la Patria y la gloria os Uamaron,
Yes tm Dil quien no acude á su voz.
De la raza funesta de reyes
Abortó Portugal un tirano,
Que ambicioso se lanza al Océano,
Y altaneío estas playas holló,
* Argentino.
[ DE 1>. JUAN CEÜZ VAJHSLA* * ]
CORO.
53 EL PARNASO ORIENTAL.
Al escándalo nuevo y horrible
De mirar en América un trono,
En los libres renace el encono
Que esa estirpe fatal inspiró.
coro.
Sorprendido, impotente, doblaba
El Brasil la cerviz orgullosa,
Y el tirano con piante ominosa
De sus hijos el cuello pisó.
Engreído del pérfido triunfo!
No bastó una nación á su enojo,
E insolente con bárbaro arrojo
Nuestra Patria en su furia insultó,
CORO*
El valiente Argentino dormía
A la sombra de palma y laureles,
Que otra vez en batallas cruéles
De la garra arrancó de un León,
Pero al grito feroz del agravio,
Despertó del letargo profundo,
Y una voz repitió por el mundo :
Ya está en pié la terrible Nación.
CORO.
Agitóse el gran Rio del Plata,
Y sus ondas zañúdo moviendo,
EL PARNASO ORIENTAL. 53
De rivera en rivéra cundiendo
Iba en ellas el nuevo furor.
En los hijos de Oriente, oprimidos
Esta llama encendióse primero,
Y afilaron el fúlgido acéro
Que brillar no se vio sin honor.
CORO.
Mas bien pronto en el suélo Argentino
Derramóse el furor de matanza,
Y el valor, excitado á venganza,
De pavor al tirano llenó.
Sin consejo, su cétro ominoso
Por la lanza cambió de Mavórte,
Y abandona su pérfida corte
Porque el trono temblando sintió.
CORO*
¡ Argentinos valientes, al arma !
Que la trompa sonó de la guerra,
Y no imptíne profáne la tierra
De los reyes un vástago vfL
El conduce á morir sus esclavos :
Morirán; mas nosotros marchemos,
Y, pisando sus cuerpos, gritémos
; Libektad, Libertad al Brasil!
54 EL PARNASO ORIENTAL.
CORO.
Hoi de tanto guerrero Argentino
Se conmueve la tumba gloriosa,
Y, arrojando la frígida losa,
Se presentan con nítida fáz.
Ellos gritan : "Tomad nuestra lanza,
„ ¡ Oh vivientes ! Seguid nuestro ejemplo,
„ De la gloria inmortal es el templo,
„ Y la vida un momento fugáz."
CORO.
Reposad, reposad, raza de héroes*
Vuestro ejemplo al honor nos convida;
De la. Patria, á quien disteis la vida
Vuestros hijos son hijos también.
Hoi por fin* nos unió la venganza;
A vencer al tirano volamos,
Y volver de la lid os juramos
De laurél coronada la sien.
CORO.
¡ Argentinos, unión ! y marchemos*
A humillar a] tirano insolente
Que usurpo nuestros campos de Oriente,
Y preíeade véja* la Nación.
Escarmiente, ese. déspota altivo*
EL FAEWASO ORIENTAL. 55
Que á insultar nuestra Patria se atreve,
Y que lejos de América lléve
A los reyes la horrible lección.
CORO,
Argentinas hermosas preparan
El jazmín, la azucena, y la rosa,
Con que adornen sus manos la fosa
Del valiente que espire en la lid.
Pero no : que preparan coronas
Con que ciña su frente el guerrero,
Cüando envaine triunfante el acéro
Que hoi tremendo se mira lucir.
CORO.
/ A la guerra, á la guerra, Argentinos !
El acéro empuñad vengador;
Que la Patria y la gloria os llamaron.
Yes un vil quien no acude á su voz.
56 EL PARNASO ORIENTAL.
A LA VICTORIA COMPLETA
CONSEGUIDA POR LOS BRAVOS ORIENTALE» SOBRE LAS FUER-
ZAS BRASILERAS, EL DIA 12 DE OCTUBRE DE 1825, EN ÍL
LUGAR LLAMADO LA ORQUETA DEL SARANDÍ.
ODA.
I ȣ D, JUJJtf CRUZ TARELA. * }
¡ Pueblos oíd ! ¡ Escarmentad tiranos !
La venganza que toman las naciones
De los que insultan sus sagradas leyes.
Es la justicia que el Omnipotente
Hace de los delitos de los reyes.
* Argentino,
EL PARNASO ORIENTAL. 57
La cadena de ferréos eslabones
Con que está siempre atado el viejo Mundo,
Al pié de un insolente
En silencio profundo.
En una época horrible, y ja distante,
Se tendió mas acá del mar de Atlante*
Un día se trozó; y el mismo día
Se vio en los Cielos, aunque tarde, justos,
Un letrero de lumbre que decía ;
" Los decretos augustos
„ Del único señor de los humanos
„ hacen libre la América por siempre,
„ Y abandonan la Europa á los tiranos. 11
<*Y el Brasil? ¿ El Brasil cómo consiente
Que en infáme sitial llamado trono,
Un déspota lo insulte,
Y en medio de la América se siente ?
Mas ¡ como consentir í Ya el truéno rueda
En la cabeza del monarca intruso;
Y en la Banda Oriental del Rico Rio
El rayo ya estalló ! Bien corto queda,
Bien corto el tiempo; y el presagio mío
Tendrá su cumplimiento.
¡ Hombres oprésos ! Recobrad aliento,
Alzada alzad las vengadoras manos;
2 Pueblos oíd ! ; Escarmentad tiranos !
5
68 EL PARNASO ORIENTAL.
¡ Dia de salvación y complemento !
Ya amaneciste en Sarani>í ! ¡ Orientales!
¿ Qué genio os inspiró ? <? Qué génio vino
A escribir nuevamente los anales
Del hombre libre y su feliz destino,
Con sangre de opresores ?
¿ Con sangre destinada á una venganza,
Por vosotros, humanos, no deseada,
Por ellos inhumanos provocada?
Hélos ya bajo el filo- — Usurpadores,
¿ Do está vuestro poder? ¿No éra que un diu,
Cuando recien el germen se movía
De abrasadora guerra,
En el silencio de domada tierra,
Vuestra faz altanera
De sonrisa insultante se cubriéra ?
Probad, probad ahora
Cuanto es de fulminante y vengadora
La espada que alza el Oriental valiente;
Ved como sabe de laurél de triunfo
Ceñir la enhiesta frente,
Y vengarse con muertes á millares
De un solo insulto á sus patérnos láres.
Abrete, historia, y múestra en qué regiones,
En qué época del mundo, qué naciones
Presentaron jamas un grupo aislado,
EL PARNASO ORIENTAL. 59
Desvalido, indefenso,
De hombres que atravesando un rio inmenso.
Hasta la orilla opuesta se lanzaron,
Y el fuerte grito de la guerra alzaron?
Era su Patria aquella; era su patria,
A esclavitud horrible condenada,
Y á los Americanos
Ser patriotas les basta, y ciudadanos.
¡ Oh querer eficaz del hombre libra !
Ellos pisaron su natál orilla,
El suelo pátrio con dolor besaron,
Y, al alzar la rodilla
Que del Eterno ante la faz doblaron,
O pronta muerte 6. Libertad juraron.
Todo el Oriente se inflamó al momento
En el fuego sagrado
Que Libertad enciende,
No lleva tan veloz el raudo viento
En los estivos meses
La llama abrasadora, cuando prende
En los secos despojos de las miéaea.
Y la lid empezó. Pero empezada,
¿ No la veis acabar ? ¡ Cuanto sepulcro
En Sarandí ee ha abierto! Un solo instante
Vio las terribles háces opresoras
Ufanas, engreídas,
60 EL PARNASO ORIENTAL.
¥ el mismo instantes las miro perdidas.
Asi triunfan los libres: el amago
No puede distinguirse del estrago.
; Heróes f Si este renombre»
Siempre dado al guerrero,
Pero quizá no siempre verdadero,
Ha sido alguna vez digno del hombre,
Es hoi cuando mi musa reverente
De adulación agéna,
Con él saluda de entusiasmo llena,
A loa ínclitos hijos del Oriente.
EL PARNASO OMENTAL*
CAMPANA DEL EJERCITO RUPTJ*
BLICANO AL BRASIL, Y TRIUNFO DE ITÜZAINGD.
i DE D. JUAN CRUZ VARELA. * j
CAN» URICO.
Las barreras del tiempo
Rompió al cabo profétiea la mente,
Y atónita se lanza en lo futúro,
Y la posteridad mira presente.
¡ Oh porvenir, impenetrable, oscuro !
Rasgóse frl fin el tenebroso velo
Que ocultó tus misterios á mi anhelo :
Partióse al fin el diamantino muro
* Argentino.
&t EL PARNASO ORIENTAL»
Con que do mi existencia dividías
Tus hombres» tus sucesos, y tus días.
Mil siglos ya volaron
Ante los ojos míos; mil naciones
Con ellos perecieron;
Y otras generacioAes,
Y otros impérios á la vez nacieron :
Empero la República Argentina
Se salva sola en tan inmensa ruina. *
Presente allá en las pósteras edades,
Yeo que no ha quedado ni memoria
De Griegos y Romanos r otra historia
De admiración embarga el Universo;
Otros hechos sublimes, otros nombres
Miro allí consignados
En las lineas fatídicas del verso,
Y en páginas etérnas; y los hombres
Los pronuncian de asombro penetrados,
Y en respeto profúndo,
Por los inmensos ámbitos del Mundo.
No suenan las Termopilas, los llanos
De Maratón no suenan;
* No se olvide que este cauto fué hecho en una época, en
4U* el Estado Oriental del Uruguay hacía parte integrante de
la República A rgentina. [Nota del Editar.]
EL PARNASO ORIENTAL, 63
Platéa y Salamina
Cual ai no fueran son; y ya no llenan
Leónidas y Temístocles el Orbe;
Que otra gloria mas ínclita domina,
Y la atención del Universo absorve.
Esos nombres ilustres se eclipsaron;
Los de Alvear y de Brown los reemplazaron;
Y en todos los anales de la guerra
Ituzaingó y el Uruguay escritos!
Enseñan á los reyes de la tierra
Que los Libres no sufren sus delitos.
Descended ácia mí, numen del cánto,
Mientras el génio de la historia corta
La pluma de oro, que á la tierra deje.
Cual yo la miro en el momento absorta*
Mientras jáspes, y mármoles, .y bronces
El buril no penetra,
Y á los siglos de entonces
Gravada pasa indestructible letra;
O mientras en estatuas colosales
El Mundo no conoce todavia
Esos Republicanos inmortales
Que dieron glorias á la Patria mía,
Descended ácia mí, mimen del canto;
Y, si un mortal feliz pudiese tanto,
Mi verso irá por cuanto Fébo dora,
64 EL PARNASO ORIENTAL.
Del Austro á los Triones,
Y, loido en las playas de Occidente,
Llevado por la Fama voladora,
Admirará después á las naciones
Que reciben la lumbre refulgente
Del rosado palacio de la aurora.
Sepultado en el báratro profúndo,
Y respirando rencorosa saña,
Porque ya no asolaba el Nuevo Mundo,
Como cuando triunfamos de la España,
El monstruo de la guerra concitara
A la ambición sedienta;
Y la ambición sangrienta,
Que del monstruo los ecos escuchára
A la Venganza en su socorro acude:
La Venganza sus crímenes prepara,
La Discordia sus vívoras sacude,
Y su grito feroz hinche el Avérno.
Estos genios del mal Juego quebrantan
Las ciérnales puertas del infierno;
Con hórrido alarido el Mundo espantan,
Y al Brasil se lanzaron,
Y el estruendoso carro despeñaron.
Entónces ese déspota insolente,
Que en el Brasil domina,
Tiende á los bellos campos del Oriente
EL PARNASO ORIENTAL. 65
Una mano alevosa y asesina;
Y con euojo horrible» y bronco tono,
41 No puede ser [clamó] que el Argentino
„ Así se burle de la voz del trono,
„ Y tenga mas poder que el del destino.
„ El mió es dominar un Hemisferio,
„ Que tubo la osadía
„ De aspirar á ser Ubre en algún día;
„ Ni basta á mi ambición mi solo inipério "
Asi dijo el tirano; pero escrito
Estaba ya en el alto Firmamento
Con caracteres ígneos su delito,
Con caractéres ígneos su escarmiento :
Escrito estaba; y de la voz divina,
Del fallo irrevocable, el cumplimiento
Confióse á la República Argentina.
Ella llamó á sus hijos, y sus hijos
El flamígero acéro descolgaron,
Esos mismos acéros, que algún día
Las falanges Ibéricas segaron,
Cuando otro rei imbécil nos quería
Arrebatar la independencia cára,
Y que el baldón de América durára.
Ya tremolando por el aire veo
Aquel mismo estandarte,
Que entorno á la infeliz Montevideo
66 EL PARNASO ORIENTAL.
Pascaba fiéro el sangriento Marte,
Cuando el muro cercaba
Que de España las huéstes encerraba. *
Ya las voces escucho
De los mismos guerreros
Que fueron el terror de los Ibéros
En Pichincha, en Junin, en Ayacúcho;
Guerreros Argentinos, que llevaron
Triunfantes sus banderas,
Desde la márgen del ondoso Plata
Hasta el opimo Chile. Las barreras
Etémas de los Andes so allanaron
Al terrible marchar de los campéones :
Parten de allí, cual rayo, á otras regiones,
Y con igual decoro
En el Perú la espada desnudaron,
Y de sangre enemiga la lavaron
En las corrientes del Rimac sonóro.
El Ecuador los vio, Quito amagada
Miró Argentinos, y quedó asombrada :
Y hélos de nuevo aquí, y arder de nuevo
En bélico furor toda la tierra ;
* Alude el Poéta en este verso á la ocupación de esta plaza
por las tropas españolas, á pesar de los esfuerzos de los heroi-
cos hijos de Oriente para evitarlo. [Nota del Editor.]
EL PARNASO ORIENTAL. 67
JtiBto rencor á la Nación com mueve,
Justa venganza cada pecho encierra;
¿Y quién es el valiente qne so atré«e
A conducir Jos bravos á la guerra ?
¿ Cuál es el general, que en sí confía?
¿Cuál es mas fuerte, si el acéro blande?
¿ A quién la Patria sus venganzas fía?
<¡ Cuál es el héroe, que á los héroes mande ?
Alvear se presentó i toda la huéste
Con Víctores festivos lo aclamaba;
/ Este es el vencedor, elgénio es éste !
Y sus triunfos la huéste presagiaba.
La espalda en tanto del inmenso rio
Las náos Brasileras
Oprimen formidables y altaneras;
Y en vano, en vano, en belicoso brío
Arde la capital, los campos arden*
¿ Cómo atraviesan á la opuesta playa
Los valientes de aquí, que, cuanto tarden,
Crece el peligro en que la Patria se halla?
¡ Tardar ! No lo consiente
El marino impertérrito, terrible
Que sintiéndose intrépido, invencible,
Se decide á forzar á la victoria
A que empiece á tejerle la corona,
Con que algún dia en Uruguay las sienes
10
68 EL PARNASO ORIENTAL.
Le adorne del laurél con que blasona.
Alzóse Brown en la barquilla débil,
Pero no débil desde que él se alzára,
Y la espumante proa,
Dividiendo las ondas cristalinas,
Convierte al enemigo vencedora;
Lo arroja de las aguas Argentinas,
Y en un combate, y mi!, al Mundo enseña
Que el poder es ser bravo, y que fortuna
Del sublime valor, que la desdeña,
No tiene en las hazañas parte alguna.
Mientras contra la fuerza y el Destino,
Brown combatía la tremenda flota,
Quedaba libre el líquido camino;
Y á la playa remota
Volaban las legiones animosas,
Que al causador de tan inicua guerra
A mostrar iban ya que las banderas
De la Pátria flameaban victoriosas,
Lo mismo que en las aguas, en la tierra.
" ¡ Salud, Banda Oriental ! j Salud campeones,
„ Que desde Sarandi poseéis la gloria !
„ Fué vuestro primor paso una victoria,
„ Vuestro ensayo primero hundir legiones :
„ Ya la Patria os saluda;
» Sus hijos sois; y, uniendo el Occidente
EL PARNASO ORIENTAL. 69
„ Su esfuerzo, á los esfuerzos del Oriente,
„ Vuestros hermanos manda en vuestra ayúda*"
Tal dijo Altear, cuando pisó la playa
Opima, fértil, de riqueza llena,
Que fué la presa de ambición agena,
Y que ya libre para siempre se halla.
Otra vez os imploro,
j Oh númenes del canto !
Pulsad mi lira con el plectro de oro f
O borro el verso que no alcanza á tanto»
Oiga yo resonar :::::: ¿ Mas qué interrumpe
El éco celestial de la armonía ?
¿ Quién en voces horrísonas prorrumpe,
Y destruye su grata melodía ?
¡ Ai ! Que sonó la trompa
La ronca trompa del feroz Mavorte,
Y en belicosa pompa
Se desprendió del campo la cohorte.
¡ Oh madres Argentinas ! Contra el pecho
Oprimid, oprimid el tierno infante,
Que ya no tiene padre en adelante :
¡ Esposas ! Empapad el yerto lecho
En llanto de dolor, que ya partieron,
Y la horfandad, y la viudéz amarga
lia marcha del soldado precedieron*
Derramando tras sí miseria larga.
70 EL PARNASO ORIENTAL,
Pero no; presentad á vuestros hijóa
El valor de bus padres por modelo,
Y dejad á las madres Brasileras
Llanto sin fin, inacabable duéto;
Que sus hijos caerán en las hiléras
En grande muchedumbre,
Cuando el filoso acéro córte un día
El encorbado cuétlo, qüe sufría
El yugo de oprobiosa servidumbre.
¡Tirano del BraBÜ I Ya nuestros bravos
Traspasaron el límite anchuroso
Que divide la tierra de loa libres
De la tierra infeliz de ios esclavos.
Ahora es el tiempo de que el rayo vibre*
Con que nos amagabas jactancioso,
Cuando inmensos distancias separaban
Ejércitos, y ejércitos; ni Márte
En toe campos plantaba su estandarte,
Ni nuestro Sol tus Aguilas miraban.
¡Tirano del Brasil ! ¿ Adonde f adóode
Los ministros están de tu venganza ?
¿ O cuál es el lugar en que se eseóode t
Huyendo de la bárbara matanza,
Ese gttfpo venal, en cuya frente
Miro la marca del esclavo nnprtea,
Afrentando el valor del combatiente f
EL PARNASO ORIENTAL. 71
¡ Déspota ! Tú, que perpetuar pretendes
La usurpación de una Provincia agena,
¿ Tu mismo patrimonio no defiendes ?
¿Y cuáles el poder do que blasonas.
Si apenas nuestro intrépido soldado
El umbral del Imperio ha traspasado,
El suelo del imperio le abandonas ?
¡Oh Dios! ¡Y aquesto es reí! Y un pueblo entero
Su honor, su suerte, su vivir le fía !
Si; pero ya no roas; que llega el día,
En que corona y cetro: : : :: ¿ Mas la sierra
No es que, tronando, en derredor retumba,
Y el eco clamoroso de la guerra
Hinche U esféru, y por los aires zumba?
¿No es que el casco y la lanza de Belona,
Allá en la cima del lejano monte,
Brillar se miran, cual nimbosa Luna,
Cuando sube sangrienta al horizonte ?
Sí; que yo veo la cavérna oscura
Preñada de armas y hombres;- sin lanzarlos,
Si no van nuestros bravos á buscarlos
Al mismo pié de la fragosa altura :
Asi Tesandro, y Menelao, y Epeonte*,
Y Neoptoleino, y el astuto Griego,
Para envolver en una noche infanda
La ciudad de Nepluno en sangre y fuego,
72 EL PARNASO ORIENTAL.
Calcularon la estúpida confianza
Con que hasta el pié del pérfido caballo
El Troyano imprudente correría,
Y, sin temer la bárbara asechanza,
A su sombra tranquilo dormiría.
Pero asi no será; pwque el guerrero
A quien confió su libertad la Patria,
Si es que aprendió de Marte
Frió valor en el combate fiero,
No osténtamenos el saber y el árte
Con que preveé, dirige, determina;
Yol arma del soldado, su ardimiento,
£1 tiempo, la distancia, el movimiento,
Y las dos fuerzas, y el lugar combina.
Desde este dia, Al vea a, tu nombre au l :nta
La lista de los grandes generales,
Que ya la historia de la güera cuenta,
Y á que tributa honor en sus anales.
¡Talprémio ha merecido tu pericia
En el árte fatal de la milicia !
¡ Fatal y necesario ! Derramado
Por la eatension desierta,
Donde horrorisa la natura muerta,
Nada es que el Sol abrasador hostigue
Al escuadrón valiente,
Y no haya fresca linfa que mitigue
EL PARNASO ORIENTAL. 73
La séd rabiosa, inaplacable, ardiente:
Su gloria es la fatiga;
Y la bóveda espléndida del Cielo,
O déla húmeda noche el negro velo,
El solo techo que al guerrero abriga;
Marchar es su descanso,
Y áridos arenales sus caminos:
Pero tienen valor, son Argentinos.
Abrete, historia, y muéstrame aquel hombre
Que, como de poder por prueba rára,
En Córcega produjo la natura,
Para que el universo se asombrara.
Voluntad eficáz, omnipotente,
Que trastornar el Orbe se propuso;
Y trastornára el Orbe ciertamente,
Y ya la especie humana no sería *
Lo que la hizo el Criador en algún día, #
Si conseguido Napoleón hubiera
Que, como su ambición mandaba al génio,
Su ambición á su génio obedeciera.
Muéstramelo lanzado en su carrera,
Todo el mundo ocupado de admirarlo :
O deja que la olvide, por buscarlo
** El pensamiento que bq eepresa en loa dos versos anotado*
«s de Madama de Staeh [Nota del Autor.]
6
74 EL PARNASO ORIENTAL.
Del Egipto en los bastos arenales,
Seguido de Franceses inmortales.
¡ Oh ! j Cual la Musa se complace ahora
De ver que el mismo verso
Que esa campaña describir podría,
La campana de Alvear describiría !
Y atónito observára el Universo
Que de! gran capitán el gran modelo
No en vano se ha gravado en la memoria,
Y que tenemos gloria
Parecida á la suya en nuestro suelo.
Mas ya salvan el yermo inhospitable
Las huéstes Argentinas,
Y mostraron su frente deleitable
De Vallés las bellísimas colinas.
¡ Brasileros, salud ! Los hombres libre»
Con una mano vuestra mano enlazan,
En signo de amistad; mas con la otra
El acéro fatal con que amenazan
Descargarán, cual rayo, sobre aquellos,
Que al oro vil de un déspota vendidos,
Intenten atrevidos
Su fuerza y su valor medir con ellos.
¡ Brasileros ! Mirad los que pregonan
Su reoombret y sus hechos hazañosos;
Mirad esos soldados que blasonan
EL PARNASO ORIENTAL. 75
Deque armaron sus brazos poderosos
Por defenderos hoi, como abandonan
Al furor militar del estrangero
Vuestro honor, vuestra vida. ¿Y qué sería
De vosotros ¡ oh pueblos ! este día
Si el argentino acéro
Fuese instrumento vil en viles manos
De la ambición fatal de los tiranos?
¿ Qué hacéis, que hacéis, soldados,
Que ya no descendéis de la alta ctirabre,
Y, por estas llanuras derramados,
Ostentáis vuestra inmensa muchedumbre?
¿Todo el tesoro que Valles encierra
Abandonáis así ? ¿ No sois testigos
De que recogen ya los enemigos
Las ansiadas primicias de la guerra?
¿Y están entre vosotros los valientes
Que allá en el Volga y en el Rhin bebieron,
Y, á la ambición y al despotismo fieles,
A playas remotísimas vinieron,
En demanda de gloria y de lauréles?
¡Que ! No hai audacia en el feroz Germáno,
Y audacia no hai en el Sicambro fíéro,
Para bajar al llano
Cou ímpetu guerrero,
Y que triunfe el valor y no la suerte,
11
76 EL PARNASO ORIENTAL,
En los campos horribles de la muerte ?
jVano esperar ! Ni en la enriscada altura
Defendidos se creen. Asi acosada
Del veloz cazador tímida cierva,
Mas y mas se enmaraña en la espesdra*
Y aun su pavor conserva,
Ya del venablo y del lebrel segura*
¡Ministros de un tirano!
Mirad, mirad la marcha triunfadora
Con que avanza la hueste vencedora,
Conquistando los pueblos del Imperio?
Pero, ¡que conquistar! despedazando
Los grillos de oprobioso cautiverio,
Y por todo su tránsito sembrando
La semilla del árbol que algún dia
Cubra todo el Brasil, como ha cubierto,
Del frío Septentrión, al Medio-dia,
El suelo que Colon ha descubierto. *
Pero Alvear, persiguiendo á la victoria.
Quiere que el lauro de la lid le brinde;
Y en vano, en vano San Gabriel se rinde,
Que un pueblo sin defensa es poca gloria.
Como cuando retiembla el pavimento,
* Esta profesía del autor del canto, ae ha realizado al pié
de la letra; parece, que el señor Várela veia lo futúro. [Nota
del Editor.)
EL PARNASO ORIENTAL. TI
Del fuego subterráneo conmovido,
Y el rio, en encontrado movimiento,
O retorna al lugar donde ha nacido*
O, en curso desusado,
Baña los campos que no había bañado:
Asi retiembla ia campana en torno
Bajo el pié del alípedo caballo;
Y así en várias y opuestas direcciones
Corren los formidables escuadrones*
Y ya la falda de la sierra tocan
Que inespugnable al enemigo abriga,
Y ya vuelven al llano y lo provocan,
Sin perdonar trabajo ni fatiga*
¡ Campos de Ituzaingó! Los que valientes
Bien prontamente os cubrirán de gloria,
Y harán que se conserve entre las gentes
Con asombro y honor vuestra memoria,
Hoi se ven precisados
A simular temor, y retirarse,
Por probar si se atreven á lanzarse
De la sierra esos tímidos soldados :
Pero tiemblen del bárbaro escarmiento
Con que habrán de pagar en algún dia
La torpe y degradante villanía
De obligar á un valiente al fingimiento.
Asi lo dijo Alveak, y á los campeones
T8 EL PARNASO ORIENTAL.
Abrasados en sed de la venganza,
Ordenó que siguieran sus pendones
Hasta el campo feroz de la matanza.
El enemigo entonces se alucina,
Equivoca el temor con la destreza,
Y recien abandona la aspereza,
Cuando cree que el contrario huye cobarde*
5 Infelices ! Marchad; la muerte espera;
Para saciar su saña nunca es tarde;
Y ella os va a sorprender en la cartera*
El Sol sepulta en tanto
Su carro esplendoroso en Occidente,
Y abandona el olimpo refulgente
A la enlutada noche : el negro manto
Cubre la frente de la Luna clara,
Y el trémulo brillar de los Luceros,
El horror que en el campo se prepara,
Y el bélico furor de los guerreros.
En la densa tiniebla de la noche
Mil sombras pavorosas divagaban,
Cuyo lamento y meseros gemidos
Las buéstes enemigas aquejaban;
Y, por lúgubres écos repetidos,
Sangre, horrores, y muerte presagiaban*
Pero al campo Argentino
No asi el pavór cubría
EL PARNASO ORIENTAL, 79
En tan terrible noche : de contino
Alvear por la* legiones discurría;
Y ora dispone que escuadrón tremendo
Siga á Lavalle en su feroz avance,
Ora elige el lugar de donde lance
El tronador canon su globo ardiendo:
Este es el sitio que el infante guarde,
Aquella el ala que primero parta,
Aquí la muerte una falange aguarde.
Allá la muerte otra legión reparta.
Frío y seréno Alvear, ordena todo,
Y todo lo prevcej no de otro modo
Que, si en lugar de la batalla fiéra,
La fiesta de su triunfo dispusiera.
La terrorosa espectacion del dia
Hace cesar el Sol ; y el Brasilero,
Que en fuga vergonzosa nos creía,
Atónito, azorado,
Mira á su frente al enemigo fiero,
A espantable venganza preparado,
j Oh dia de prodigios y de horrores !
¡Dia de luto, asolación, y llanto!
No, no te puede celebrar mi canto :
Perdonadme, terribles vencedores ;
Eate asunto no es mió ;
Toma tu trompa, canorosa CIío,
60 EL PARNASO ORIENTAL.
Antes que loa mortales
La industria de matar adelantaran,
Y el rayo á las esféras celestiales
Atrevidos robáran,
Y en los hórridos bronces !o encerrártti;
Con no menos furor, con menos árte f
A ios campos de Márte
Los feroces guerreros descendían
En silencio espantoso, y mas de cerca
Mas segura la muerto repartían.
Así en Ituzaingó, silencio horrible
Reinaba en toda la estension del campo,
Y con paso terrible,
Y con seréna frente,
Se acercaba uno al otro el combatiente.
La presencia del riesgo, la certéza
De muerte inevitable,
Si en la lucha sangrienta no vencían,
Infundieron valor, dieron fieréza
A los mismos soldados,
Que, en las breñas poco antes abrigados,
Parecían un grúpo de indolentes,
Tímidos, pusilánimes, indignos
De matar y morir entre valientes :
Browpí á su frente está ; y él solo faéra
El digno contendor que Alvear tuviéra.
EL PARNASO ORIENTAL» 81
Va se acercan las masas condensadaa
De los fiéros Teutones,
De agúdas bayonetas erizadas,
Rodeadas del canon : sus batallones
Múros parecen que moviera el árte ;
Inespugnable múro : no hai guerrero
Tan formidable que contra él se estrelle,
Ni rayos suficientes á abrasarlo.
Ni fogoso bridón que lo atropelle,
Ni pujanza bastante á derribarlo.
£1 valor Argentino solamente
La tremenda falange
Pudiera ver llegar, y no temblara;
Y la vio y no tembló, y ci corvo alfange
Desnudó con que pronto la segara.
Pero el bronce tronó : la muerte fiéra
Subió en su carro á la señal de Márte,
Y se lanzó en el campo carnicera;
El belicoso brúto, al punto parte
Que ya el audáz ginete
Alzó el acéro y le soltó la brida;
Y al ímpetu feroz con que arremeto
Retiembla la campaña combatida.
Y retembló otra vez, que el bronce fiéra.
Lanzando ai rayo con letal destino*
A la implacable muerte abrió el camino i
82 EL PARNASO ORIENTAL.
Saltó la sangre del primer guerrero,
Y otra sangre la venga,
Y ya no hai dique que el furor contenga
De temor que el estrago á la distancia
No tan sangriento séa.
Y de que silve el plomo en la pelea
Sin herir, sin matar, los escuadrones
Se acometen, se chocan, se rechazan,
Y se estrellan legiones con legiones,
Y con mútuo furor se despedazan.
Queda encerrado en el fusil entonces
El plomo matador, callan los bronces;
Y en manos del soldado
El puñal fiéro, y el filoso sable,
La bayoneta, y la tremenda lanza,
Sirven mas al furor de su venganza;
Y, en silencio horroroso y espantable,
Se ejecuta la bárbara matanza.
Sin elección la inapiadable muerte
Ciega revuelve su fatal guadaña,
Y ciegamente hiere; rinde al fuerte,
Ceba en el débil su sangrienta saña,
Y ningún bando es suyo. En la campaña
La sangre amiga y la enemiga sangre,
A raudales hirbientes y copiosos,
Corren mezcladas cual mezcladas correo
EL PARNASO OMSttTAI» 18
Las nguiiB de dos nos caudalosos,
Después que en la confluencia se encontraron,
Y con ímpotu horrible se chocaron.
Golpe ninguno se descarga en Vaftot
Brazo á brazo peléa el combatiente;
Ni hai punta aguda ni tajante acéra
Que no penetre el pecho de un valiente,
Que no ^órte la vida de un guerrero.
De Alvear empéro, la rraon aeréoa
El valor ardoroso dirigía,
Sin ceder al furor que la enagena;
Su ánimo imperturbable no se inmuta?
Y en el confuso cáos mantenía
La inalterable calma del que ordena,
La ardiente intrepidéz del que ejecuta*
Del medio de la lid llamado Brandzev,
" Allí [dijo] el combate es mas sangriento;
n Y nuestra Patria, amigo, esto momento
„ Entre su honor y la ignominia lucha."
No dijo mas. £1 héroe que lo escuchó,
Fiéro, orgulloso de que así lo mande,
Y allí lo envíe donde el riesgo ds granito,
A la aréna con ímpetu desciende :
El rayo está en su mano, y on sus ojos
La llama brilla que el honor encienda
La presemáa de Bíukdzsh k» añojo»
84 EL PARNASO ORIENTAL,
Redobló del soldado : tal un día
Allá á los campos de la antigua Troya
Héctor descendería,
Con un valor igual, con igual suerte
En demanda de Aquilea y la muerte,
Y e! momento llego» La Parca avára,
No satisfecha de vulgar matanza,
Una victima grande señalára : : : : :
Y Brandzen espiro : ; : : : — ¡ Golpe terrible l
¡ Oh Brasileros huestes ! ¡ Mas valiéra
Que tal honor el hádo
En este dia atroz no os concediéra !
La sangre que el campeón ha derramado
Mil vidas vafe, y el estrago horrendo
Recién empezará : : : : : ¡Venganza ! grita
El intrépido Paz, ¡Venganza ! clama,
Ardiendo en ira, el escuadrón tremendo,
Y ¡venganza, venganza! Alvf.ar responde»
Toma «1 rugar de su difunto amigo,
Hondo en e) pecho el sentimiento escande,
Y se lanza, cual rayo, al enemigo.
El soldado lo sigue : vanamente,
Con la muerte de Brandzen orgulloso,
El espérto ginete Brasilero
Oponerse preteude al impetuoso,
Al repetido choque : allí el acéro
EL PARNASO ORIENTAL. 85
Corta, hiende, destroza, despedaza;
Como torrente, q\ escuadrón furioso
Por sobre miembros palpitantes pasa,
Por sobre moribundos atrepella,
Deja á Su espalda el espantoso estrago,
Y en sólida falange al ñu se estrella.
La agúda bayoneta la defiende
De aquel ímpetu ciego,
Y el mortífero plomo se desprende
De su prisión de fuego;
Pero mas fiéro el Argentino avanza
Por el camino que le abrió la lanza,
O del fogoso bruto el ancho pecho.
Ciérrase luego : el escuadrón deshecho
Vuelve, júntase, estréchase, acomete
Con ímpetu mayor, con mayor íra;
Y otra vez y mil veces se retira,
Y otra yez y mil veces arreméte*
Asi las olas la muralla embaten,
Y, contra ella rompiéndose estruendosas.
Se vuelven, se alzan, y otra vez furiosa»
Con repetido empúje la combaten;
Hasta que se desploma á lo mas hundo
La contrastada mole, y victoriosas
Revuelven los escombros en el fonda
La enemiga legión no de otro modo
86 EL PARNASO ORIENTAL.
Desaparece al cabo;
La vida de algún bravo
Tal ruina cuesta, pero es ruina todo;
Y, cayendo guerreros á raülarcs,
Digno olocausto fueron
A las sombras de Bhahpzbn y Desama»
La lid por todas partes entretanto
Ef, como aquí, sangrienta,
Y, como aquí, se aumenta
Por todos partes el horror y espanto
Asorda el trueno del canon; su fuego
La árida yerva inflama
Que todo el campo cubre; cunde luego
Lz* abrasadora devorante llama,
Mientra* el aire hiende
Globos ardieodo, quo también lo coeiaoden.
Peléa el combatiente enfurecido
Entre el iocéodio, el humo, la cetisa:
Y el grito lamentable del herido»
Le barrida convulsión del que agómza.
La aartgre hirviendo en el ardido campo»
Los miombioe dettrowktt
Y ]<¿a* do *tu tropeo» arrojado*,
Ta! es *l cuadro que la lid ofrece;
¿Y ya tiempo ¡ohDtoa! dftfMoHftéMe?
Basta p**a trtaofar \Qm! ¿La victoria
EL PAENASO ORIENTAL. 87
Vende tan caramente sus lámeles ?
¿Dónde costo jamas muertes tan crueles
El arrancar sus palmas á la gloria ?
Y en medio del estrago
¿ Adonde está el guerrero
Cuya presencia triunfa, cuyo amago
Pavor infunde al enemigo fiero,
Y cuyo brazo el génio de la guerra
Armara él mismo del fulmíneo acéro,
Para que hiciera estremecer la tierra?
¿ Lavalle donde está ? — Cual raudo viento
Que arrebata en furioso torbellino
Cuanto encuentra en su paso, y que, violento,
Derribando no mas, se abre camino:
O cual de la alta cumbre de repente
Las desquiciadas rocas arrastrando,
Rápido se despeña algún torrente;
Y á los llanos con ímpetu bajando,
Todo arranca en su curso, todo arrasa,
Y «obre ruinas espumoso pasa;
Asi Lavalle y su escuadrón valiente
Atropellan, derriban esto dia
A todos los que hubieron la osadía
De ponerse insensatos á su frente;
Mui mas allá del campo de batalla
Los siguen, los persiguen, los destrozan,
88 EL PARNASO OftICtffAL
Los acaban en fin, y no reposan,
Y é la lid vuelven que pendiente se halla»
Llegaron, y ai instante
Disipóse la nube quo cubría
El rostro al Sol, que á su zénit subía.
Nunca mas magestuoso, mas radiante*
De lo mas elevado
De los aires desciende de repente
Un trono refulgente,
De azul, y de oro, y resplandor velado;
Armoniosos cantares
Mil voces celestiales repetían,
Y las sombras de Bkandzen y Besares
El pedestal de! trono sostenían*
Belgrako estaba en él. Su frente orlaba
El laurel de la gloria,
Y en su mano brillaba
La espada que nos daba la victoria,
Cuando Be lg rano fué, — "Basta do sangre
" [ El héroe prorrumpió;] que este es el dia
„ En que, en otro Febrero,
„ Rendir vio Salta ^1 pabellón íbero,
„ Y cubrirse de honor la Patria mia i
„ Este estrago fatal, este escarmiento
„ Es sacrificio á mi memoria digno,
„ Y digno de la Patria el vencimiento.
EX» PARNASO ORIZZfTAt» ffifr
„ ¡ Argentinos ! triunfad. 91 Dijo, y benigno
Sobre la sien de Altear en el momento
Dejó caer el laurel que lo adornaba*
Y Ja visión despareció en el viento.
En el medio del campo se entroniza
Entónces el Terror ; el Brasilero
El estrago contempla, se horroriza,
Y deja el prémio del combate fiero
A quien lo dio el valor. El Argentino
También vuelve, y se asombra
De mirar á sus pies la horrible alfombra
Que le dejó Id muerte por despojos.
Ella su vista en el estrago céba ;
Y, no bien satisfechos sus enojos,
Por sobro muertos su carroza lleva.
Soler» Mancilla, L avalle ja, Imams
Laguna, Paz, valiente Olavarria,
¡ Cuanto os debió k Patria en este dia
En que alzéeteis triunfante su estandarte.
Sirviendo con honor ó su venganza !
Y tu también, incontrastable Okibs,
El debido tributo de alabanza
De la justicia y la amistad recibe.
Ni tampoco tu nombre en el olvido
Debe quedar Vil el a, sepultado :
Tú al campo del honor has conducido
Pacíficos vecinos, que al soldado
90 EL PARNASO ORIENTAL*
Dieron grandes ejemplos de brarura,
Cuál si en la escuela de la guerra dura
Educado se hubieran,
Y á sus horrores avezados fueran.
¡Vivid, vivid, guerreros ! Las hilera*
Que en el campo formáis, son hoi la Patria;
Solo cubren su honor vuestras banderas.
Hija de la Victoria, ya de lejos
Os saluda la Paz, y á los reflejos
De su lumbre divina,
Triunfante, y de ambiciosos respetada,
Libre, rica, tranquila, organizada,
Ya brilla la República Argentina.
¡ Ilustre General ! , Oh, si mi verso
Al del Cisne de Mántua se igualára !
¡Cómo entonces por todo el Universo
Se estendiera tu gloria y lo llcnára !
Pero admite entretanto
De mi cansada Musa el débil canto ;
Que el dia llegará que el aire rompa
La voz del genio a quien Apolo inspira;
Y, desdeñando ya la humilde lira,
Tal vez empuñará sonora trompa
£1 que canto ecsaltado
Aquella ingrata noche había pasado. *
* Primer verso de lo célebre Oóá que compuso el Dr\ ID. Vi.
cente López, com motivo del triunfo de Maypü. [N *W Jmtor.]
EL PARNAiO ©aiBNTAL, 01
ODA.
A LA PAZ CELEBRADA ENTRE LA REPTO UC A AROEimNA ¥
EL IMPERIO DEL BRASIL, POR LA QUE QUEDÓ LA PBOVtV-
CIA ORIENTAL RECONOCIDA ESTADO ZNDBFZ N DHBfW V
SOBERANO.
£ BB a. AUOiL IUA., ♦ ]
Diosa de la armonía.
Dios del verso y del canto.
Favor; favor hoidia;
Vuestra piedad imploro,
Mientras ini lira destemplada suena:
Pues desde el Plata al Séna
Y al Támesis sobérbio irá nú veno,
Si es que vale mi canto :
Valedme : solo yo» no alcanto tanta
M BL ttftltá«9 QRONTAt»
] Oh Paz ! dulce cambólo
De la iofelice tierra,
A tí abará su mió
Este día mi más a ;
T al par de la alegría y bendiciones
Que te dáD dos Hmímws,
Votarán los acénto* de ni lira,
Tú acógelos piadosa,
No seas con mi rím* desdeñosa.
Un poderoso império
DiJÓ: u haya cadenas.
Yo quiero ed cautiverio
Vér al Oriente; es n\io."
Asi dijó el Brasil: y et Argentino:
Ser libre es mi destino
Esclamó: y triunfa, y después estrecha
Los lazos de alianza ;
Pone fin á la bárbara venganza»
Y el monstruo de la guerra
Que concito las finias
Del corito, á fe tierra
No llenará de hotroretf ;
Voló precipitado á lo proiado
Y Ubre al nuevo mundo
el araurxAx» 93
Dejó Belona y el sangriento Márte \
Y la trompa no suena
Que á ios pueblos de horror y espanto llettu
Y á la vaina la espada
Ha vuelto con decoro*
Un día desenvainada:
Que con justicia y gloria
No se oirá del bronce el estriando*
Ni del clarín horrendo
£1 ronco son que incita áfosfwoMt:
La cruel güera ha cesado;
Otra época benéfica ha asomado.
Y la amante que Hora
La ausencia del guerrero*
Verá br Miarte aurore,
En que asóme la nave
Que surcando las aguas cristftliflaa
Trae á las Argentinas,
A unas sus padres, á otras en&espoM»
Y á otras la memoria
De aquellos qae nwrisrón por la gloria*
Murierón : y en la támba
En que están sus cenizas*
Si EL FABHAflO ORtClfTAI»
Del caííon no retiraba
Ya el éco formidable :
T adornarán las vírgenes llorosas
Con olivas las fosas
Qoe contienen los restos de los héroes
T dirán conmovidas:
D$ la Patria, salud, sombra* querida*.
Mas ellas levantando
Sus fríos esqueletos,
Y á su Patria mirando
Coronada de gloria,
Volverán de la nada al hoodo abismo»
Y esclamará el heróismo
Con voz divina y éco penetrante
Reposad sin zozobra
Mcum ilustres, que es la Paz vuestra Uro.
Fatal sangrienta lucha»
Atróz horrenda guerra,
l Los gémidos no escuchar
Ta atrocidad impía,
De pueblos inocentes que deploró»
Sus males; y que llorán
Anegados en sangre y en horrores ?
De crímenes cubiertos
BL PARNASO MtKNTAl. *5
¿ No I03 vés, monstruo, y de guerreros muertos?
Sí: mas llegó el día
En que ya consoladas
Y llenas de alegría,
Dos Naciones vecinas,
Estrechen de la unión tos fuertes lazos
Que un dia hizo pedazos
La tiranía y ta ambición de un trono *
¡Oh Brasil! ¡cuantos hombres
Por tí, murieron, pero no sos nombras
Aon la sangre preciosa
De los héroes huraéa,
Aun lamenta la esposa
Al esposo querido
Y el hijo tierno, al padre; y sus gemidos
Hieren nuestros oídos:
Pero de ellos, la gloria
Gravada vivirá en nuestra memoria.
Y al fin en paz el mundo
Que Colon halló un dia,
Surcando un mar profundo,
La libertad disfruta
Que la avaricia le tobó, Europea,
Encendiendo la téa
96 EL PARNASO ORIENTAL.
Del fanatismo atroz en loa bogaros
Donde el indio moraba,
Dó el delito y el crimen ignoraba»
¡Europeos feroces!
Que sordos no escuchabais
Las inocentes voces,
Las súplicas, ni el llanto
Del triste Americano que gemía
En cadena: hoi día
Venid á nuestra Pauia á ver sus triunfos,
No á ver férreas prisiones
En que tienen los reyes las naciones»
Venid á ver la gloria,
Que no hai en vuestro suelo,
Que ni la hai en la historia
De todas las naciones,
De aquella antigüedad de los Romano*;
De aquellos Espartanos
Que por sus grandes célebres hazaSas*
Admiraren los hombres
Al solo prenunciar sus grandes nombres.
Brasileros venid, y en los altana
Que á la Paz levantemos,
EL PASWASO ORIENTAL.
97
Unamos nuestros himnos y cantares
Y hagamos duradera la concordia.
Execremos la guerra asoladora,
Bendigamos ta Paz y sus bondades;
Y todas las edades
Reverencien los uombres de los Héroes
Que mi raúsa entre tanto
Reverencia en este débil canto.
96 EL PARNASO ORIENTAL.
CANCION.
A U PAZ CELEBRADA ENTRE LA REPUBLICA ARGEN*
TIHA Y EL IMPERIO DEL BRASIL»
[ DE D. AHOEL ELIAS- ]
CORO.
Al fin de la Paz vemos
La bienhechora Oliva,
Xa Paz, la Paz que viva,
La Paz bendeciremos.
Cesó de la cruel guerra
La destrucción horrible,
Y ya el Oriente libre
Do la opresión está*
Y rotas las cadenas
En que un tiempo gemía,
Hoí raya el feliz dia
De PAZ y LIBERTAD,
CORO
Ya el llanto de la esposa
No se oirá en adelante,
De la afligida amante
EL PARNASO ORIENTAL. 99
La pena y el dolor.
Verán á sus queridas
Retornar á sus brazos ;
Para estrechar los lazos
De su constante amor.
coro.
Y en los campos que Márte
Con sangre enrrogecia,
En la contienda impía
Cubriéndolos de horror :
No sonará de guerra
Ya el éco furibundo,
Y en su seno fecundo
Vivirá el labrador.
coro.
Los héroes que dejaron
Por la gloria á sus bellas,
Retornarán á ellas
Con gloria y con honor.
Y pondrán á sus plantas
Amorosos y fieles,
Las palmas, los laureles
En prueba de su amor.
CORO*
El mundo con asombro
14
100 EL PARNASO ORIENTAL.
Verá nuestro destino,
Verá que el Argentino
No quiere esclavitud.
Y sus ilustres hechos
Volarán al Poniente
Desde el rosado Oriente
Y al Norte desde el Sud»
CORO.
La historia de las guerras
Conservará los nombres
De los ilustres hombres
De Ituzaihgó y Juncal
Y Al ve a a y Brown un dia
Servirán de modelo
A nuestro patrió suelo :
Su fama es inmortal.
CORO.
A su valor debemos
La Paz que ahora en Oriente
Se vé que alza la frente
Con gloria y dignidad.
Ellos en los combates
Al déspota humillaron,
Del déspota triunfaron :
Nos dieron LIBERTAD.
EL PARNASO ORIENTAL* 101
CORO.
Y sepán de la tierra
Los ambiciosos reyes,
Que aqui no se vén leyes
Sino de LIBERTAD.
Que si alguno profana
Nuestro suelo atrevido,
De la ambición movido,
No impúne quedará.
CORO,
Y los hijos de Oriente
Libres ya de opresores.
Término á los furores
De la anárquia darán.
Y asi constituidos
Tendrán instituciones,
Y todas las naciones
Su nombre admirarán.
cono.
Al fin de h Paz wrooa
La bienhechora OUva %
La Paz la Paz yue viva*
La Paz bendeciremos.
IOS EL PARNASO ORIENTAL*
CANCION PATRIOTICA.
SN EL DIA MEMORABLE PEL 1 9 PE MATO PE 1829, EN
<tUE ENTRÓ A LA -CAPITAL DE MONTEVIDEO EL GO-
BIERNO PATRIO.
[»k t>. reAxcraco a, dh fjoueroa. ]
CORO-
Ya briüa en tu horizonte,
O Patria idolatrada ;
Con sangre conquistada
La dulce Libertad.
Los hijos del Oriente
La vieron sm decoro
Tirar el carro de oro
Del intrtíso Señor :
Hasta que heroicamente
Volviendo del letargo
Su pena y llanto amargo
Vengaron con honor.
CORO.
EL PARNASO ORIENTAL. 103
Lavalleja y Rivera
La espada desnudaron*
Y á la Patria juraron
Libertarla ó morir :
En la Hd carnicera
Cumpliendo el juramento
Alcanzó su ardimiento
La Patria redimir,
CORO»
De un fuego generoso
Todo Oriental ae inflama,
Y vá á donde le llama
De la Patria el clamor:
De su amada el esposo
£1 tálamo abandona,
Y el horror de Belóna
Prefiere al tierno amor.
CORO*
Los espectros levantan
Su fáz de angustia llena,
Y en sus tumbas resuena
El grito vengador:
Se aterran, y se espantan
Los fieros opresores,
Cambiando sus furores
En fúnebre temblor.
104 EL PARNASO ORIENTAL*
CORO.
¡ Que poderoso encanto
Tiene en un pecho fino,
Que talismán divino
La amable Libertad J
La Patria en luto y llanto.
Respiró amargas penas,
Mas rotas sus cadenas
Todo es felicidad.
CORO*
Feliz é independiente
Dulce Patria te miras;
Ya con gloria respiras
La noble libertad:
El astro refulgente
Magestuoso camina,
Y el Oriente ilumina
Su inmensa claridad ! ! !
CORO.
El fúnebre vestido
En tan plausible dia
Convierte ó Patria mía
En galas y en primor:
Ya brillante ha lucido
La'paz en tu hemisferio ;
Y el odio del imperio
EL PARNASO ORIENTAL. 105
Se ha cambiado en amor.
CORO»
La libertad difunde
Su luz resplandeciente,
Recobrando el Oriente
Su perdido esplendor :
El monstruo se confunde
De la infausta anarquía,
Y Astréa nos envía
Su influjo protector.
CORO.
Ya brilla en tu horizonte
O Patria idolatrada^
Con sangre conquistada
La dulce Libertad.
106 EL PARNASO ORIENTAL.
A LA INAUGURACION DEL PABELLON DE LA REPUBLICA OBI EN*
TAL DEL URUGUAY, IMPROVISO JSL 5R. D. FRANCISCO A, DE
FIGUEROA, EL SIGUIENTE I —
SONETO.
Llegó el día feliz en que el Oriente
Su libertad con gloria recobrando,
Y al noble rango de Nación entrando
Su Pabellón arbola independiente ;
Ved en su ángulo el astro refulgente
Y nueve azules fajas ondeando,
Ved de concordia el iris anunciando
La Paz y la abundancia permanente:
Vedlo con entusxásmo, y quiera el Cielo
Que á su sombra ciudades opulentas
Miré nacen y nuestro patrió suelo
Libre de las borrascas turbulentas,
Beudiga de los héroes la memoria
*í quienes debe Libertad y gloria.
EL PARNASO ORIENTAL. 107
HIMNO DE LOS HEROES.
[ POR EL 1*19*0, ]
CORO-
La Patria Orientales
Triunfante mirad,
Y en su altar jaremos
Union é igualdad.
Llegad, de Misiones
Triunfante Rivera,
Mirad la bandera
Del pueblo Oriental :
Llegad ¡oh! campeones,
La Patria querida
15
Iflfl EL PAJtNAAO ORIXKTAL.
Os debe su vida,
Su gloria inmortal.
CORO»
Mostrad á las bellas
Las hondas herida^
Las lanías tefiidaa
En sangre fatal :
Y jurad por ellas
Perecer primero,
Que un yugo estrangero
Sufra el Oriental.
CORO.
Venid vencedores
De tanto combate,
£1 dulce rescate
Debemos pagar :
Aplauso y loores
La Patria o» ofreoe,
Pues por vos merece
Libre el respirar.
co&o.
Mostrad, Orientales,
Que babeis merecido
£1 nombra adquirido
Con tanto afanar :
EL PARNASO OBBENTátu 109
Pues ya las fatales
Cadenas rompisteis.
Mostrad que supiste»
Vencer y mandar.
CORO.
Ninfas del Oriente,
Tejed presurosas
Coronas de rosas
Que el campo broté:
Y la altiva frente
Ceñid con amores.
De los vencedores
En Ituzaingó
CORO.
Cruces y medallas
Y petos dorados
Llevan los soldado*
Del bando servil
Vos en las batalla!
El pecho desnudo.
Mostráis por escudo
Ardor varonil
coro.
En hondas tinieblas
Sepulte la historia
110 JCL PARNASO ORIENTAL,
La triste memoria .
De nuestra opresión :
Infausto recuerdo
De horrible anarquía
Que en la tiranía
Buscó protección*
CORO.
La Augusta Asamblea
La Patria preside,
Y el poder divide
Con el gran Rondó :
De Márte y de Astréa
La Union permanente
Proteja al Oriente
Que Jos eligió
CORO*
ha Patria, Orientales,
Triunfante mirad,
Y en su aliar juremos
Union é igualdad.
EL PARNASO ORIENTAL. 111
DÉCIMAS
GLOSADAS EN TITtXOS DB COMEDIAS, QUE CON MOTIVO DE LA
ENTRADA DEL GOBIERNO PATRIO A LA CIUDAD DE MONTE-
VIDEO, FUERON ARROJADAS AL PUBLICO CADA UNA EN TAR-
JETAS SEPARADAS.
I DEL M18M0. ]
Volviendo por su decoro
Clamó la Patria, porqué,
No está contento, aunque esté
El esclavo en grillos de oro :
A su clamor, á su lloro
Se vén sus hijos venir,
Y haciéndola revivir
Del sepulcro en que yació,
La dulce Patria alcanzó
Reinar después de morir.
Los Orientales la voz
De la oprosa Patria oyeron.
112
EL PARNASO ORIENTAL.
Y de libertarla hicieron
El juramento ante Dios;
Mane en la lucha feroz
Corona sus esperanzas,
Tiembla el Brasil de sus lanza»,
Vé en sí la revolución
Sufriendo por su ambición
De un castigo dos venganzas.
Todo es confusión completa
Donde la anarquía esté,
Que es mas intrincada qué
El Laberinto de Crétct;
No hai Anadna que prometa
Su hilo favorecedor
Para salir de su horror.
Hasta que algún ambicioso
Viene á sér del pueblo odioao
El severo dictador.
El que con leyes tirana*
Quiere á un pueblo dominar
Tiemble, no venga á llorar
Las Vísperas Sicilianas:
Sus pretensiones son vanas,
Y peligroso su empeño,
EL PARNASO ORIENTAL.
Pues el tiránico ceño
Sabrá el libre combatir,
Y también hará servir
La hórcapara su dueño.
De un buen Gobierno la ciencia
Es, el mejor ejercicio,
Saber castigar el vicio
Saber premiar la inocencia;
Distribuir sin diferencia
La justicia en su distrito,
De las pasiones el grito
Vencer, y la seducción,
Porque es toda la Nación
El fiscal de su delito.
Sus grillos al quebrantar
La Patria se engrandeció,
Y feliz le aconteció
Caér para levantar :
Quieren por ella espirar
Sus hijos con pecho fuerte,
Y su amor es de tal suerte
Que saben con bizarría
Dentro de la tumba fría
Amar después de la muerte.
114 El- PARNASO ORIENTAL.
DIFERENTES VERSOS SUELTOS.
[ pon Fl, MISMO j
Del Brasil al continente
Invadió el pátrio escuadrón,
Y escribió en su arena ardiente.
Aquí los hijos de Oriente
Triunfaron de la opresión.
Dos lustros gimió cruelmente
La Patria en fatalidad,
Mas alzó un héroe la frente,
Y restituyó al Oriente
Su gloria y su libertad*
Tiemble quien piense oprimir
Al que el yugo sacudió,
Pues antes de sucumbir
Sabrá con gloria morir,
Vivir con infamia, nó.
EL PARNASO ORIENTAL. 115
En la tumba del valiente,
Que por ser Ubre espiró,
La Patria inscriba doliente
jQguí yace heroicamente
Quien por su Madre murió.
Tremolo el Brasil su altivo
Verde-amarillo estandarte,
Pero en la lid vengativo
El blanco-azul distintivo
Ganó la palma de Marte.
Libeut vd gritaron
Treinta y tres valientes,
Que alzaron sus frentes
Con heroicidad :
¡ Libertad ! . . - . repite
fja gente guerrera,
Y el eco do quiera
Tornó ¡ Libertad ! !
El héroe de Haédo,
El fuerte Rivera,
Triunfaba do quiera
Mostrando su fáz:
16
116 EL PARNASO ORIENTAL*
¡Su ardiente denuédo
Falánges destruye,
Y á sus rayos hóye
La turba fugáz»
Salve, placentero
Dia refulgente,
Eq que felizmente
La Patria triunfó :
Veinte de Febrero,
De etérna memoria,
Por la gran victoria
En Ituzaingó.
Del valiente Oribe
El invicto acero,
Mostraba el sendero
De la heroicidad :
Sus bravos dragones
Siguiendo su ejemplo
Llegaron al Templo
De la Libertad.
Ya en nuestro horizonte
Desapareció
La espantosa niebh
EL PARNASO ORIENTAL* 117
Que le obscureció :
Y al ástro brillante
De nuestra Nación
Sirven de luceros
Libertad y Union.
El Sol Argentino
Feliz presidió
Al triunfo admirable
En Ituzaingó.
San Gabriel, Misiones,
Ballés, Yaguaron»
Serán de sus glorias
Recuerdo y blasón.
118 EL PARNASO ORIENTAL.
ACROSTICOS.
DEL MISMO, ]
r*a Patria suspirando cu su cadena
^ al duro yugo del Brasil rendida
<3üelve á un héroe los ojos, y su pena
fcfl ofrece calmar, 6 dar Ja vida,
píápido con valor y fáz serena
treinta y tro 4 bravos a la bd convido,
> cuyo esfuerzo de inmortal memoria
Cebió la Patria Libertad y gíoiia.
lídayo de Marte, el ¡njo <J<¿ Ja gloria,
impávido Rivera, con denuedo
«fjuela á salvar la Patria, y la victoria,
Mercedes le sigue, v en llaédo.
¡tfecoge lauros mi!, y < oti blasones
> lo? pueblos ?(»¡iii u d-* Misionen
EL PARNASO ORIENTAL. 119
>ugusto Paladión, grata esperanza,
soberano Congreso del Estado*
>stréa os dé su próvida balanza,
^inerva su saber, fortuna ei hado :
tsicnes inmensos á la Patria alcanza
r^a sabia ilustración que habéis mostrado,
r^l celo y patriotismo sm ejemplo
>\ construir de la Leí el sacro templo.
>dornadu la frente victoriosa
Wondó inmortal, con palma refulgente
Os publicaba Awérica orguliosa
I^oblc columna, y defensor valiente :
Ce vuestios lauros á la sombra honrosa
rtl voto universal oís del Oriente
Aclamándoos gefe; y generoso
Roláis dejando el plácido reposo.
; Qué es lo que el noble Oriental
Ama mas que ki existencia?
Ixdv:peni)t:ncia.
Y que partido eligiera
Si huhioudc sucumbir:*
Moiíin.
EL PARNASO ORIENTAL* 180
Siendo asi; nadie oprimir
Intente á nuestra Nación*
Porque tiene por blasón
Independencia ó morir,
¿ Qué hace fuerte á una Nación ?
La unión.
Que le dá prosperidad ?
La libertad*
Orientales, esperad
Dichosa á la Patria ver,
Como sepáis mantener
La Union r la Libertad.
De los Padres de la Patria
Es la mejor aptitud
Virtud,
Y para obrar con prudencia
Ciencia.
Deben tener así mismo
Patriotismo:
Será pues loco idiotismo.
Entrar al templo de Astréa;
Cualquiera que no poséa
Virtud, Ciencia, y Patriotismo.
EL PARNASO ORIENTAL. 181
¿ Qué don le adquiere al Gobierno
El aprecio y gratitud ?
Rectitud,
¿Qué virtud desplegar debe
Cuando la anarqtiíia empieza ?
Foiitalez*.
Asi será con grandeza
De las Leyes el sosten.
Si en él unidas se vén
Rectitud y Fortaleza.
Entre muerte ó servidumbre
Prefirió vuestra alma fuerte,
Antes muektéi! !
Pues no hai vida mas amarga
Ni ma? odiosa pensión.
Que opresión.
Asi al Luso y al Bretón
Enseñó vuestra bravura,
Que siempre triunfa el tjue jura
Antes muerte, que opresión.
Infame es el que á la Patria
Ofende sih gratitud,
Ni virtud :
Quéjese contra 91 mismo
123 EL PARNASO ORIENTAL,
Si pc mira en su abyección
Sin cal a rocín :
Que en una libre Nación.
Soío el mérito halla abrigo,
Y no hai crimen sin castigo.
Ni virtud sin galardón.
^ Quién al León invencible
En fiera lid destruyo ?
Rondó.
; Quién sobro Hnédo y Miaiojies
Postró la verde bandera 5
Rivfra,
¿ Quién logró de un fuerte Imperio
En Ituzamgó triunfar ?
Ajaear.
¡ Oh Patria! manda gravar
Porque á todo el mundo asombres
Con letras de oro los nombres
Rondó, Rivera, \ Alvear.
EL PARNASO ORIENTAL. 123
CIELITO ORIENTAL.
[ POR EL ItfflMO. ]
Entre tantos juramentos
Que dimos en la opresión,
Solo vale el de la Patria,
Pues sale del corazón :
Cielito de los tiranos,
Cielito de que sirvió,
Que la boca diga sí,
Cuando el alma dice no.
Como entre frías cenizas
Conserva el fuego su ardor,
Asi en la opresión guárdasteis
El fuego libertador :
Cielo de la Independencia,
Cielito del patrio amor,
Que de una chispa inflamada
Formó el incendio mayor.
De la esféra del Brasil
17
EL PARNASO ORIENTAL.
Una estrella se eclipsó,
Y en nuestro dichoso Oriente
Se vé convertida en Sol :
Cielo de nuestra esperanza,
Cielito del pabellón,
No vuelvas á ser estrella
Pues has llegado á ser Sol.
La que en verdes esmeraldas
Pálida estrella lució,
Aquí entre aztíles zafiros
Nuevo Sol resplandeció;
Cielito de los colores,
Tu color prefiero yó,
De zelos quiero vivir,
Pero de esperanzas no.
Como en el crisol el oro
Saca acendrado valor,
Asi de opresión la Patria
Sale con mas esplendor :
Cielito de las tinieblas,
Cielito del resplandor,
Después de sombras opacas
Mas bello parece el Sol
Sucumbió Troya abrasada,
Porque perdió el Paladión;
Conservad la unión, Patriotas,
EL PAUNA&O oriental. 135
Que es vuestro escudo la unión:
Cielito de la concordia*
Cielito de la Nación,
Que débil es un tabello,
Y que fuerte es un cordón.
De que sirve al ástro bello
Lucir con tanto primor,
Si un eclipse le obscurece
Su brillante resplandor :
Cielo, cielito de Oriente,
Cielito del arrebol,
La anarquía es el eclipse,
Y nuestra Patria es el Sol.
Con sangro á la Patria disteis
Libertad, vida, y honor,
Que no se pudo á mas precio
Comprar tesoro mayor:
Cielito de las hermosas,
¡ Ai cielo del tierno amor !
El que os muestre mas heridas
Ese logre mas favor.
La dulce Patria, Orientales,
Vuestro esfuerzo libertó;
Que las virtudes sustenten
Lo que la espada alcanzó :
Ciclo de la Libertad,
196 EL PARNASO ORIENTAL.
Cielito del corazón,
¿ De qué sirve si se pierde
Gozar tan precioso don ?
Enciende ¡oh Patria! en los pechos
Ese incendio superior,
Porque inflamados vivamos
Salamandras de tu amor :
l Ai cielo de los ardores !
Cielito del pátrio amor,
Que porque la Patria viva
Darémos la vida en flor.
EL PARNASO ORIENTAL. 1&7
CANCION,
LLAMADA DE LOS TREINTA Y TRBB.
[ POR EL MISMO. ]
CORO.
Gloria etérna á bs hijos de Oriente
Yála noble Argentina Nación^
Cuya espada invencible^ á la Patria^
Restituye su gloria y honor.
Treinta y tres denodados Patriotas
Conducidos de un héroe á la lid,
De la Patria la infausta cadéna
Meditaron romper, ó morir :
Su constancia, su acéro, y sus pechos,
Solo traen al combate fatal,
Y á su esfuerzo sangriento sucumbe
La valiente legión imperial*
CORO.
Cual meteoro vagando el Oriente
Se difunde en los pechos su ardor,
128 EL PARNASO ORIENTAL.
Y sus hijos acuden do quiera
De la Patria a! sublime clamor:
Ya tremóla el patriota estandarte
Victorioso con signo feliz,
Y triunfando en Haédo y Mercedes
Mayor triunfo logra en Saranpi-
coro.
Allí el fiéro estampido del bronce
Vuelve ol eco en terrible fragor,]
Y Jos nuestros cual rayo tremendo
Cargan ciegos de rábia y furor:
Entre el polvo, la sangre y horrores
Grita el héroe, ¡ Morir ó triunfar !
" Orientales ¡ Libertad ó tumba ! ! "
Y éllos claman . . . . j Tumba ó libertad í
coro.
Del potente opresor las legiones
Humillando su altivo valor
Al horrendo brillar de las lanzas
Se estremecen con susto y pavor :
Con su sangre lavaron la afrenta
Con que hirieron al pueblo Oriental,
Y arrojados del suelo que usurpan,
Aun las sombras les hacen temblar.
CORO.
Barbaccna, ocho mil combatientes
EL PARNASO ORIENTAL. 129
Al torrente pretende oponer,
Y en combate sangriento la Patria
Se corona de palma y laurel :
¡ Dia infando, de luto al império ! !
¡Y al Oriente de gloria inmortal ! !
Do los rayos del Sol Argentino
Abrasaron al Aguila audaz.
CORO.
De Ituzaingo las ondas en sangre
Recibieron tributo feroz
Y esparciendo el estrago y la muerte
Mongibélos vomita el canon :
Ya los cuadros la invicta falange
Acomete y el bravo adalid
Rompe, mata, destruye y decide
Del Oriente el destino feliz.
CORO.
Las espadas que han sido, ! Orientales !
De la Patria la egíde inmortal,
Para eterno recuerdo. . . .sangrientas,
A la prole futura legad :
Si ambiciosos déspotas un dia
Sus derechos pretenden hollar,
Aquel siglo de gloria, les muestren
Y les digan "Tiranos temblad
130 EL PARNASO ORIENTAL»
CORO»
Tantos bienes ¡oh Patria querida !
Goces libre entre aplausos y honor
Cuantas gotas de sangre á tus hijos
Tu adorada Libertad costó:
Despotismo y tremenda anarquía
Sucumbieron, y su éco fatal,
No resuena en el ínclito Oriente
Donde brillan la unión é igualdad.
CORO.
¡ Orientales ! la Patria ya es libre !
A vosotros debe su existir,
Como bravos, la habéis rescatado,
Como sabios, sabedla regir !
Caras sombras que osasteis por ella
A la tumba con gloria bajar,
Revivid ¡y clamad con nosotros
Libertad, Libertad, Libertad ! !
CORO.
Gloria eiérna á los hijos de Oriente,
Y á la noble Argentina Nación,
Cuya espada invencible, á la Patria,
Restituye su gloria y honor.
EL PARNASO ORIENTAL. 131
ODA.
DEDICADA AL PUEBLO ORIENTAL POR SU ACTOR, CON MOTIVO
DE HABEK SIDO APROBADA fcA CONSTITUCION Dfil ESTADO,
[ DE D, A» M* AHUPE» * )
Mi numen inflamad, hijas de Apolo,
V de mi Lira el éco delicioso
Se oiga sonar del uno al otro Polo ;
Que el placer bondadoso
En que mi alma se inunda,
Por todo se difunda,
Y el alma, Patria mía,
Solo placer respire y alegría-
j Salud, hijos dichosos del Oriente !
¡ Una y mil veces salve, Patria mia !
Alza feliz la divina frente $
* Oriental .
18
132 EL PARNASO ORIENTAL,
Pues ha lucido el dia
Du el código sagrado
Se mirase aprobado,
Do independiente seas,
Y señora de tí siempre te véas.
No mas en adelante las cadenas
Te ligarán de servidumbre dura,
Ni con la hermosa sangre de tus venas
Darás mas hermosura
A diadema opresora :
De tí siempre señora,
Por tus leyes regida,
Serás fuerte, feliz, engrandecida.
Del Pó!o mas remoto, las naciones
Tu amistad y comercio procurando,
Las mas ricas y bellas producciones
Las veras transportando
A tu seguro puerto ;
Y el cambio, siempre cierto,
Llamará á tus riberas,
Del mundo las riquezas verdaderas.
Y al transcursar del tiempo pasagero,
Las vastas producciones de tu seno.
EL PARNASO ORIENTAL. 133
De las artes y ciencias al esméro
Harán mui mas améno
Tu comercio fecúndo ;
Surcará el mar profundo
Tu marina famosa;
Será rica, feliz, y poderosa.
Del templo del saber, las puertas de oro
Se abrirán á porfía, y anhelosos
Tus hijos correrán al digno coro ;
Los arcános dichosos
De alma naturaleza,
Del genio á la agudeza
Cederán prontamente,
Y harán feliz á la Nación de Oriente.
La ilustración brillante y bienhechora
En las distintas clases repartida»
De las leyes será la protectora;
La guerra fratricida
Que á América enlutecc,
Y de sangre enrojece
De libertad la cuna
Jamas verá tu suelo por fortuna.
Ella sabrá mostrar al ciudadano
134 EL PARNASO ORIENTAL.
A la par de sus goces, sus deberes;
Y á su poder divino y soberano
Los racionales séres
Sumisos y rendidos.
Jamas darán oídos
A la discordia impía;
La Leí y la Razón serán su guía.
¿ Salve, repito, Patria venturosa f
En tu nacer divino, la fortuna,
Con mano maternal y cariñosa,
Te festéja en la cuna :
La guerra te amagaba,
Mas élla que velaba
Por tu feliz ventura,
La paz y la concordia te asegura.
Jamas presa será tu rico suelo
De guerra fraternal asotedora;
Pues tu sábio Gobierno con desvelo
De la Leí bienhechora,
Los mandatos llenando,
£1 templo vá formando
Donde la unión habite,
Sin que discordia á su presencia grite.
EL PARNASO ORIENTAL. 13$
¡ Orientales ! ¡ Salud por tan gran dia !
A su brillante luz debemos todos
La gratitud mayor* Que la alegría
Muestre de todos modos
Nuestra suma ventura :
Y cuando su luz pdra
Asome nuevamente,
Mil salves te tributen en Oriente*
Generosa Nación, Ubre y valiente,
A cuyo esfuerzo libertad debemos,
Aceptad de los hijos del Oriento
Los sinceros cstremos
De gratitud. Si un dia
La injusta tiranía
Roba vuestros derechos,
Escudados serán por nuestros pechos*
Salve, Balcarce, salve tú, gran Guido,
Con vuestros nombres se honrará la historia ;
Mas, de un pueblo que os es reconocido
Recibid por memoria
La gratitud mas pura.
Servirán do cultura
Los pechos Orientales,
Do vivan vuestros nombres inmortales
136 EL PARNASO ORIENTAL.
ODA.
DEDICADA A LA HONORABLE ASAMBLEA GENERAL CONSTITU-
YENTE Y LEGISLATIVA DEL ESTADO ORIENTAL DEL URU-
GUAY, EL DIA EN QUE SE JURÓ LA CONSTITUCION QUE HA
SANCIONADO»
[ DE J>* FLORENCIO VARELA. * ]
¡Silencio, y escuchad, pueblos del mundo!
Ese ronco alarido
Que el genio furibundo
Del espirante despotismo lanza,
Al ver su cétro en trozos divididos
Y el eco de placer y de alabanza
Que en los aires resuena,
Son los anuncios de que luce el dia
En que libre, feliz, independiente
Al lado vuestro, en la grandiosa cscéna
Se muestra la República de Oriente.
* Aigcntino-
EL PARNASO ORIENTAL. 137
Este es el mismo pueblo que solía
La atención ocupar de las naciones,
Cuando, en los campos de Mavorte crueles
De bélicos blasones
Se cargaba, y de palmas y laureles,
Dando a los tronos confusión y espanto,
El mismo, cuyas ínclitas hazañas
Llevó la voz del canto
Por el mar, la llanura, y las montañas,
Hasta que un día el Padre magestuoso
De la luz y del verso,
Subiendo á su zenit esplendoroso
Dijo así al Universo :
"No alcanza el numen que mi fuego inspira
"A cantar tanta gloria"
Y, rompiendo su Lira,
La pluma de diamante dio á la historia.
Ya fué en la guerra admiración del hombre;
Y cuando el genio de la paz hermoso
Desató blandamente
El vínculo admirable que le unía
Al pueblo generoso
A quien el rico Plata dió su nombre,
Y que brilla en el nuevo continente,
Como en el cielo el luminar grandioso;
Entonces las virtudes presidieron
10
138 EL PARNASO ORIENTAL.
A su apacible infancia:
Y de sus nobles hijos la constancia,
El celo y el saber, la senda abrieron
Por dó á la humana perfección se llega :
Las nieblas disiparon
De la ignorancia ciega;
Y el luminoso código formaron,
Que escedió á su esperanza,
Y que su dicha y su esplendor afianza.
¡ Salud, Constitución del bello Oriente !
j Saludémosla todos! Y entretanto
Que vuela el pueblo en entusiasmo ardiente,
Al altar sacrosanto,
A jurarla, de Dios en la presencia,
Respeto y obediencia;
Yo, á quien el alto cielo
Quiso dar otra Patria; yo, que adoro
La libertad, y fervoroso anhelo
Délos pueblos de América el decoro,
La gloria y el poder; yo, reverente,
La sa ludo también. Es obra vuestra,
Legisladores de este hermoso suelo,
Que fué suelo Argentino ;
Es don de libertad : ¡ que con su diestra
Selle el Eterno su feliz destino !
, Su diestra le selló 1 ¿ No veis, rugiendo,
EL PARNASO ORIENTAL. 139
Como el Avérno á la discordia lanza;
Y, sus sierpes el monstruo sacudiendo,
La hermosa obra á devorar se avanza
Que formó el patriotismo ?
Empero en ella, en el momento mismo,
Desperada se estrella,
Y vé quebrada su pujanza en élla.
Sí : que, cual muro inespugnable ahora,
Ese código augusto la barrera
Será, que á la ambición trastornadora
Ataje en su mortífera carrera.
Su luz encenderá en los corazones
Del amor de la Patria el sentimiento ;
Y serenando el huracán violento
De encontrados afectos y pasiones,
En eterno cimiento.
Que á contrastar no baste la malicia,
El trono se alzará dó la Justicia
La Libertad, la Fuerza, y la Abundancia
Eternicen su imperio prepotente;
La cerviz insolente
Hollando con sus pies de la Ignorancia,
Del feroz Despotismo*
De la Anarquía, y ciego Fanatismo
Entonces es cuando el feliz Oriente,
Ostentando orgulloso los blasones
140 EL PARNASO ORIENTAL.
Que decoran bu frente,
A las otras naciones,
Que aun gimen tristemente en las cadenas;
" Venid, podrá decir á mis arénas,
" Si queréis respirar áura de vida,
" Aura de Libertad : este es el suelo
" En que asüo al opreso ofrece el Cielo/ 9
Yo oiré eata voz por todo repetida :
Mui en breve la oiré ; porque no en vano
Será el solemne y noble juramento,
Que en torno á la ara santa,
Hora véo prestar a) ciudadano,
De sostener el grande monumento
De regeneración, que se levanta
En el suelo que inundan
Con raudal correntoso,
Y que unidos circundan
El Uruguay fkmoso,
El Plata altivo y el soberbio Océano»
No, no en valde juráis, hijos de Oriente ;
•Que ya la esféra celestial penetra
Vuestro voto ferviente;
Y el Dios Omnipotente
Ya le ha gravado en indetéblc letra,
En el libro que encierra
Los arcanos ignotos á la tierra.
EL PARNASO ORIENTAL. 141
El, de lo alto del Cielo,
Sobre vosotros vela, y dicha larga,
Si respetáis el santo juramento,
Promete á vuestro suelo ;
¡ Mas, ai, si le olvidáreis un momento !
i Ai ! que es terrible el golpe que descarga,
Al demandar airado el cumplimiento»
¿Pero como olvidarle ? ¿ No es que ahora,
Cada Oriental suspira
Por tener una Patria ? ¿ No es que roka
Con su Constitución lucir }a aurora
Del dia que anheló ? Sí ; que en mi oído
Ya siento que resuena
Del entusiasmo popular el ruido,
Que la obediencia al código pregona
Y ya la esféra dilatada llena
El cántico de gloria que se entóna,
Con respeto profundo,
A la nueva Nación del rico Oriente.
Hoi es el dia en que mostró m frente :
Su aurora celebrad pueblos del mundo»
¿ No veis como en los aires elevada,
Una deidad augusta se presenta,
Qué, de despojos bélicos cargada,
El ramo entre ellos de la oliva ostenta ?
No veis de libertad enarboláda,
142 EL PARNASO ORIENTAL.
Sobre el hierro luciente d% su lanza,
La preciosa divisa,
Y que, rugiendo ya sin esperanza,
La discordia á sus plantas agoniza?
Ese es el bello mimen
Que al Oriente preside en este dia:
Ved como, alzando en alto con su mano
El sagrado volumen
Dó la sabiduría
Los derechos gravó del ciudadano,
Ante la faz del mundo le proclama ;
Y gratas bendiciones
Derramando sobre él, en torno Huma
A sus hijos á darle adoraciones,
Como al don mas hermoso
Que el Cielo puede hacer á las naciones,
EUos llegan: con miedo religioso
Doblando la rodilla,
De nuevo juran mantenerlo ileso;
Y cargar de baldones y mancilla
El nombre del apóstata insolente
Que atropellarle en su delirio intente.
Lo juran todos : y las férreas puertas
Del imperio del mal, que tiempo tanto
De par en par abiertas
Miraron, Henos de pavor y espanto.
EL PARNASO ORIENTAL. 143
Para siempre cerradas
Al punto ven con solidas barreras
Por su alto patriotismo levantadas.
Asi florecen hoi estas riberas,
Libres al fin de sus pesados danos :
Y cuando traiga el giro de los años
Nuevas generaciones,
Que huellen, vuelta en polvo, á la presente,
La fecunda simiente
De libertad y gloria que á montones
Se esparce en este día,
Bienes inmensos brotará á porfía;
Y esta tierra dichosa
Será, cada vez mas, Ubre y gloriosa.
Lo será; tan hermoso nacimiento
Hermosa vida anuncia. Con la idea
Dé fortuna tamaña
Embriagaos, Orientales, de contento,
Que el mundo entero vuestro bien desea,
Y en vuestro regocijo os acompaña*
Repetid vuestros himnos, entretanto
Que yo, al placer universal mezclado,
A mi aliento menguado
Esfuerzo doi para elevar mi canto.
Y, ¡oh! cual le elevaría, si on mi mente
144 EL PAftNASO ORIENTAL*
Su fuego celestial prendiese ahora,
Y su voz raovedora
Diese á mi labio el núraen refulgente,
Dispensador del verso t Entonce estrecho
Al fogoso entusiasmo de mi pecho
De nuestro globo el limite sería ;
Y rompiéndole el génio mas osado,
Mi asento subiría
Del ardiente Ecuador al poto helado;
Y el cántico sublime de alabanza
Que entonase sonoro
En el sitio do brilla la Balanza,
Se repitiera en la mansión del Tora
Solo así, solo así me faera dado
Celebrar dignamente
El nombre respetado
De los grandes varones, que al Oriente
Supieron constituir. Mas ya que et hádo
Niega á mi humilde Lira
El poder que concede
A los que un génio superior inspira ;
i Feliz, al menos, si mi canto puede
Gravar en la memoria
De un pueblo agradecido,
Aquellos nombres, dignos de alta gloria,
EL PARNASO ORIENTAL.
Hasta que de la historia
Con ellos se enriquezcan los anales,
Y el artista pulido
Los eternice en bronces inmortales.
146 ET< PARNASO ORIENTAL.
ODA
CON EL OBJETO BE SOLEMNIZAR LA JURA DE LA CONSTITU-
CION DEL ESTADO ORIENTAL DEL URUGUAY ; DEDICADA A
LA HERMANDAD DE CARIDAD PARA QUE IMPRESA APLI-
CASE EL PRODUCTO DE SU VENTA AL ALIVIO DE LA IN-
DÍUENCIA.
[ DE D, FRANCISCO A. SE FKÍUEROA, * ]
¡ Salve dia feliz ! para el Oriente
De dulcedumbre y gloria;
De hoi mas la Patria brillará en la historia
Constituida, feüz, independiente :
Y el código sagrado
Que en sus aras sus hijos han jurado.
Obra digna de Témis y de Astréa,
De sus derechos el baluarte sea.
j Salve otra vez aurora ! !
De tantos beneficios precursora,
* Oriental.
EL PARNASO ORIENTAL. 147
Qjie tu luz esplendente
Su claridad difunda,
Y encienda dulcemente
El álmo fuego en que el amor se inunda;
El amor de la Patria y sus derechos,
Indestructible en Orientales pechos.
Salud al héroe que con faz serena
Libertad proclamando,
Ráyo de Márte en Sarandi triunfando,
Rompió de Oriente la fatal cadena :
Salud al que en Misiones
Tremoló victorioso sus pendones;
Con su valor, con su virtud y ejemplo
Ellos abrieron de la gloria el templo.
Y vosotros varones,
Emulos de Licurgos y Solónes,
Que con celo y prudencia,
Patriotismo y desvelo,
La cara independencia
En las Leyes fundáis del pátrio suelo,
Gózaos en la obra; recibid las palmas,
Y en placeres se inunden vuestras almas.
20
148 EL PARNASO ORIENTAL.
¡ Orientales ! el fuego que ecsalando
Están los corazones
Para ejemplo y lección de las naciones,
Dúre mas que el vivir, reanimando
Nuestra ceniza inérte :
Y allá en la obscura estancia de la muerte,
Del patriótico amor que hoi nos inflama,
Fósforo sepulcral, ¡ arda la llama J ! !
¡Y arderá permanente !
Que si algún opresor osa impudente*
Cual Prometeo impío,
Robar el fuego sacio;
De nuestro polvo frío
Azándose el funesto simulacro,
Le arranque el corazón; y entre singulto»
Se dispersen sus miembros insepultos.
¡ Oh cuan dichosos dias el futuro
Te anuncia, ¡ oh Patria mía !
No mas triste opresión, cruél anarquía
Turban el aura con aliento impuro;
En tu fecundo suelo
Sus bendiciones derramando el Cielo,
Gozarás venturosa, independiente
La paz y la abundancia permanente.
EL PARNASO ORIENTAL. 149
Verás crecér frondoso
De Libertad el árbol delicioso;
Bajo su sombra amena,
Del Támesis al Nilo,
Y desde el Volga al Séna,
Vendrán los libres á buscar asilo;
Y dirá el Mundo al repetir tu nombre,
¡ He allí la patria general del hombre ! ! !
En la industria y las ártes prosperando
Irás con tal prestéza,
Que al contemplar tu colosal grandeza,
Si eres tú misma quedarás dudando;
Mas viendo de repente
Del Sarandi la plácida corriente,
Dirás, la misma soi allí vencieron,
Allí mis hijos Libertad me dieron.
i Oh pjacer ! ¡ Oh alegría !
Cantemos, Orientales, este día:
Cantemos y gozosos
Mil himnos entonemos,.
Y en ecos armoniosos
La Nación Argentina saludemos;
Nación grande, que fuerte y denodada,
Nos cubrió con su escudo, y con su espada,
160 Eli PARNASO ORIENTAL.
Al héroe de Ituzaingo, y su valiente
Ejército glorioso,
Y del Juncal al vencedor dichoso
Saludemos Mas ai! con voz doliente
De lamento y de fuego
Sombra infeliz del inmortal DorrkgO. . . ,
Allí al silencio de la tumba iría
¡ Préz y loor el Oriental te envía ! !
Cése empero el quebranto,
Triste recuerdo de dolor y llanto :
La concordia divina
Une los corazones.
La razón ilumina;
Triunfa la Libertad . . . . Venid naciones,
Venid pueblos, á todos invitamos,
Participad la gloria que gozamos.
Y tú vuela canción, y al héroe digno
De la augusta corona,
Que allí impéra dó la una y la otra Zona
Toca y divide el Capricornio signo;
Del Brasil esperanza
Decoro el mas ilustre de Braganza,
Vé, y le saluda con afecto fino
Por el pueblo Oriental y ll AhgentinO.
EL PARNASO ORIENTAL. 151
El Mando, ¡ohPatña! admira
Vuelta en alhago tu sangrienta ira:
La noble independencia
Tus hijos defendiendo,
Do encuentran resistencia
Allí se estrellan con furor tremendo,
Alcanzan Libertad. . . . al punto unidos
Se abrazan vencedores y vencidos.
Hoi todo es complacencia, el rostro adusto
Esconde el fiero Marte,
Y festivo resuena en toda parte
De Libertad \ Umon el eco augusto :
Ved cuan lédo el anciano
Que doce lustros lamen tára en vano,
Clama jurando nuestias Leyes bella»,
Gozar sus fueros, ¡ ó morir por ella» ! !
Los fuegos, la armonía
Suben al éter festejando el dia:
Las ninfas del Oriente
Con danzas y primores
Giran vistosamente,
Sembrando gracias, recogiendo amores,
Y do quier suena en música festiva.
^Vivan las Leyes, y la Pmkja, vn a ! !
152 EL PARNASO ORIENTAL.
Las trompas y clarines repitiendo
En la esféra el sonido,
Y del cañón el hórrido estámpido
£1 aura hiende; á su marcial estruendo,
Del Uruguay undoso
Las náyades en coro delicioso,
Los pabellones de cristal dejando
Himnos entonan con acénto blando.
Y el caudaloso río
Alzando el rostro venerable y frío,
De ovas, y sauce ornado,
Y en la diestra el tridente,
Prorrumpe enagenado
Con voz de trueno : : : : "¡Oh pueblo del Oriente;
"Serás dichoso, y como tu ninguno,
"Esto te anuncia el hijo de Neptuno ! !"
EL PARNASO ORIENTAL* 153
A LA JURA DE LA CONSTITUCION EN 1830.
VERBOS COLOCADOS EN LOS TRANSPARENTES QUE ADORNABAN
EL EDIFICIO DEL CONSULADO DE ESTA CAPITAL, EN SU VIS-
TOSA ILUMINACION.
[ PB D. FRANCISCO A. DK UQUBIOA. * ]
AL PASTOREO.
Ya el Pastoréo empieza
A anunciar del Estado la grandeza :
Antigua como el Mundo
Esta fuente de vida,
Por la Lei protegida,
Difundirá bu manantial fecundo :
Tórna al Pueblo Oriental el siglo de oro,
Y el Pastoréo es su mejor tesoro.
* Oriental,
ii
154 EL PARNASO ORIENTAL,
A LA AGRICULTURA.
La noble Agricultura
A la sombra de Témis se asegura :
Con sudor afanoso
El Labrador activo,
Riega el surco, y cultivo,
Vuelve un erial en prado delicioso,
Y al fin le ciñen Céres y Pomóna.
De espigas y laureles la corona.
A t,A INDUSTRIA.
La industria se mejora
En la Lei liberal y protectora,
Vence el afán y anhelo -
A la pereza inérte
Y en riqueza convierte
La inmensa producción del patrio suelo ;
Nuevo vigor en Libertad adquiere,
Libre respira, y oprimida muere.
A LAS FABRICAS.
Las Fábricas fomentan
EL PARNASO ORIENTAL. 155
La industria, y sus recursos acreditan :
Sus obras productivas
Dan inpulso vchémente
Al Estado naciente
Dó abundan las materias primitivas»
Y dando á todo progresivo aumento.
Son del ingenio humano el complemento.
A LAS ARTES.
Las bellas Artes crecen
Dó libertad y protección merecen :
Sus nobles producciones
Dan decoro y cultura,
Siendo señal segura
Del progreso y saber de las naciones,
Y de Perkins, de Fídias, y de Apéles
En ellas florecieron loslauréles.
AL COMERCIO.
El Comercio prospéra
Y es del Estado el alma verdadera ¡
En cámbio permanente
21
156 EL PARNASO ORIENTAL.
Giran las producciones,
Prospéran las Naciones,
Por él será dichoso nuestro Oriente,
£1 forma desde el uno al otro Polo
De todo el Universo un pueblo solo.
A LA NAVEGACION.
I Navegación ! por ella,
Colon descubre la región mas bella :
Tus naves por do quiera
Tremolarán un día,
Triunfante ¡ oh Patria mia í
En hombros de Neptúno tu bandera,
Girando desde el Sud al mar del hiélo
Las producciones del Indiano suefo.
A LAS CIENCIAS,
Las ciencias resplandecen,
Déspotas y tiranos se estremecen :
Su luz brillante y pfira
Emanación divina,
Destruye é ilumina
EL PARNASO ORIENTAL. 157
Del fanatismo la tinicbla obscura;
Y el lustre de ia Patria se reserva
A los hijos de Apolo y de Minerva*
SONETO
QUE RECITÓ EL GENIO DE LA LIBERTAD EN LA COMPARSA PE
L09 SEñORES DEL COMERCIO.
Rayó el dia inmortal y fortunado
Del Uruguay en la Oriental ribera,
Do la nueva Nación sábia y guerrera
Goza la Libertad que ha conquistado.
De las Leyes el código sagrado
Funda desde hoi su gloria verdadera!
Y el grito universal clama do quiera,
¡ Salve dia dichoso y suspirado ! !
¡Salud hijos de Oriente!. La alegría
Inspire en vuestros pechos ardimiento,
Inflame vuestra heroica bizarría;
Sostener de la Leí el monumento,
Orientales, jurasteis este dia:
¡Cumplid hasta la tumba el juramento!
158 EL PARNASO ORIENTAL.
AL
ESTADO ORIENTAL DEL URUGUAY.
EL VOTO DE ÜN ARGENTINO.
Bien como resplandece
Entre las otras una nueva estrella,
La primer véz que ofrece
Su luz trémula y bella
Al ojo inteligente
Del que observa la bóbeda esplendente:
Así en el Mundo brilla
La dichosa Nación que se ha formado
En la Oriental orilla
Del rio renombrado
Do tuvo, por fortuna,
La Libertad de América su cuna.
Dos veces á este suelo
Sufrir se vio dominación agena;
EL PARNASO ORIENTAL, 159
Pero, á la fáz del Cielo,
Dos veces la cadena
Sus hijos quebrantaron,
Y libres á la tierra se mostraron*
El númen que preside
Los destinos del suelo Americano
Los cubrió con su egíde;
Su omnipotente mano
Amparó su eceistencia,
Y bendijo su nueva independencia.
Sobre firmes cimientos
El templo de las Leyes levantaron,
Do los nobles acentos
De Libertad sonaron;
Y en útiles mejoras
Se ensayaron, y en Leyes bienhechoras.
En su recinto augusto
El código formóse soberano.
Que á yugo suave y justo
Someta al ciudadano,
Sus derechos respete,
Y en breve límite al poder sujete.
160 EL PARNASO ORIENTAL.
¡ Salve, oh Pueblo de Onmro !
¡ Hijo dichoso de la paz! Uo dia,
El destino inclemente
De la alma Patria mía
íMe arrojó, y á tu aréna
Vine á bascar consuelos á mi pena.
Bajo el seguro asilo
De tus Leyes benéficas, mi vida
Libre páso y tranquilo;
Y mi alma agradecida
Sin cesar pide al Cielo,
Que vierta sus favores en tu suelo.
Jamas los dulces lazos
De la unión y la paz tus hijos vean
Caer hechos pedazos;
No mancillados sean
Tus gloriosos anales
Con cruéles disenciones fraternales.
Que la antorcha esplendente
De la ciencia su luz aquí derrame,
Tu juventud ardiente
Con su calor se inflame,
Y, de glorias sedienta,
La fuente del saber beba contenta.
EL PARNASO ORIENTAL. lfll
En trabajo empeñoso
El labrador arranque sus riquezas
Al terreno abundoso;
Siis útiles empresas
Los llanos y la altura
Vistan de rubia espiga y de verdura.
Por todo se difunda
El útil animal que ábre afanado
£1 suelo y le fecunda;
Y el qüe tteva el preciado
Vellón, que luego el arte,
En téla convertido, nos reparte.
Sin fin se multiplique
La población activa, que á labores
Incesantes se aplique;
Y puedan sus sudores
Dár al suelo de Oriente
Fábricas do la industria se alimente.
Loa copiosos raudales
Que bañan vuestro suelo convertidos
En mil ricos canales,
Dén paso á los pulidos
Productos de las artes,
162 EL PABNASO ORIENTAL.
O á los que el suelo niega en otras partes.
Céda el terreno informe
Del hombre á los esfuerzos laboriosos,
Y luego 3e transforme
En caminos hermosos,
Y en pingues heredades,
Y en jardines, y en cotos, y en ciudades.
Vuestro seguro puerto
Al comercio de todas las naciones
Se mire siempre abierto;
Y acudan á montones
Estrangeros activos
Que entretengan los cambios productivos.
Surquen el mar profundo
Vuestras naves, y lleven con presteza
Hasta el opuesto Mundo
Del nuestro la riqueza;
O defiendan guerreras
El lustre y el honor de sus banderas.
Así el glorioso nombre
De la Patria Oriental será algún dia
Veneración del hombre;
El* PARNASO ORIENTAL. 163
¥ así el Mundo, á porfía,
Procurará afanado
La amistad de este pueblo afortunado.
<: Qué os taita r En vuestro suelo,
Con mano liberal todos sus dones
Derramó el alto Cielo.
Las crudas estaciones,
Que en otros climas rigen,
Jamas al vuestro con rigor afligen.
Aire púroydevida
En la bella comarca se respira,
Y al trabajo convida:
Por do quiera se mira
Vegetación inmensa,
Del labrador fecunda recompensa.
De ricos manantiales
Sin cesar brota el agua cristalina,
Que después en raudales
Baja de la colina,
Y refresca al ganado
Sediento, y le dá pasto regalado.
Los simples en que el arte
22
164 EL PARNASO ORIENTAL.
Sus primores emplea, á manos llenas
Natura ? juí reparte,
Ni en regiones agenas
A vuestra industria obliga
A buscar sus materias con fatiga .
Todo ¡ oh pueblo de Oriente !
Todo en tí mismo tienes. Quiera el hádo
Que en tu bien solamente
Emplees ilustrado
Tantos y tantos dones,
De la virtud siguiendo las lecciones.
Y antes que el frágil hilo
Corte á mi vida el tiempo furibundo,
Pueda yo vér tranquilo
De la historia del Mundo
Llenando los anales
A las bellas regiones Orientales.
FLORENCIO VARELA,
EL PARNASO ORIENTAL. 165
AL VEINTICINCO DE MAYO DE 1830
( DC D. FLORENCIO VARELA. * J
Vuelve Mayo á brillar, y todavía
La luz esplendorosa,
Con que su Sol inunda en este dia
Nuestra región hermosa)
Alumbra pueblos Ubres y valientes,
Que sostienen el santo juramento,
Que, al romper su cadena,
Hicieron de vivir independientes,
O perecer en el glorioso intento
De escarmentar u la ambición agena.
Mayo el grito escuchó : los torpes grillos
Que tres siglos la América ligaron,
Entonces con estruendo se trozaron,
Y del duro metal de sus anillos
Espadas vengadoras se formaron,
* Argentino.
Ífi6 EL PAftNASO ORIENTAL.
Con que el bravo Argentino
Redimir aupo su oprimida tierra,
Y* venciendo «1 dertiao,
Llevó gloriosa guerra
Desde el rio Plateado,
AI suelo por toa Andes dominado.
Espadas fuertes, que al Perú libraron,
Y, jamas envainadas sin victoria,
En Colombia alcanzaron nueva gloria»
Y con el Sol del Ecuador brillaron.
España al cabo doblegó la frente
Al invicto poder RepúMic&bo,
Y en todo el continente Americano
Se ahogó del despotismo la simiente.
El estrago acabó : ya no rodaba
En nuestra tierra la fatal carroza
Con que Márte otro tiempo la asolaba ;
Y su mano ominosa
Al opuesto hemisfério la lanzaba.
Pero el León de Castilla, que no cesa
De alimentar sus bárbaros enojos,
La riquísima presa
Que á su garra arrancamos, con los ojos
Quisiéra devorar; su antigua saña
Con su impotencia aumenta ;
Y á las playas de Méjico opulenta
EL, PARNASO ORIENTAL* 167
Se avalanza otra véz.— No es de ta España
Este nuevo atentada, ; oh Mejicanos!
Crimen es de Fernando; él solo mueve
Contra vosotros mercenarias manos,
El solo es quien se atreve
A llevar otra vez á vuestra tierra
La plaga amoladora de la guerra.
Dcscolga4 nuevamente tos al&nges
Que á ese monarca imbécil humillaron;
Legad esas falanges
Que otro tiempo ms filós ya probaron ;
Y haced que de su orgullo se arrepientan
Los que á Anahuac esclavizar intentan. *
A su encuentro volad* Venganza clama
Motezutna infeliz desde la tumba,
A la venganza Guatiinoc os llama,
Y venganza las víctimas de Otumba
Piden en torvo ceño
Del brutal atentado
Que perpetrara e) pérfido Estremeño.
Aplacad tantos manes; y humillado
El tirano de España nuevamente,
Sirva de escarnio al viejo continente.
* Anahuac, era el nombre que los indígenas daban & todo
el^paia de Mágico, en la época de !a conquista. [Nota dclAu*
M8 EL PARNASO ORIENTAL*
Y todo se cumplió: la misma aurora
Que alumbró el paso altivo é insolente
De la buéste invasora,
Hundir en polvo la cobarde frente
La vio también; y en confusión rendida
Ir á implorar del vencedor la vida.
¡ Salud, hijos de Méjico ! Otro ejemplo
De patriotismo dais á las Naciones;
Con nuevos laúros decoráis eí templo
De la alma Libertad; nuevos blasones
Agrega vuestra Patria á los que un dia
La colmaron de honor ; y el róbio ráyo
Del Sol alumbra hoi con alegría
Un nuevo triunfo que cantar en Mayo.
¡ Mayo, mes de la América ! Tú adornas
De este suelo feliz la heroica historia;
Y cada véz que á visitarnos tornas,
Con una nueva gloría
Tus recuerdos aumentas,
Y a los monarcas del antiguo Mundo
Con ella engalanado te presentas.
Tú, á los tronos, enseñas, que, si ahora
El genio furibundo
De la discordia atroz rompe los lazos
De la Union bienhechora
En el preciado suelo Américano;
EL PARNASO ORIENTAL.
Con mas fuertes abrazo»
A estrecharse sus hijos se convidan,
Y sus odios olvidan,
Siempre que algún tirano
Les intenta robar con insolencia,
La Libertad, su cara independencia»
La tierra de Colon nunca el cimiento
De un trono sostendrá: sus moradores,
A la par del sustento,
Desde la cuna, Libertad mamaron,
Al rango de señores
Del de esclavos pasafon ;
Y vivir libres, 6 morir juraron.
En vano el hombre, que & Colombia un día
Dió fáma y esplendor ; cuando á la' guerra
Sus huestes conducía,
Y en el valle y la sierra
El Laurél de la Gloria le ceñía;
Hoi pretende insensato
Con un trono manchar el continente,
Y á la púrpura aspira y al boato,
¡ En América un trono ! <¡ Quién consiente
Humillación tamaña ? ¿ Quién abona
El escándalo horrible ? En tu cabeza,
Bolivar, la corona
Es divisa de muerte, y hoi empieza
12
170 EL PARNASO ORIENTAL,
Tu sepulcro á cabarse
Dó piensas que tu trono vá á elevarse.
Tú, ¡ oh Sol de Mayo ! lo verás un dia;
Y la luz bienhechora
Que tu eternal antorcha al Mundo envía,
Entonces como ahora,
No alumbrará un esclavo
En cuanto se halla desde el Istmo al Cabo;
Entonces, como ahora, tu venida
Será anuncio de muerte á los tiranos,
Vde gloria y de vida
A los pueblos de América : sus manos
Alzarán sin cesar nuevos altares
A !a alma Libertad; y en torno de ellos
Agolpados con júbilo á millares,
E inflamados allí con los destélloe
De tu brillante ráyo,
Himnos de gloria cantarán á Mayo.
EL PARNASO ORIENTAL. 171
OCTAVAS,
QUE ADORNABAN LA FACHADA DEL TEATRO DE MONTEVIDEO
AL CELEBRAR El* ANIVERSARIO DEL 25 l»E MATO.
[ DE D FRANCISCO A. DE FIGUEROA. * ]
Este dia de triunfo y de gloria
Respirando la noble igualdad,
Libertad esclamó el Argentino
Y en Oriente sonó Libertad :
El León con rugido tremendo
Sus furores pretende oponer,
Mas los libres le postran y alcanzan
Sus pesadas cadenas romper.
Sol de Mayo, que el grito recuerdas,
Libertad, Libkrtad, ó Morir,
* Oriental.
172 EL PARNASO ORIENTAL.
De la Patria el sagrado estandarte
Siempre alúmbres con signo feliz;
Pues los hijos de Oriente juraron
Tan heroicos por ella espirar,
Que si fiéros tiranos triunfáren
Solo tumbas Tendrán á mandar.
EL PARNASO ORIENTAL. 173
HIMNO AL 25 DE MAYO.
CORO.
Orientales* el dia de Mayo
De la Patria recuerdo feliz,
Cekbrémos jurando en sus áras
Libertad! Libertad! ó Morir S *
Si tros siglos de cruél servidumbre
Lamentaron los hijos del Sol,
Rayó un dia feliz en que brilla
Üe la Patria el divino esplendor :
Inflamados de un fuego sagrado
Gritan todos* ¡Union, é Igualdad!
Y el sepulcro del Inca resuena
Libertad! Libertad! Libertad!
CORO»
Este grito tremendo y sublime
En sus pechos enciende el furor
* Oriental.
174 EL PARNASO OR!EWPA¿.
Y cual humo destruyen y rompen
Lm felangee del fiéro apreso* r
Dia eccelso, de honor y grandeza,
En que el libre gritó ¡ Libertad !
En que cuenta su ruma e! tirano,
Y la Patria su gloria y edad.
CORO*
Vuestras glorias rendidas aclaman
Los valientes de Ibéria y de Albion,
Y al Iropério triunfando enseñasteis
Antes muerte que dura opresión :
Mantened, Orientales, el nombre
Que la espada ganara en la lid,
Y perezca, el tirano que intente
Nuestra Patria dichosa invadir.
CORO.
Las columnas de Alcides retiemblan
Se estremece el íbero León,
Y teñidas en sangre se eclipsan
Las estrellas del vfcrde pendón :
Se conturban de horror y de espanto
Los tiranos al gritó fatal,
Cuando anuncia con grito tremendo,
De la Patria la gloria inmortal.
EL FAJLNASO ORIBNTAL. 175
CORO»
Con orgullo mostrad las heridas
Que sacasteis en áspera Kd,
Que con muerte y estragos vengasteis
En los bravos de Gama y del Cid :
Gozarán vuestros hijos la gloria
De ser hijos de canto valor,
Esa gloria que solo respira
Patriotismo, virtudes y honor,
CORO.
De mil héroes la sangre preciosa,
Orientales ¡ os dio Libertad !
Si perdida la viereis un dia,
A sus tumbas venid y llorad]!
De sus sombras y polvo renazca
Nuevo Edipo, que oprima al traidor,
Y la esfinge fetal destruyendo
Os volviéra la gloria y honor.
CORO*
Orientales, el día de Mayo
De la Patria recuerdo feliz,
Cekbrémos jurando en sus áras
Libertad! Libertad! ó Morir!!
176 EL PARNASO ORIENTAL.
AL RESTABLECIMIENTO DE LA BI-
BLIOTECA PUBLICA DE MONTEVIDEO , DECRETADO POfc
LA HONORABLE A8AMBLEA r EN SESION DJE 8 DE MAYO
m 1830. *
[ DE D. FLORENCIO VAftBLA. f I
Tu, que á la antigua Aténas
Diste esplendor ¡ oh Diosa de la ciencia !
Del Plata en las arénas
Vén á engrandecer con tu presencia
El dichoso momento
En que se alza al saber un monamente
* La Biblioteca pública se instaló ec Montevideo el 24 de
Mayo de 1816» Cuando las tropas de S. M. F. ocuparon esta
capital en 1817, necesitando las piezas en que estaba la Biblio-
teca, la destruyeron. Fué restablecida en tiempo del Gobierno
Imperial , y nuevamente destruida* En la casa que es de aquel
establecimiento, solo se hallan los estantes, y algunas pocas
Obras. [Nota del Autor.]
t Argentino,
EL PARNASO ORIENTAL. 177
Ta fuego santo anime
A los hijos, ya libree, del Oriente :
Que á tu influjo sublime
£1 gérmen de la ciencia aquí reviente;
Y en torno á tus altares
Corran adoradores ó millares.
Ya las doradas puertas,
Que el brutal despotismo cerró un dia,
De par en par abiertas,
Al hombre culto ofrecen á porfía
£1 tesoro preciado
De todo cuanto el sábio ha meditado.
La imprenta bienhechora
Derramó por el Mundo sus lecciones,
Que estampadas ahora
En volúmenes mil, son ricos dones,
Que brindan nuevamente
La ilustración al Pueblo del Oriente.
En el grande instituto
Irán sus hijos á arrancar ansiosos
El saludable fruto
Que produce el saben y luminosos
Los rayos de las ciencias
Darán nuevo vigor á sus potencias.
178 EL PARNASO ORIENTAL.
Entonces los derechos
Del Ciudadano, el Ciudadano aprende :
Los límites estrechos
Conoce del podérj vé como tiende
Sus redes la malicia,
Y las evita, y triunfa la justicia.
Ni confunde ignorante
Con la alma religión el fanatismo,
Con la ambición pujante
El patrio amor ; no pide en su égoismo
Salvage independencia,
Ni, en véz de Libertad, quiere licencia.
Su ilustración le enseña
A elevarse hasta el alto Firmamento ;
Y orgulloso desdeña
Del hombre rúdo ei torpe abajamiento,
Que á la especie degrada,
Y en la vida social jamas se agrada.
Asi nace, asi inflama
La ciencia á los humanos corazones ;
Asi cunde esa llama,
Que vivifica á todas las Naciones,
Y asi ¡ olí Pueblo de Oriente !
Afianzarás tu ser independiente.
EL PARNASO ORIENTAL. 179
Desde tu augusta eaféra
Baja, Minerva, á un pueblo que te adora;
Has que en su cruél carrera
El tiempo, que á su saña destructora
Todo el Mundo somete
La. Biblioteca Nacional respéte.
180 EL QWENTÁU
EN LAS FIESTAS DE JULIO DE 1832,
■N EL FE«Kri^ r m TKABRO RE UQBITSnfUU* « B»U8XE-
BOK LOS V*»*0*
[ DE Di F. DELGADO. * ]
A LA PATRIA.
¡ Inclita Patria ! ¡ Patria veneranda !
Alza gozosa tu preclara frente:
Mira cual húye Ja facción infanda
AI vér brillar tu espada prepotente.
Ya se afirmó tu trono; tu Lei manda
Y la plácida Paz reina en Oriente.
Los nobles pechos sellan hoi tu suerte,
¡ Oh Patria ! • . • . Paz y Leí 6 heroica muerte.
La ambiciosa anarquía es un torrente,
Hórrido abismo de furor cruénto,
Que arrebata con ímpetu violento
A la Patria, al Patricio é Inocente.
* Español constitucional y amigo de la Libertad,
EL PABJVJÜO ORIBNTAJL» 1S1
A LOS PATRIOTAS.
Al horrendo rugir de la anarquía
Toda la tierra patria se conmueve;
Lámanse miles bravos á porfía
A destrozar el monstruo fiero, aleve,
Y destrúyenlo en fin. Tan fausto dia
En bronce y marmol esculpirse debe :
¡Gloria á los que han pospuesto en esta prueba
Déudos, bienes, taller, redil ó estéva !
La Lei sostiene nuestros justos fueros,
Sostengamos la Lei, sí, ¡ ciudadanos !
Sin élla no hai derechos verdaderos,
Ni riqueza, ni hogár, padres ni hermanos.
ÍSt KL PARNASO ORIENTAL.
LA CONCORDIA.
Deh! fate un corpo sol deimenibri amici,
Fateun capo, che gli alai indrteñé frene,
Tasso, Gertjs. Libera, cani. 1.
[ DK C. PIOKENCIO VARELA, « J
¡ Ai, protege, Señor, tu hermosa hechura !
Por tí este pueblo sacudiera el ytígo
De servidumbre dura ;
Y, en tu inmensa bondad, al fin te plugo
Darle nueva ecsistencía,
Y llamarle á gozar de independencia.
No abandones jamas la tierna planta
Al furor de los vientos, cuando apenas
Lozana se levanta.
Libra á tu pueblo ¡ oh Dios ! de las escenas
De discordia inhumana,
Que destruyen la tierra Américana.
* Argentino.
EL PARNASO ORIENTAL. 183
Si en merecida pena á sus delitos
Impuso tu justicia á otras Naciones
Los males infinitos
Que traen tas fraternales disenciones,
El pueblo del Oriente
Nace recien, su vida es inocente*
Sálvale, por piedad : no se marchiten
Jamas sus esperanzas deliciosas;
Sin fin en él habiten
La Concordia y la Paz, hijas dichosas
De la virtud consuelo
Al hombre justo dado por el Cielo.
A su sombra benéfica florecen
Las ciencias y las ártcs bienhechoras,
Los pueblos se engrandecen
Llenos de vida ; y leyes protectoras
La perfección alcanzan
Y moderadas libertad afianzan-
La concordia es la fuento mas fecunda
De los bienes que gozan los humanos;
Y como el Sol inunda
Con su fulgor las cumbres y los Hanoi,
Ella con su influencia
184 EL SASJMÜfO OMOTTFAL.
A todo sato dar nueva ecsistencia,
Al verla se despeñan al abismo
La Ambición prepotente, la Ignorancia,
El ciego Fanatismo,
La sacrilega y ruda Intolerancia
Y todos los errores
Que las pasiones traen con sus farórea.
Ella fué la que un dia dio renombre
A mi patria : por él la el Universo
Veneraba su nombre,
Y la historia veráz, y el rico verso
En página divina
Honraron la República Argentina.
El Cielo la robó tanta ventura.
Llanto y respeto á su fatal estrella-i
Y el que, con lengua impúra,
Se atreva á mancillar su fama bella,
Y su desgracia insulte,
En el profundo Avérno se sepulte.
Sus males evitad, hijos de Oriente;
De la Concordia al delicioso abrazo
Volad alegremente :
el piRif&ro «Bureara.. 185
£1 os «streche om perpé^o la«o,
Ahogando en vacurtra ofrflla
De la asarquía ta letál semilto.
Jla madre eróticos bemrá trwwjnfla
Al hijo de su amor, sin que la muerte
De la revelde fila
Se lo arrebate en flor; y á dura suerte
Su ancianidad condene,
Y de amargtfra y de dolor la lléne.
Ni temerá el colono que inclemente
£1 soldado feroz sus miéses tale,
Dejando solamente
La negra huélla que el furor señale;
Y de pueblos cubiertos
Los campos se verán que hoi son desierto!.
Mis votos oye ¡oh Dios Omnipotente !
Y una familia sola reunida
Forma en el rico Oriente,
Que, á Leyes paternales sometida,
La peligrosa rienda
Nunca usurpar con crímenes pretenda.
Ampara tú su juventud dichosa,
186 EL PARNASO ORIENTAL.
V hóstiae de Paz adórnen tus altares;
Con mano bondadosa
Vierte sobre élla dones á millares;
De la gloria y ventura;
j Ai, protége, Señor, tu hermosa hechura \
EL PARNASO ORIENTAL. 187
LAMENTO PATRIOTICO.
f DE D. FRANCISCO A* DB FMJUEROA» * ]
Fúnebre Melpoméne que enlutada
Tristes endechas mides;
Tú que al lamento y al dolor presides
Del mísero mortal, k la agitada
Mente, y al corazón tu fuego inspira;
Y la luctuosa Lira
Préstame, Musa, ó si al dolor que abrigo
En el pecho ardoroso
Quieres unir tu acento melodioso,
Verás cuan tierna gemirás conmigo! !
Pues ya el monstruo tremendo
De la discordia atéve,
La vivorézna frente sacudiendo,
¡ Sangre vierte feroz, y sangre bebe ! !
A cstermmar se atreve
El suelo pátvio. Con sangrienta ira
H Oriental.
25
188 EL PARNASO ORIENTAL.
De sus ojos agrestes
Lanza llama sulfúrica y siniestra;
En su horrorosa diestra
Brilla el puñal del parricida Oréstes
Y en sus hombros se mira
La túnica fatal de Deyanira.
Mas ¡oh que horror! ya miro enrojecidas
Blandir do quiér las lanzas fratricidas
Y el acéro brillar::::: ¡oh ansias fatales!
Todos son Orientales
Y marchan á morir! ! El torpe acéro
Patriotas deponed! Que la armonía
En cunto placentero
Torne el furor: mas ¡ai! ¡oh Músa mia!
Este inútil lamento
Que tú me inspiras se lo lleva el viento :
Ya el Jaura hiende el hórrido alarido,
Ya el estampido suena
De! huéco bronce que en los campos truena
Del Uruguay florido;
Y la Patria infeliz dando un gemido
Fatídico y ansioso,
Que en los ecos rctúmba,
Lanzándose en el no caudaloso;
¡Aquí mi gloria fué, ;/ aquí es mi tumba !
EL PARNASO ORIENTAL. 189
Dice:::: y al choque de su augusta frente
Salta en forma de llanto la corriente.
¡ Mas todos gritan guerra ! ! ¡ Oh cruel infámia í
Renuévanse las bodas de Hipodámia,
Y el furor fratricida
De! cruél Tyeste, del sangriento Atrida ! !
¿ Qué es esto, hádos fatales,
Sangre queréis, y que la sangre sea
De hermanos: : : : de Orientales ?
Odiosa lid ¡ sacrilega pelea ! !
¡Y que la Patria vea
Derribar á sus hijos ciento á ciento !
¿ Queréis almas frenéticas é insanas
Holocausto cruénto;
Y tributar de víctimas humanas,
Como mas digna ofrenda
Nueva hecatombe á Némesis tremenda?
No será tanto horror : : : : ¡oh Numen sacro
Que a la Patria iluminas!
Ya miro la centella que fulminas
De la discordia al fiéro simulacro;
Y ya los corazones
Abiertos á las dulces emociones
La voz de Union, y de amistad pronuncian
190 EL PARNASO ORIENTAL.
Con efusión feliz. Dia dichoso
Que anhelan y que anuncian
Los que aman á la Patria, presuroso
Mueve tu curso, y dora
Nuestro opáco horizonte con tu aurora!
El pérfido estrangero
Que aguza torpe el fratricida acero,
Cual rugirá feroz ! el estermmio
De este jardín de Edén es su esperanza
Y fijar con su lanza
Sobre sus ruinas su fatal dominio.
¡ Oh paz apetecida,
Cubre á la Patria con la hermosa egida
De tus alas brillantes !
Y el Numen tutelar del patrio suelo
Con letrero de estrellas rutilantes*
Inscriba alia en el Cielo :
¡ Hasta la muerte Union ! ! y en eco í'ucjte
Publique el Mundo. Union hasta la muerte*
EL PARNASO ORIENTAL. 191
A LA MEMORIA DE D. MAXIM1L1A-
iNO OBES, TENIENTE I ° DEI* KEC,iMlE>TO 2/ DF CABALLE-
RIA, MUERTO EL DIA 11 DE AHHTIj DE IH31»
[ DE I> VLOUCVC IO \IHLL1 |
HO NJiTO.
El golpe inopinado de la muerte
En ilor te ai rebato. Máximo ainado ;
Y ni siquiera á mi amistad tac dado
En el tremendo lance socorrerte;
Nunca mis ojos volverán á verte;
Pero eii mi corazón despedazado,
Tu caro nombre vivirá gravado,
A despecho del tiempo y de la suerte.
Tu amistad, tus vutudes generobas
Serán siempre en mis lágrimas bañadas;
Y al borde de la tumba en que reposas,
Junto con ellas correrán mezcladas
Las de tus tiernos Padres afligidos,
Las de tus compatriotas condolidos.
192 EL PARNASO ORIENTAL.
DEDICADO A LA FAMILIA Y MEMO-
RIA DE LA FINADA DOÑA MARIA DEL CARMEN PERE£«
[ DE D. MANUEL A GUIAR- * ]
timbrando el áura, miserable canto,
Ave agorera, sollozando grita,
Atropos cruda, su furor incita,
Surge la eternidad, gira el espanto:
Abre la muerte su terrible encanto,
La cruél guadaña de la nada escita,
Carmen ansia, en agonías palpita;
Acaba de ai, en ai, de llanto en llanto.
Sobre el funéreo mauseolo helado,
¡Vedla reposa! ! ¡ Oh Dios inmenso !
Al fin ya ha visto cuanto es Cielos y hádo,
¡ Mudos despojos ! ! El dolor intenso,
Recoged de mi pecho atribulado,
Mis ofrendas, mis lágrimas, mi incienso.
* Oriental.
EL PARNASO ORIENTAL. 193
A LA MUERTE DEL DIGNO PATRIO-
TA EL SEÑOR D. JOSE GONZALEZ» DIPUTADO EN LA SALA DE
REPRESENTANTES DEL ESTADO ORIENTAL*
[ DE D. FRANCISCO A. DB FiOÜEROA * ]
SONETO,
Como el Mundo ea ingrato; y cual descuida
En dar loor á la virtud mas pura
Cuando al débil mortal Atropos dura
Corta el estambre de la triste vida :
Todo es ingratitud, sombra querida,
¡ Caro González . , . • ! mas mi fe segura
Con himnos y recuerdos de amargura
Cumple por todo el Mundo que te olvida.
Tú fiel al patriotismo, ora guerrero
Ora legislador; siempre constante
La modesta virtud fué tu sendero :
Mas la Párca sonó, y en un instante
Perdió la Patria un hijo verdadero
Y al amigo mas fiel mi pecho amante.
[ 1832. ]
* Oriental.
194 EJ, PARNASO ORIENTAL.
CANCION.
A LA MUERTE 1EL RRA\0 CORONEL D* BERNABE RIVERA,
A CONSFCtENCI\ DE LA REVOLUCION QUE ESTALLO EN
MOJÍ TE VI PEO EL :í DE JULIO DE 1833,
[ TE D. CVRLOS G VlLI K ÜE MOROS. * ]
. Bernabé ! ya iu sombra triste
De la Estígia las aguas puso*
Ya no asiste ta brazo invencible *
Rulo ¡¿auto, nos queda, y dolor.
De laureles lasicn coronada,
Mi) de veces Mavorte te vio,
Presentando al peligro tu pecho,
Y tu brazo esparciendo el terror:
* Orieut.iL
EL PARNASO ORIENTAL. 195
Mil de veces, la huéstc enemiga,
Al nombrarte, tan solo, tembló;
Y los llanos de Oriente mil veces,
Bernabé, repitieron, triunfó»
CORO,
De Albuquerque y de Gama lo» hijo»
La cadena arrojaron feroz,
Y á la tierra de bravos, la cuna,
Orgullosa su planta pÍ3Ó.
Oprimida, al socorro te llama,
Y al llamado corriendo veloz,
En Misiones la Fama, proezas
De este lado proézas sodó.
coro.
De Uruguay la corriente abundosa,
En sus ondas tu nombre llevó,
Y mezcladas al undoso Plata,
A estimarlo al Porteño enseñó.
Admirado el oido estrangero,
Tus hazañas también escuchó;
Y de un Polo, hasta el otro del Mundo
Bernabé, Bernabé, resonó.
26
196 EL PARNASO ORIENTAL.
CORO,
Del Cuarem, á la horda salvage,
Cuando alzára c) revelde pendón,
¡Cuantos sustos tus briós costára!
¡ Cuanta sangre sorpresa y pavor !
Un momento es partir y vencerlo»
Y en tu fuerza y activo vigor,
Un momento es partir, y á tu patria*
Volver paz, alegría y honor,
CORO.
Mas ¡ai triste 1 Este suelo te llama
Sumergido en horrible dolor,
Y arrancarte, pretende, al abismo»
Y el abismo ensordece á su voz.
De la etérna mansión de los héroes,
A la humana jamas ¡ah! volvió
Sombra alguna que avaro aprisiona.
Y retiene el aváro Aqucron,
CORO.
Solo llanto y tiernos gemidos,
Bajarán á tu tumba de honor,
El, PARNASO ORIENTAL. 19?
Solo llantos y tiernos gemidos,
Puede darte, de Oriente, el amor;
Y el laurel, y la palma enlazados,
Y el ciprés, que en tu foea creció,
Mostrarán á la tierra la gloria,
Mostrarán á la tierra el dolor.
CORO.
¡Bernabé í ya tu sombra terribk
De la Estigia, ¡as aguas pasó,
Ya no ecsiste, iu brazo invencible*
Solo llanto, nos queda y dolor.
198 EL PARNASO ORIENTAL,
A LA HEROICA MUERTE DEL BRA
VO CORONEL D. BERNABE RIVERA, EPICEDIO, Ó CANCIC
TUNERAL, DEDICADA AL EXMO. SEÑOR r RESIDENTE DEL E*
TA DO ORIENTAL DEL URUGUAY D FRUCTUOSO RIVERA. II
[ LC5. FRANCISCO A. DE FfílUÉROA É )
Deja, sombra querida,
Que íl tu scpulcto llame,
Que on su lo&a derrame
Mi pena y nn aflicción ;
|) Esta canción flic presentada i. S, E, el día 15 del cor-
riente mes de Octubre de l&3tt, en un hermoso y grande cua-
dra inventado y di hígado primorosamente á pluma por el insig-
ne calígrafo D. Juan Bemc& Innoven. Allí se representaba la
facha Ja. Jo un magnífico templo» y en once medallones estaban
dibujados con admirable perfección y delicadeza, todos los pen^
samientos, las unágenc* v el sentido que contienr cada una de
las once estro fh ^ 'pie componen esta cíuiuon
* Omntaí,
EL PARNASO ORIENTAL. 19Í
Mas ¡ai ! al éco triste
Que en tu mansión resuena
No respondes : : : : ! y péna
Con ansia el corazón :
Vé cual la Patria
Llega enlutada
La tumba helada
A contemplar:
Sus tristes ayes
Dirige al Cielo,
Y es su consuelo
Llorar! llorar!
Tu Bernabé, tú eras
El Numen de bondades,
Y entre dos tempestades
El Iris tutelar :
Los bárbaros levantan
El pendón parricida,
Y á la Patria afligida
Pretenden devorar:
Los tiernos hijos,
La esposa amante,
Todo, al instante
Cede a! honor:
tt& ML PARNASO ORIBNTAi.
Y á los que alistas
Bravos y osados
Gritas;; :;Spld a dos,
Valor! valor !!
La Tribu de salvages,
Que Tacuabé concita,
La cruel insignia agita
De infausta rebelión :
A su frente el espanto
Precede á sus furores,
Y en pos, todo es horrores,
Sangre, y asolación :
Las fieras turbas
Tres veces langas,
Y tres alcanzas
Lauro inmortal :
Lauro que ees alta
Tu patrio fuego :
Mas lauro luego
Fatal! fatal!!
Cual cometas de muerte
Los rústicos plumajes
EL PABiVASO ORIENTAL.
De sus rostros salvagea
Realzan el furor:
Tú a la horda terrible
Te ostentas, y te nombras,
Y huyen, como á las sombras
Disipa el resplandor:
Mas ¡ ai ! detonte
Pues tus laureles
En sangre, cruéles
Piensan teñir :
Triste presagio
Al alma hiéla
Que solo anhela
Gemir ! gemir!!
Ave de infausto agüero
Anuncio de tristeza,
En mi laúd tropieza
Con volido fatal :
Y las cuerdas resuenan
Del instrumento herido,
Con lúgubre gemido
Cual canto funeral:
Del bosque el éco,
A yes pronuncia,
14
$03 EL PARNASO ORIENTAL,
Y el Sol anuncia
Pálido horror :
De honor guiado
No retrocedes,
¡Oh! ¡ cuanto puedes
Honor, honor ! !
De su pérfida fuga
¡Ai! ¡ cual tornan! . . . . ¡cual fiéroa
Al héroe y sus guerreros
Asaltan á la véz !
Roto el sangriento acéro,
Brazo á brazo los ciérra,
V un stírco hace en la tierra
La fuerza de sus pies;
Bazan muriendo,
Valor, Rivera 1
Y él respondiera
Valor Bazan !
Las fiéras lanzas
Logran postrarle,
Y hasta ultimarle
Le dánl lo dan!
Por cien brechas ecsala
El alma grande y bella;
i
Que apenas pudo ¿Ha
Por cien brechan aalir!
Y al postrer parasismo
Del héroe que falléco
Tiemblan y les parece
Que torna á revivir.
Al fin sifl vida
cae traspasada:
Y en torno el prado
Se estremeció*
Los fiéros monstruoa
Dudan, palpitan*
Y al cabo gritan
Murió. . ..! murió....!!
Ya al cadáver osados
Se acercaa con fiereza;
Le contemplan^* . .y empieza
La escena del furor i
Nó, no triunféis Carihes,
Que aun la testa, un hercreno,
Y en cada, ciudadana
Un rayo vengador:
Maa ¡ ai ! que nunca
Linaje ififtusto
S7
104 EL PARNASO ORIENTAL-
Digno holocausto
Serás por él :
Ni ahogado en sangre
Jamas desquitas
Lo que nos quitas,
Cruél. . . .! cruel, . . .!
Allí, do las virtudes
Al crimen sucumbieron
Tiernas flores se vieron
De su sangre brotar:
Y en la cruz solitaria
Que vén los caminantes,
Tortohllas amantes
Lamentan sin cesar !
Allí los mánes
Vagando al viento
Con tr:ste acento
Se oyen plañir :
Mánes de aquellos
Que osaron leales,
Como Orientales,
Morir : : : : ! morir ! I
Que fiéraincertidúmbre,
EL PARNASO ORIENTAL. 805
Que ansias no padecimos,
Hasta que al fin, bebimos,
La amarga y negra hiél !
Amarga, y lenta ha sido
Del hado la venganza,
Y entre horror y esperanza
Para ser mas cruel !
Y en vez de himnos
Y áreos triunfales,
Son funerales
Y un atahúd !
Salud ! oh sombra !
Del héroe amado,
Sol eclipsado,
Salud! salud!!
En fin, aqui te miro;
Mas cuan desfigurado !
Ellos te han destrozado
Con bárbaro furor! !
En las armas que adornan
Tu sepulcral trofeo
Esas lanzas que veo
Recuerdan mi dolor !
Sangriento y pálido:
Yerto y sin vida T
206 EL FASNA0O ORIENTAL.
Con tanta herida : : !
Cuan otro «fitas!!
Aij que en la tumba
Fuerza dejarte !
Mas olvidarte,
Jamas i Jamas !!
[ 1833. ]
EL FAJIN ASO ORIENTAL. 207
VERSOS RECITADOS EN DIFEREN-
TES PUNTOS POR EL GENIO DE LA COMPARSA DE MILITA-
RES, EN EL LUCIDO FESTEJO DEL ANIVERSARIO DE NUES-
TRA CONSTITUCION EN 1833.
\ DE ». FRANCISCO &• DE FIQUE ROA. * ]
Mira, ¡oh Patria á los hijos que te aman,
Que tus cadenas en la lid rompieron;
Allí á fiéros tiranos resistieron,
Aquí á tu Lei se humillan y te aclaman.
ii.
Las garantías de la Lei sagrada
Forman la Libertad que apetecemos;
Orientales, las Leyes respetemos,
Y tendrá Libertad la Patria amada.
m.
Salud, á tantos héroes que perdimos,
Que entre el horror de Marte y el estruendo
• Oriental.
208 EL PARNASO ORIENTAL.
Gritaron ¡Libertad! y ellos muriendo
Sobre sus túmbas, Libertad tuvimos»
IV.
Viva la Leí en la Oriental esféra,
Viva el Gobierno por la Leí regido.
Y á la Asamblea Nacional reunido
Viva el invicto, el inmortal Rivera.
EL GENIO DE LA COMPARSA DE LOS SEÑORES DEL COMERCIO,
DUO LAS QUE SIGUE!?.
Viva la Libertad y el Mundo vea
Que este dón celestial gozár sabemos,
Y ánte el alcázar de la Leí clamemos
Viva el GobierrtOj viva la Asamblea.
n.
Al Paladiúrn de nuestra Patria bella
A esas banderas que tremola el viento,
Orientales, hagamos juramento
De vivir libres, 6 morir por ella.
EL PARNASO ORIENTAL. 209
IIL
Sacra deidad que desde la eminoncia
Del alto Cielo gobernáis el Orbe,
Proteged á la Patria y nada estorbe
Su dulce paz, bu cara independencia.
Eff ALGUNOS EDIFICIOS PARTICULARES HABIA LAS SIGUIENTES
POESIAS COLOCADAS EN VISTOSOS B ILUMINADOS TRASPA-
RENTES,
¡ VIVA LA CONSTITUCION !
El patriotismo y el valor unidos
Para salvarte ¡ oh Patria ! concurrieron,
Cuando en la lid tus hijos decididos
Gritaron ¡Libertad ! y libres fueron;
Tan virtuosos cuan bravos y atrevidos,
El bien que alcanzan, mejorar supieron;
Y alzando el templo de sus Leyes bellas
Saben ser libres respetando aquellas.
AL GOBIERNO.
Los destinos del Pueblo del Oriente
Vos dirigís señor. • . .y el Mundo vea
%lñ EL P*RN*SQ ORIENTAL.
Que en vuestras manos ponen dignamente
Thémis su espada^ su balanza Astréa;
El es libre y feliz, porque prudente
Respetando la Lrl, guardéis la idéa
Que el Pueblo Soberano, á una persona
Deléga su poder : : : : no le abandona.
A LOS MANES HEROICOS.
Dejad sombras ilustres un momento
La mansión del sepulcro pavorosa,
Manes del patriotismo, el grato acénto
Escuchad de la Patria venturosa;
Libróla de opresión vuestro ardimiento
Y hoi constituida, en Libertad reposa,
Vuestro heroísmo el galardón reciba
Pues supisteis morir; porque élla viva.
A LOS BRAVOS ORIENTALES,
Libertando í la Patria habéis logrado
El boaor que á lo» toaros <Ü la historia,
Soste&ie&do ta Leí que habéis jurado
EL PAKNASO OBrtfiNTál- 9tl
Adquiere roas valor vuestra memoria*
LeI| Lireatax), y Unign, son el sagrado
Paládium, que asegura nuestra gloria,
Y pues tan altos bienes alcanzamos
¿¿¿re* y uwtáw por ¡a Ld vivamet*
28
218 EL PARNASO ORIENTAL.
CANCION SECULAR * DE HORACIO,
TBADUCIDA AL CASTELLANO CON MOTIVO DE LAS SOLEMNES
FIESTAS NACIONALES DE NUESTRA CONSTITUCION, CELE-
BRADAS EL DIA 4 DE OCTUBRE DE 1834.
[ t»B D. FRAKCIBCO A. DB FIQUE ROA f| ]
A FBBO Y DIANA
Arribos Coros.
¡Oh refulgente Fébo, oh casta Diana!
De las selvas señora;
Lucientes astros que el mortal adora,
* Antes de Augusto ci siglo era do cien años, mas los sa-
cerdotes intérpretes de los oráculos escritos por obsequiar á
aquel, hicieron cayese en su tiempo esta solemne festividad,
consiguiendo sin mucho trabajo persuádale; que según los ver-
sos Sybihnos el siglo debía contarse de ciento diez años. Au.
gusto encargó á Hoiacio la composición del Himno Secular, que
es este mismo, el cual era cantado en las plazas publicas por
dos brillantes coros de niños y nulas de distinguido nacimiento.
Duraban las funciones tres días, y en todos ellos se entonaba
este himno á medio dia y a la mitad de la noche.
H Oriental,
EL PARNASO ORIENTAL* 213
De la gente romana
A vuestras áras puesta
Oíd el voto en la sagrada fiesta.
En que de las Sybilas providentes
Ordenan los cantares
Que á los Dioses de Roma tutelares,
Infantes inocentes,
Vírgenes superiores
Entonen himnos, y tributen flores.
Coro de Niños,
Sol que desde tu carro luminoso
Fecun das la natura
Ya ostentes ó ya ocultes tu luz pííra;
Objeto mas grandioso
Que el Pueblo de Quirino
Jamas alumbre tu esplendor divino. ||
Coro de Niñas.
¡ Oh Diana, que al feliz alumbramiento
Presides bienhechora!
Sé de las tiernas madres protectora,
Y cante nuestro acénto
|| Roma, de Rúmulo k quien llamaban también Quirino»
214 EL PARNASO ORIENTAL,
Tu alabanza divina
Bien te nombres Fecunda, ó bien Lucina.
La sucesión Romana inumcrable
Bajo tu amparo crezca,
El la Lei del Senado favorezca,
Que dando al secso amable
Conyugales cadenas,
Iguale nuestra prole á las arenas.
Amhos Coros.
Porque el futuro tiempo repitiendo
Su giro magestuoso,
Cada ciento y diez años mas dichoso
Restituya el estruendo
Los himnos y alegrías.
Por tres serenas noches, y tres días,
Y vosotras ¡ oh Parcas, de infalible
Y fatídico acento !
Tenga lo que anunciasteis complemento
Al tiempo imprescriptible,
Y á par de los pasados
Seguid hilando venturosos hados:
En ganados y frutos abundando.
EL PARNASO ORIENTAL, 215
A Céres y Pomóna
Brinda Ja tierra espléndida corona
De espigas; sustentando
Sus procréos y aumentos
Salubres aguas y templados vientos.
Coro de Niños*
Mitiga, ¡ oh blando Apolo, el ardorosa
Esplendor de tu llama,
Oye á los nulos, cuya voz te aclama !
Las Niñas.
Y tu planeta hermoso.
Rema de las Estrellas,
j Oye; candida Luna, a las doncellas!
Atnbos Coiw.
■Si Roma es obra vuestra, si arribaron
A la Etrusca ribera
Latí falanges Troyanas, que do quiera
Los númenes salvaron,
Y obedeciendo al Cielo
Fundaron su ciudad en nuestro suelo.
A los que el pío Eneas couduciendo,
De su patria adorada
216 EL PARNASO ORIENTAL.
Por entre el fiero incendio, con su espada
Libre camino abriendo,
Les ofreció tendrían
Un imperio mayor que el que perdían.
Dad á la juventud, ¡ oh soberanos
Númenes protectoresl
Costumbres y virtudes superiores;
Descanso á los ancianos,
Y á la Romúlea gente
Hijos, riqueza, y gloria permanente.
Y el que de blancos toros grata ofrenda
Os tributa en el ára,
De Anquí s es y de Venus sangre clara
Reine, y su império estienda;
León en la lid osado,
Y apacible deidad con el postrado, t
Ya por tierra y por mar despavorido,
Al Romano denuédo
Y á la Albana segur, respeta el Médo,
Ya las Leyes han pedido
El Escita insolente
Y el que del Indo bebe en la corriente.
j- Augusto descendiente do Julo, hijo de Eneas, estaba sa-
crificando á los Dioses mientras se cantaba este himno.
EL PARNASO ORIENTAL, 217
Ya la fé, paz, y honor, y la olvidada
Virtud en nuestro suelo,
Y el antiguo pudor tornan del Cielo:
Ya en la patria adorada
Luciendo un siglo de oro,
Difunde la abundancia su tesoro.
Coro de Niños,
Y el adivino Fébo decorado
Con arco rutilante,
De las Pimpleas preferido amanto,
Al que aliviar es dado
Con saludable ciencia
De los cansados miembros la dolencia.
Si favorable al Templo Palatino |||{
Si al Lacio delicioso,
Y al romano esplendor mira afectuoso,
Proteja él su destino
Mas brillante y seguro
En la región inmensa del futuro.
Coro de Niñas.
Y Diana cuya fulgida diadéma
y |j Augusto había levantado un Templo sobro el monte Pa-
latino,
15
218 EL PARNASO ORIENTAL.
Desde el Algido monte,
Y el Aventino, alumbra el hoii&ontp **
Favorezca suprema
A los quince yaron^s tt
Y atienda de la infancia á las cauciones.
Ambos Coros*
Ya de Fébo y de Diana terminado
El himno de alabanza,
Lleva el coro la plácida esperanza
Que Júpiter sagrado
Y las Sumas Deidades
Derramarán en Roma sus bondades.
** Diana tenia su Templo sobre el Aventino, y se la miraba
como protectora de este, y del monte Algido,
tt Quince eran en aquella época los Sacerdotes depositarios
de los libros Sybilinos.
EL PARNASO ORIENTAL. %19
EN LA VISTOSA ILUMINACION Q,UE
ADORNABA LA FACHADA DEL EDIFICIO DEL CONSULADO, SE
VEIAN OCHO TRASPARENTES DC GUSTO, CON LAS INSCRIP-
CIONES SIGUIENTES, AL CELEBRAR EL ANIVERSARIO DE LA
JURA DE LA CONSTITUCION EN OCTUBRE DE 1834.
[ DE J>. FRANCISCO 4. DE FIGUS&OA. * ]
A LA AGRICULTURA.
£1 Sol de nuestras Leyes ilumina,
Anima al suelo y la abundancia crece;
Y á la labranza y al afán ofrece
En rica tierra inagotable mina*
AL PASTOREO.
£1 pastoréo es fuente verdadera
Y riqueza esclusiva del Oriente:
Haya Leyes, y paz, que él solamente
En el sosiego de la paz prospera.
220 EL TARNASO oriental.
A LAS ARTES,
Las artes y la industria en todas partes
Dan precio y ser á la materia inérte;
Y en todo pueblo liberal se advierte
Crecer la industria, y florecer las artes.
AL COMERCIO,
£) comercio e3 el cuerpo del Estado
Vital circulación que le fomenta,
Es la sólida base que sustenta
El templo que la espada ha levantado.
A LA CONSTITUCION.
¡ Oh Pueblo heroico que á la gloria atiendes
De ser libre, deñende denodado»
De la3 Leyes el código sagrado,
Que en él tu gloria y Libertad defiendes!
A LA PATRIA.
Ceñida de laurél la augusta frente
La cara Patria en Libertad reposa,
EL PARNASO ORIENTAL. 221
De tantos pueblos escepcion dichosa
Constituida, feliz, independiente.
A LOS BRAVOS.
Vuestro valor libró á la Patria amada,
Vuestra virtud su Libertad mejora,
Mucho pudo la espada mas ahora
Mas pueden las virtudes que la espada.
A LA LIBERTAD
¡ Sagrada Libertad ! los que te adoran
Conocen tu valor; tú eres del hombre
El mas precioso bien; y al oir tu nombre
Los Ubres cantan, los tiranos lloran.
2S8 EL PARNASO ORIENTAL.
CANCION PATRIOTICA FESTIVA, [|
PARA CANTARSE CON L\S COPAS EN LA MANO; COMPUESTA
EN CELEBRIDAD DEL ANIVERSARIO DE LA JFRA BE LA
CONSTITUCION DE 1834.
[ DE Di FRANCISCO A. DE FlGtTJfcROA . * ]
Empiezan todos el — coro.
Bebamos^ bebamos
Cantando en unión
De Patria y de Bac.o
La dulce canción.
Solo.
Bebamos amigos,
En grata armonía,
Cantemos e! día
De gloria y honor :
|| Una persona sola canta los versos, y al fin de cada uno
do ellos, responden todos juntos el coro, y entonces beben.—
La tonada es enteramente igual ¿ la conocida canción
" Bebamos, bebamos De! suave licor— Cantando beódos—
A Baco y no a Amor.'*
* Oriental.
EL PARNASO ORIENTAL. 223
Dó el Sol de las Leyes
Brilló felizmente,
Llenando al Oriente
De eterno esplendor.
Todo$) Coro.
Solo.
El código santo
De nuestros derechos
Tendrá en nuestros pechos
Su templo y su altar.
Por los que nos dieron
Tan alta preséa,
Por nuestra Asamblea
Patriotas, brindad.
7Wos, Coro,
Solo.
Honor al Gobierno
Que da en nuestro sudo
Ejemplo y modelo
De zelo y virtud :
Tres veces las copas
De Buco llenemos
Y en su honor libemos
La triple salud.
824 XL PARNASO ORIENTAL.
Todos, Coro.
Solo.
Del divino Baco
La espuma bullente
Ya sube á mi frente
Su árdor celestial :
Asi enardecidos
Brindemos señore3 f
Por loa defensores
Del Pueblo Oriental.
Todos, Coro.
Solo.
Las bellas comparsas
Que al circo acudieron
A la fiesta dieron
Realce y valor :
Y la del Comercio
Hoi por despedida»
Debe agradecida
Beber en su honor.
Todos, Coro.
Solo.
La sección tercera
Con áreos y flores,
EL PARNASO ORIENTAL. 235
Las ninfas de amores
Quisieron ornar:
Y pues son de Oriente
Amables estrellas
Debemos por ellas
Beber y cantár»
Todos, Coro.
Solo.
Del Dios do las úbaa
Sigamos la ronda,
La copa mas honda
Sera la mejor.
Y todos beodos
Brinden en secreto
Por el caro objeto
De su fino ardor
Todos, Coro.
Solo.
Al tierno Cupido
Que al pecho enardece
La ofrenda se ofrece
Bebiendo en su honor :
Pues mueven con grato
Talismán divino
226 EL PARNASO ORIENTAL.
£1 amor al riño,
Y el vino al amor.
Todos, Coro.
Solo.
No envidio de Jóve
El trono opulento,
Ni el ladro sangriento
De Márte cruél :
Que á par de mi amada
Me basta, y estimo
Por ladro, un racimo
Por trono un tonel.
Todo$¡ Coro.
Solo.
Cantemos, ¡ oh Baco!
Tus grandes acciones,
Leopardos y Leones
Tú sabes rendir:
Tu néctar iguala
El débil al bravo,
Y el tímido esclavo
Al fiéro Visir
Todos, Coro.
Solo.
A impíos rapt ore*
EL FftBff ABO OHIfiJVTlU
Que á tí se atrevieron
Tus dárdoe volvieron
Delfines del mar :
Y astuto y valiente
Supiste con arte
De Juno librarte
Del lado triunfar.
Todos, Coro,
Solo.
Los fiéros Titanos
Por tí sucumbieron
Que absortos sintieron
Tu augusto poder :
Y pu©8 las vendimias
Enseñas al hombre,
Por eso en tu nombre
Mi gloria es beber.
Todos, Coro.
Solo.
En fin á Lyéo
Cantad reverentes
Ceñidas las frentes
De pámpano y vid:
Y enchidas las copas
30
228 EL PARNASO ORIENTAL.
Del rojo falerao,
En coro fraterno
Bebed y decid-
Todos, Coro.
Solo.
¡Oh néctar de gloria
Que el alma me hechizan,
Tú me magnetizad
Yo nado en placer :
Ya diviso estrellas
Ya me bamboléo,
Y solo deseo
Beber y beber.
Todos , Coro.
Bebamos, bebamos,
Cantando en unión
De Patria y de BacQ
J^a dulce canción.
EL PARNASO ORIENTAL- 229
CANTO PATRIOTICO DE LOS NE-
OROS, CELEBRANDO A LA LEI DE LIBERTAD DE VIENTRES Y A
LA CONSTITUCION,
[ DE D. FftASCtSCO A. DK PIQUERO A. * ]
CORO DE NEGROS.
Ktva len Conditustone
Viva len Leye Paliisia,
Que nc tiela den bataneo
Se cabó len dipolíma :
Lingo, lingo, lingo,
Linga, ¡inga, linga,
Q?/e ne tiela den balanco
¿>e cabó len dipolíma*
Primera estrofa.
Compañelo di candombe
Pita pango e bebe chicha,
Ya !c si jo que tienguemo
No se puede sé cativa :
Esta graciosa composición la publicó su autor bajo noro*
bre supuesto, oomo lo espresa p] comunicado que vi al fin.—
[ Nota del Editor. ]
230 EL PARNASO ORIENTAL.
Po léso lo Camundá,
Lo Casanche, lo Cabinda,
Lo Banguela, lo Monyolo,
Tulo canta, tnlo glita.
CORO,
Segunda estrofa.
Né tiempo den Potugá
Y ne tiempo den Galisia,
Le Flicana lisendensia
Tlke secrava nasia :
Ma luego ne solisonte
Lo Sol Melicano blilla.
Alojando dése Oliente
Len caleña le Mandinga.
CORO*
Tercera estrofa,
Changalole, vivan Dioso!
Y á ete Patlia tan quelila
Que da libio nuete sjjo
Len colasono se linda :
A Ion buena Liputalo,
Len Gupéno Gicutiva,
Cantemo nese batuque
Con tambóle y con malimba.
BL PARNASO ORIENTAL. 231
CORO.
Cuarta estrofa.
Nele combate y bulullo
A la Patlia se clidita,
Ma que se fata e colóle,
Que Ion glandese, y lo etima :
Poque ese Leí que julemo
Que plotege, e que catíca,
Manda que tula secrava
Tiengue hble lan baliga.
COKO.
Quinta estrpfa.
A e Libetá con bonete
Que e nc piláme se mil a,
Le ponguemo po ofelenda
Una caleña lompila:
K polelle ene sapillo
De envasione sinemiga,
Lo conchavo, lo decanso.
Lo sangle se saclifica.
CORO.
Sesta estrofa
Ma no sen busa den Leye;
232 ELr PARNASO ORIENTAL.
Y Malungo y su nenglita
Como buena quilitiano
Que si casa, c que si día :
Y gosalán nuete sijo
La Libetá bien tendila,
Cuando homble debiene, plemio,
Cuando capiango, mueinga.
CORO FINAL.
Viva len Condiíusione^
Viva len Ltyc patliria,
Que ue Hela den balanco
Se cabó ¿en dipotíma .
Lingo, folgos lingo,
Litiga, linga, linga.
Que ne tiela den balanco
Se cabó len dipotíma.
Señólo Litóle de le Nivesa.
Como Ion balanco tiene tanto sino pathotica qui canta nele
funsione; musotlo que también aomo sijon de Dioso, e de la Vi-
jen di Losalio, e qui Jebemo á la Conditusione la Libetá de nue.
te sijo, encalguemo á uno Chbano ese canstone en glande pala
cantd como puelemo lan Leve, po quiene dalan ese vi la —
Cinco Ciento Xfglo de tule yaetone^
16
\i A^ AajSL Jl« «A.. ^. ^ .. ^Tl. Jl A3^*^A^J^*Sl»^L^^2¿^*SL*»3L■*Jfc•ASi-
• C" C* ' C* 1 C* * *^* "^i* *^**^í¿* * *^**C**^t * ^C* r C*
EL PARNASO ORIENTAL. 237
EPISTOLA
ESCRITA POR D. FRANCISCO A. DE FIOUEROA, EN LA QUE VAH
TODOS LOS VERSOS CASTELLANOS GLOSADOS CON VERSOS
HEXAMETROS LATIMOS DE LOS MEJORES POETAS. *
Caro Señor, a quien llego
Guiado por una estrella
Yo ,.et mea eymha semél
Vasta percusia procñlla
De quien un tiempo goze
Aprecio, amiatad, franqueza,.,
Dulces exuvi<B dum
Fata, deusque sintbant
Fabio, que el noble apellido
Con tatito honor desempeñas,
Fabio máxima qui clarzs
Nomen virtuhbus aquas
. . .Yo . y mi barquilla agitada
En rada y larga tormenta.
Ovidto p Tridtium, libro 1» Elegxal»
, Dulces prendaa cuando el Cielo-
Y el hádo lo permitieran
, ..Virgilio* Eneida Ub, 4,
» .. Fabio .a cuyo ilustre Hombre
Igualan ilustres prendaa.
Ovid. ex Ponto hb. 1. EpisL 1.
* En la columna a la derecha del lector &e pone el significado
o maa bien una imperfecta traducción del verso latino, para qu© Iob quo
ho entiendan cbte idioma, puedan lerr cada cuarteta entera, aunque per-
derán toda la belleza y <. l alma que contienen los originare. \ El Autor.]
31— i*
238 EL PARNASO ORIENTAL.
Que ya de joven gozasteis
Del honor las preeminencias
Y mas., candi di or póstquam
Tondenh barba cadthat
.Y mas -desde que á la barba
Blancos jasmines se mezclan.
.Virgil. Eglog. 1.
Para saludaros hoi
Y Ú. vuestra elevada esféra Llegar ctt&l Aguila ali
Llegar, iiun ego jactancias Movibles áras quisiera.
Optarem súmere pennas Ovidio, Trist. Elcg. 8-
Como lo hizo el arquitecto
Del laberinto de Créta
Dédalue (ut fama est)
Fttgiem Minióla regna
.DCcialo [según es fama]
Cuantió d^ Minos.huyéra
Vtrgtl Eneid hb' «
Puea hablaros ce difícil,
Que entre atenciones diversas,. . .
Nee ttbi conttgunt qu<&
Oenttbue oüa prestas
Ni <i.un di «pone i& de loa dcio&t
Que en publico bien se emplean
Olk/. Trtst hb 2 Ehg I,
Por ceo para explicaros
La ansiedad que me rodea,
No sé . quid, msi Pteridtn
(Solatia frígida ') restat . .
No se que, tino las Musas
[Recurso iniehz l] me resta.
.Omd. ex Ponto, hb, 4. EpisL 2
Asi, intercalando florea
De los latinos poetas. , Porque., . es dado osar un tanto
Porque, qutdhbet audendi Con la apolínea licencia .
Semper fuit aqua potestas Horacio, Arte poética.
Bate ramillete 6 carta
Mi fino afecto os presenta
Por ver. . .si giMfl adhuc-usquam
Nostii non \mmemor extaf...
Por \er bi aun existe alguno
Que de mi nombre se acuerda.
Ortc?. rx Pont. hb. 4. Epi6t. 15,
EL PARNASO ORIENTAL. 239
Mas mi Músa al elevarse
Cual Icáio á la eminencia,
Recela . susptciñns c&lum,
Tenditque ad sidera dextram
Pues aabe que mi barquilla
Perdió las jarcias y velas
Cuando., paullatvm adnabam
Terr<& r etjam tuta tenebam
Por eao es que sin pulsar
Del plectro laa áureas cuerdas .
Tiempo ha que deficiens animo
Mtssto cum cordejacebai
.v. Recela. ....y tímida ©atiende,
Mirando al Cielo la diestra
...Vuy, Eneida Ub. 12.
. . .Cuando tranquilo yogando
Tocaba en feliz ribera.
..Vtrg> Eneida lib. 6.
, Tiempo há que .....desfalleciente
Yace enmudecida y yérta.
Lucrecio lib 6.
Y ea bien que hoi alcance olvidos,
Si ayer lauros, porque vea Que al fin, . la gloria anhelada
Que al fin...Aa¿ toties opiatas Cuesta sinsabor y penas.
Ex tgit gloria panas Juvenal, Sátira 10,
Y aun debió romper bu Lna,
Cuando advirtió que proterva.
La envidia, .moslrabat grávidam
Telie se Jerre pkaretram
La envidia .... cruel se mostraba
Con dardos y aljába alerta.
Stho Itálico libro 7.
Ya, aunque tarde, aprovechando
En su costosa espenencio,
Cede, deponxique mas
Lauros bellvque trohpaa
, ..Cede ....y depone sus lauros
Y sus trofeos de guerra.
.Rapin, poem. cerca Lutetiam.
No pretendo pues loaros
Con adulación abyecta, Que os ofende y torpemente
Que oa ofende ai quiddam vitii Se engaña el que asi lo infiera.
Qnicumquc h?nccóneipit t etrat . Ovu(. TnsU hb. 3. Elcg. 10,
240
EL PARNASO ORIENTAL.
t
Aunque miro cuanto el hombre
Con la adulación progresa,.,.,
Y rnaBM.tgm studet optatam
pursu contingere metam.<
.Y mas. . . quien llegar astuto
AI deseado fin intenta.
.Horac. Arte poética.
Solo intactA mi opinión
Ambicióno, mas riquezas
Jamas ah ! péreat qut primua
Opea effodit optrtaa
.Jamas.. . .perezca el primero
Que arrancó el oro á la tierra.
,,Stdroniua Hoechiua\ auper divinas.
De! campo el grato retiro
Es cuanto mi pechó anhela Y ver cual ....leto el rebaño
Y ver cual . luxuriant pécudes Face y retoza en la yérba,
Nascenti tn graminta herbá Mttivítr, Himno al Sol,
Viviré Ubre y tianquilo,
Y en descendiendo á la huesa
Tai ve¿ logre. . ,út me non docta
Deplóret pastor avena . ,
Tal vez logre . . .que un pastor
Me honre con su flauta en ella.
.Sannazar, poéia Napolitano .
La huesa ¡oh triste recuerdo !
He allí el fin de la soberbia, El polvo , , , ,¡ uh de ios mortales
El polvo í..,.o miseras hommum Pechos duros, almas ciegas I
Mentes, opectwz caca!! Lucrec. hbr. 2.
Allí igual el chico al grande
Que aun pretenda preferencias. .
Dirá, t .hic Ubi cedo mhil,
Mora omnes ómnibus equal .
Dirá, ...aquí en nada te cedo
La muerte á todos nivela.
Varchi, Conditw tn morte.
0 Que son hoi C>ro> Alejandro,
Hcctor» Aquilea, y César ? . . .
Polvo ! num mtnvs ñitcritt
Qui canta saxa movcbat 7 ,
.Polvo f y polvo el que cantando
Dio* movimiento á las piedras ,
JStdron. Eglog. á Tyrms*
EL PARNASO ORIENTAL.
241
Yace el gran Corso en su íoca
Y vagante y macilenta
Su sombra. . .exuit, atque ingerís
M&diá consistit arena vt
Cayó; y luego solitario
Focos leales sus ccseqmas.
Siguen. ..et longumper \ter
Carmen ferale canebnnt
Tal es el Mundo . ..Mas donde
Mi ciego numen me lleva
Eetr aviado. » >has ínter voces }
Media mter Talia verba?
Torno á. mi asunto» diciendo
Que mis bienes y mis penas
Hoi .ante ocultos intérque
Manus «uní omnia vesiras
¡Su sombia se alza ominosa.
Trifetc fantasma en la arena
Xtrg, Entxd. hh. 5,
•Siguen. ...en pea entonando
Las funerales endechas.
Santcuüy Poema Tumulus rfc.
.Extraviado en mis discursos
Y fantásticas querellas
. Virg. Eneíd. Ub. 12,
...Hoi...á vuestra vista están
Y & vuestro arbitrio se encuentran
Virg Enetd lib. 11.
Pues sembrando en tierra dára
Cogí agravios por nuezas Tanto que.,. como imposuble
Tanto que ..hoc, memzni, quondam Ni aun lo imaginé en la idea
Fteri ñau poste loquebar Ovid. TrisU hb, 5 eleg. 5.
Bien sé que la torpe intriga
Contra mí su fúría acerba Conmueve, y á sus rencores
Sá8citat irárumque Desenfrenada se entrega
Omnso. etfundit habenas Virg. Eneid, Uh. 12.
Mas cúbrame vuestra egida
Yereis de esa turba fiera ..Unos... temblar azorado»
Parte.,.i7ig«7»í¿ trepidare Y otrós fugar con vergüenza
Metu> para verteré tergn Vngl fJncirf. hb C,
242 EL PARNASO ORIENTAL.
Sé que maldiciente envidia
Venenosa me vulnera Porque., .de nombre y de fama
Porque., nomtms etfame Goze ol aura pasagera.
Quondamfalgore trakebar Goid, Trwt. hb. 5. eleg. 12.
Y que este monstruo tenáz
No bien mi nombre recuerda
Cuando lúbrica convolmt,
Sublato pectore, tttga
Mae, asi el Cielo me vengue
Y de Ixlon en la rueda
Perezca utve feroz PhÁlarie
Lxngua pnúa ense resecta
Ah, si yo al pérfido hallase,
Mis furias no contubiera
Ni aquel que . . >i¿8e redundaniem
Franamt Mulaber CBtrtam . .
Al recordar esto el alma
En rabia y furor se quema ....
Cual. . .Tion ipsa Alecto, ntc
Fatafurore Meg<tra
Cuanta <• vr< es en c] sueño
Vial monstruo,> su homblc testa
Postraba ct dígitos digitis^
Etfrontem fionte premebam
Y con su aleve puñal
Hiriéndole, satisfecha ,
Mi alma. . .viderat tn aasso
Versantem sangmne metnfoa
Cuando -.entumeciendo el pechü
La escamosa espalda encrespa.
Virg. Enetd. Ub. 1<2.
.Perezca ..ó antes cual Fálana
Corte un cuchillo su lengua.
Chid> in Ibtm,
Ni aquel. ,.Diob que refrandra
La ardiente erupción del Etna.
Clfjn diana Eprgr.
, Cual... Alecto vengativa
O enchida en furor Megera.
. Sfho ItaL hb, 13.
Fostrabd y honre con 1 1 en* r
Bia/ús, cotí biazos crugu Uli
Oud. mttamorf. hl 9
..Mi alma .le \\6 rewleaisü
Entie el polvo y sangre infecía.
.Lucavu PhaisAil 7
EL PARNASO ORIENTAL. 243
Y á su esp&ntoso plañido
Me parecía en la idea Oír.., del éco impulsadas
Oir t ..«Bjjé cavas m&tu Bramar cóncavas cavernas.
Terra mugiré caverna» ...... .Lucano Pkflrs* lib. 3.
Cual anunciando desastres
Se vio* estremecer la esfera Cuando... en mugidos horrendo*
Cuando., jlebíle temjíeta Gimió lamentoso el Etna.
Qemuxt mugítibua (Etnam Claudiano hb, 3.
Perezca el vil ; mas no queden
Su iníamia y muerte secretas .
No !. ..sed eadat ante diern
Media inhumatus arena
De cruel hidrofobia acabe
Cual descomunal culebra >. .
Quen*mandtt humun tnotténsque
Suo se tn vulnere tersat
No,, , caiga á luz del dm
Sin que al sepulcro desciendal
V%*gL Eneid. hb, 4.
.Que.,. muer de el polvo, y muriendo
En su herida se revuelca.
.Vtrg. Eneid. hb. U«
E insepulto, y arrastrado
Por carnívoras panteras.
Allí., .nec sua t quám Pyrn
Fclicius, ossa qmescant
. Allí 6U=i huesos vagantes
Cual ios de Pyrro se vean.
. ,Ovtd, tn Ibim.
Descarga, j oh J.óve, tu reyo
Que lo aniquile en pavesas! Descarga... ó de hombres y Dloiaa
Descarga... ó Pater, hominum Padre y potestad etérna.
Dhúmque wterna potéstas Vw.Efteirf.it6. 10.
O ai quieres que perversos
Sufran con ansia maa lenta . .
Vivan perpetuo moerore t
Et nignhesle senetcant .
.Vi van... en perptéua angustia,
Y en triste luto envejezcan.
Juvenal Satna 1Q.
32
244 EL PARNASO ORIENTAL-
Vivan, sin hogar m asilo,
Y que sus victimas puedan . . .
Verba quwrerc^ et r]fos*,im
Sitantes Vtmbere ícrramf ' . ,
Maa yo, señor, me estra\io
Pues recordar tanta ofensa.,..
Non equidrm xcílrm, sed
Me mea f ata trahfhant
Ni como sufrir callando
Al ver la maledicencia
Cuan ferc-z tándem progvédiiur
Magna atipante ratfrná
PorquF mi Músa ex. JJ rindo
S 1 lo las patrias proejas.
Semper equos* crique at ma
Vtrum pugnasque canebat . .
Y esto eia el g atu dri'wnso
Que prestaba a mis taica*
Cuando h&jc eral tt t
Jnlrabat luna fenesiras . . .
Este el patriótico «niuti
En que al sueño me lindara.. ,
Cuando umoium phaitontis
Equi jam luce reliehant
A ti consagrado, ( oh Patria'
A tu honor, á tus grandezas..
Mi laúd te veniente die
Te deeendeyite rancAam
.Verlos .oon fatiga ínutíl
Lamei sedientos la tierra 1 1
, .Litrajtü pharsah Ub. 9.
. No quisiera, y sin pensarlo
Mi h.ido, y mi dolor m<» llevan
.Oxid, fmi. hb» 2. eleg* I.
.Cuan feroz al fin y altiva
Con gian séquito se acerca.
Vtrg, enere?, hb. 4
.Siempre fo imaban mi asunto
Campeones, armas, y guerras.
. t ,,Virgl. eaeid.hb.Q.
Cuando á mi mansión enviaba
Su luz nocturno planeta»
O i id. ex Ponto tpwu 3.
Cuando ..anunciaba Faelonte
Con su luz la aurora bella,
Víj g-J, encid* lib. 5.
Mi Uud.. te cantó al nacer,
Y al monrla luz febéa.
Vugl (¿eorgic. hb 4
EL PARNASO ORIENTAL. 245
Patria ; dulce y cqto nombre '
Placed quoal odio suceda , ,« . La unión ..y libradnos, Cielos,
La unión ,a¿ nolis arata, Pe tan dolorosas flechas*
Lores, depéllite tela Tibulo Itb. l. eleg, 10.
La envenenada discordia
Cese, y el Oriente pueda . ...
Decir ,jam reddit et Vugo %
Rcddcunt Saturnia legua ...
Entro tanto mis contrarios
Saciados ya con mi afrenta .
Al fin. conttcuere omne3
Intcniique ora tenebant.
Yo también el labio sello,
Que ú. mis iras la prudencia .
Con su. tmpeno premii, ac
Vmclis et carcert fr&nat ,
Y tornando de mi can i
A la insinuación y al toma»
Puos Taha., ñiparte* rapit
Vanas atfjup omnia vetsat . . .
Vuestra palabra os recuerdo,
Aunque el temor que me cerca , . .
Diga quid fticis, ah demens \
Cur, si fo)tuna recédat 7 . .
Mas ved que la \ida es breve.
Que se me pasa en promesas, , , .
Y que..^am rnihi de tenor
Canis aspergilur atas
Decir ..ya á regir al mundo
Vuelven Saturno y Astréa.
.Virpl (gl 4.
Con sus .grillos aprisiona
Y con eu imperio sugeta
, ..Va gil, Enetd. Itb. 1.
Pues Taha ,...en vanas partea
Gira versátil dd quiera.
Virg. Enetd. hb. 4.
Di¿a que haces insensato
&i la fortuna es adversa 7
,Or¿d. ex Pont hb. 1. Epiet. 4
Y que . .ya la edad salpica
Con eu nieve mi cabeza.
.Qmd, ex Pont, hb L Epist. í
Al fin.., como adormecidos.
Atentos callan, y observan.
Virgl. enetd, hb. 2.
246 EL PARNASO ORIENTAL.
Porque ei en vos hai mudanzas,
¿Do la ra ? Preciso fuera
Jhveraa exilia^ et
Desertas querer* térras
Y ei la verdad en vos
No se ampara, no se alverga..
Exclamaré. .ah< mrgo infeliz,
Tú nujic in montibus erras
Tal no es posible; y creer*
Primero que esto suceda,
JSsse canes uterosub
VirgiruSf ssae chimeram
.Huir de los hombree, y lejos
Buscar regiones desiertas,
.Virg, Enttd, hb. 3.
Que horribles canes y monstruos
Dé á luz la intacta doncella.
.Ovid, TrtsU lib. 4. Eleg. 7.
Exclamaré infeliz virgen»
Tú andas errante en las sevlas 1
Vtrg. Eglog. 6.
Mi lánguido y rudo acénto
Con prodigiosa cadencia Cual Orféo , ..ablandara
Cual Orféo , aevuetas patrio De las leonas la fiereza.
Mulcet sermone leanas SiUo Italio. hb. 2.
Nueva Babel cu el Orbe
Con mutua, y confusa mezcla Veremos todo cambiarse
Veremos,..omma mutón, Costumbres, leyes, y lengua!.
Meres, decreta, loquelam fifettvicr, Himno al Sol.
Ituzaingo y Sarandí
Contra su corriente amena Correrán y mezcláronse
Correrán., et Ver autumno, Invierno, Estío, y Primavera.
Bruma miscebttus JEsias Ovid tn Ibim.
De vuestro hijo en el olvido
Veréis la fama y proezas. ...
Sepultarse., et ruda quieren»
Sudabunt rosada mella
.Sepultarse*..)' dulce miel
Sudar la encina grosera
Virpl rglog. 4.
EL PARNASO ORIENTAL, 247
De aquel héroe que entre lanzas
Sucumbió con gloria ecaelaa Cuando gozoso y triunfante
Cuando.., Ule suam Imtua Lauros en bu Patria espera.
Patrtam^tctorque petebat Ovtd. truL hb* l.eleg. 4<
Alh en sangre salpicado
Es padrón de su tragedia Peñasco antiguo que el campo
Saxum antiquum ingcns Triste cenotafio ostenta.
Campo quod fortéjacelat., Virgl. eneid. lib. 12.
Eq fin, la tierna paloma
Se verá rugir tremenda Cual monstruo*.. horrendo» ó furiosa
Cual monstruo. . .horrendtim stridens Flamigerante Quimera.
Flammiaqae ármala chimera Virgh encid. ítb, 6.
Que es mas imposible que estos
Faltar vos, cuya alma bella Nunca... iniquidad ni dólos
Nunca, -tila dolos, dtrúmque En tan noble pecho encierra.
Néfaa mpectore veraat Virgh emxd. Zi¿. 2.
La verdad y la justicia
Son blasón del que gobierna... Asi Saturno en el Lacio
Aureos harte vitam m Reinaba en la edad primera.
Tema Saturnu* agehat Vtrgl. Qeorgic. hb. 2.
Mas ya mi carta concluyo,
Y si os acordáis con ella ,,De mi. ..plegué á Dios que siempre
De mi... Diifatiant ut s<rpé En vueatra mano se vea.
Tuá stt epístola dextrá Ovid. Trist. lú. 4. eleg. 7.
Oblándoos en gratitud
Mi afecto; y por lo que resta Los Ciclos... mas dignamente
Los Cielos. „ .persolv a nt grates El premio y gracias on vuehan.
Z>¡gna* f et prmma reddant Virgl eneid* hb. %
248
EL PARNASO ORIENTAL.
A LA HERMANDAD DE CARIDAD
DE MONTEVIDEO.
ODA.
[ Dí P- FLOBENCIO VARELA. * ]
¿Con qué es verdad que el vicio entronizado
Rige nuestros destinos; que su aliento
Pestilente ha apagado
De la virtud la antorcha; derrocado
Con su mano el altar desde el cimiento,
Y que yace en el Mundo
El germen do los bienes infecundo?
No; que en la ccsclsa cima.
Do el Eterno fijó su solio augusto,
Arde sin fin la llama, y ella anima
Con su sagrado fuego al hombre justo.
Al fin los ojos míos.
* Argentino
EL PARNASO ORIENTAL. 249
Que tanto tiempo con dolor vagaron,
Huyendo de espectáculos impíos,
Un objeto encontraron
En que fijarse sin horror: y mi alma,
Marchita, acongojada,
Con tanto crimen como el suelo encierra,
Halla por fin do reposar en calma
La agitación pasada;
Y revive, al mirar que aun en la tierra
Se adora la virtud. Sí, que hasta ei Cielo
Veo elevarse el grande monumento,
Que con noble desvelo,
Alzó la fraternal Beneficencia,
Para ofrecer asilo y valimiento
Al mísero que gime en la indigencia*
A su vista, de gozo arrebatado
Late mi corazón, mi fantasía
Se inflama en el momento;
Un numen celestial mueve mi aliento;
Y á su impulso lanzado,
Entona ya con grata melodía
El canto de alabanza, que merece
La virtud que en silencio resplandece.
¿Ni cómo he de callar? ¡Pues que! ¿ podría
Reservarse tan solo el don del verso
Para ensalzar al opulento erguido,
17
250 EL PARNASO ORIENTAL»
Que de escándalo sirve al Universo,
Viviendo en el deleite sumergido,
Mientras una parte del hnage humano
Sin sustento perece? ¿O solamente
Es digno de cantarse el inhumano.
Cuyo orgullo insolente
El carro precipita de la guerra
En la azorada tierra;
Y furioso atropella
Al joven y al anciano,
Al niño y la doncella;
Y por do quier pasó la ronca rueda
Yermo el terreno y asolado queda?. . . .
¡Esto gran Dios, se canta! ¿Y se venéra
El nombre del coloso, que algún día
Con su mano abarcó la Europa entera,
Cuando á su carro triunfador la uncía;
Y de su acero el formidable filo
Sañudo desrastó cuanto se encierra
Desde el Rin á Moscow, de Italia ni Nilo;
En tanto que á la tierra
No hai quien ensene los sagrados nombres
De los ilustres hombres,
Que en enjugar las lágrimas agenas
Hallan tan solo ocupación constante;
Ni viven mas que de endulzar las penas
EL PARNASO ORIENTAL.
351
Con que ven oprimido a! semejante?
Mas yo los cantaré. ¿Qué importa ahora
Que el venenoso diente
Cebe en ellos la envidia roedora;
Que sus trabajos ía maldad desdeñe?
¿Qué importa que un demente
Con solo un soplo en apagar se empeñe
La lámpara del So!? El astro hermoso
Sigue su curso, que ninguno ataja,
Y derrama su lumbre bondadoso
Sobre el mismo insensato que le ultraja-
Veiud, venid vosotros, los que erguidos
En ociosa opulencia,
En lamas escuchasteis los gemidos,
Niel doliente clamor de la indigencia,
Los que á la compasión siempre negados,
Ignoráis la amargura
A que la suelto dura
Condenó á tantos seres desgraciados;
Venid al rico suelo del Oliente,
Y contemplad el edificio hermoso, *
1 El Hospital General do Montevideo, levantado al pió en
que se halla, y sostenido por los hervíanos dp la caridad, es,
^in duda, uno de los mejores edificios de esta capital, A él
cstii unida la casn de Expósitos, ojie laminen sostiene la jier-
252
EL PARNASO ORIENTAL.
Que alzó la Caridad pura y ardiente
De un hombre generoso
Que ya la oscura eternidad abarca,
Mas que dejo en el suelo,
Por vengar el ultrajo de la Parca,
Dignos imitadores de su zélo.
Mirad ese edificio: entre sus muros
Ni brilla el oro, ni deslumhra el lujo,
Que con afanes duros,
De remotas regiones
El orgullo condujo,
Para adornar espléndidos salones,
Donde engaña la vida el poderoso
Con el bullicio del festín pomposo.
Modesta sencillez, silencio santo
En sus muros abriga, ó solamente
Se interrumpe algún tanto
Con el clamor del mísero doliente,
Que desde el triste lecho,
Donde la Caridad sus males cura,
Bendice entre su pecho
La mano que el alivio le procura.
Penetrad su recinto religioso;
maldad. Acaban de colocarse sobre la puerta principal del
edificio tres estatuas de mármol blanco que representan la ma-
TKIUUPAD, 1A RELIGION, Y LA CONSTANCIA. [ El Autor. ]
EL PARNASO ORIENTAL.
253
Sus salas recorred; y confundidos.
Resonar sentiréis en los oídos,
Un eco misterioso,
Que por do quiera os dice;
Jlprende á socorrer al infelicc.
Y se aprende, es verdad. Las vastas salas
Pobladas vi de semejantes míos,
Que en dolores impíos
Hundió la enfermedad, cuando sus alas
Sobre ellos desplegó; y en su morada.
Desvalida, indigente,
Esperaban la muerte lentamente,
Del hámbre y la miseria acompañada.
Pero la Caridad que siempre vela
En bien del desgraciado,
Asilo y protección alíí le olrece,
Le auxilia, le consuela;
Y con blando cuidado
A la Parca homocida
La víctima arrebata ; y restablece
La fuente casiecsausta de la vida.
Yo lo vi por mi bien; y de mi pecho,
De placer y ternura conmovido,
El suspiro lanzóse en el momento,
Que prolongaba el silencioso techo
Con eco repetido;
254 EL PARNASO ORIENTAL.
Mientras raí llanto sin cesar bañaba
El santo pavimento,
Que con respeto religioso hollaba.
Mas ¿qué nuevo espectáculo se ofrece
A mi alma enternecida? ¿ Quién me llama
Con mas grande interés, y mas acrece
La grata admiración que ya me inflama?
¿ Con qué en esta morada bienhechora
Tan solamente á la virtud se adora?
Sí; que en sus mismos muros levantado
También halla el benéfico instituto,
Donde se abriga el inocente fruto
De un amor desgraciado,
Por humoral severa condenado.
Instituto de bien; honor etérno
Del pueblo que le funda;
Prodigio de cordial beneficencia,
Fuente siempre fecunda
De todo sentimiento noble y tierno;
Obra inmortal que la virtud dirige;
Y ofrenda la mas digna, en la presencia
Del Dios ecselso que los Mundos rige,
¡Ai! el amor, que todo lo trastorna,
El frenético amor asaltó el pecho
De una incauta muger : cayó marchita
La gracia virginal, que al secso adorna;
EL PARNASO ORIENTAL. 255
Y en criminoso lecho
El fruto nace de la unión vedada.
Desde el fondo del alma al punto grita
El austéro pudor, y desolada
La madre miserable,
Apura del dolor la hiél amarga,
Mientras que á la opinión inecsorable
Sus desagravios el pudor encarga,
Entonces la infeliz sufre la pena
A su culpa debida;
Cuando de angustia y de tormentos llena
A la voz del honor obedeciendo,
Lejos arroja el sér á quien dio vida,
Que el pecho maternal está pidiendo.
¿Y quién le abrigará ? ¿ Solo y tendido
Sobre helado suelo,
Ninguno oirá su llanto dolorido?
¿ Será que la miseria le destruya,
Y pague el inocente pequeñuelo
Con la vida, una culpa que no es suya ?
No, no será; la Caridad sublime
De los hombres benéficos, que miran
En cada semejante un nuevo hermano,
Y al bien de los hermanos solo aspiran,
Al huerfanillo que desnudo gime
Tienden al punto la oficiosa mano;
256 EL PARNASO ORIENTAL.
Ellos allí le dan albergue y cuna,
Ellos educación, ellos fortuna.
¡Salud, hombres ilustres! Mientras brama
El implacable génio de la guerra,
Bañando en sangre la preciada tierra
Que en otros siglos á Colon dio fama;
Mientras tantos millares de insensatos
Solo se ocupan en soplarla llama
De la discordia atroz, que entre el estruendo
Del campo y los guerreros aparatos
Una generación va consumiendo;
Vosotros, en silencio reunidos,
Empleáis vuestras vigilias, meditando
El modo de aliviar mas desvalidos,
De hacer que sea el infortunio blando,
Y llevadera la miseria. El Mundo
Hoi vuestras obras todavía ignora,
Porque el siglo de ahora,
En maldades fecundo,
Las mas nobles acciones
Por medio vé del engañoso prisma
Que á los hombres presentan las pasiones,
Siempre que la Moral es un sofisma,
Y un sueño ta Virtud. Mas vendrá día
En que alzada hasta el Cielo
La voz de tantos hombres
EL PARNASO ORIENTAL,
257
Como deben la vida á vuestro zelo,
Proclamará a porfía
Vuestros grandes trabajos, vuestros nombres,
Y el Mundo agradecido,
Sabrá pesarlos en mas 6el balanza,
Y os pagará el tributo merecido
Do dulce gratitud y de alabanza.
Seguid vuestra taiva, y entretanto
Permitidme siquiera
Que mi menguado canto
A la luz saque, por la vez primera,
Tantas obras de bien. Si entre mi pecho,
Por mi mal algún día
Desmaya la virtud, yo iré volando
A penetrar bajo el sagrado techo
De ese asilo feliz; el alma mía,
Entonces vuestro ejemplo contemplando,
Al sendero perdido
Conseguirá volver; arrepentido,
La huella seguiré que me revéla
El génio que bendice
A la ilustre Hermandad, y on esa escuela
•Aprenderé á aliviar al infelicc.
258 EL PARNASO ORIENTAL.
A LA MEMORIA DEL CORONEL
IX VENTURA VAZQUEZ.
[ DE I>. JOSE MVE1U INDARTE * ]
Vago en la huésa ; trémulos mis pasos :
Fijo la vista en el lugar querido,
En que descansan las cenizas yertas
De un padre amado.
Allí reposa la constante amiga
Que a mis primeros juveniles años,
Rodeó de bienes, y a mi inesperiencia
Sirvió de guía.
Solo no encuentro la marmórea losa
Del mausoleo, dó tus restos yacen :
Argentino.
EL PARNASO ORIENTAL. 359
Verla me impide la fortuna impía
¡ Caro Ventura !
Mas ¡ai! en vano es preguntar del humo
A cstinto fuego, que impetuoso Bóreas!
Robó cenizas y calor á un tiempo:
Tú ya no vives.
¡ Alrededores de la tierra helada!
Piélago inmenso! Tú sepulcro fuiste
Del fiel caudillo, que á las patrias huestes
Dio la victoria.
Su alma sin duda, en el celeste empíreo
Vive felice, que sus altos hechos
Prémio merecen, de mayor cuantía
Que el de la tierra.
1835.
260 EL PARNASO ORIENTAL.
TRADUCCION DEL SALMO
SUPER FLUMINA BABILONIA &c
[ OS D. HUtfOJBCO A, VX FIGCIROA * ]
Sentados en la márgen
Del Babilonio rio,
Allí Sión tu nombre
Recordamos llorosos y cautivos.
ii.
Y las sonoras harpas
Y símbolos festivos,
Tristes ya, y destemplados
De los frondosos sauces suspendimos.
121.
Pues los que ¿t servidumbre
Nos llevaron vencidos,
Por escarnio intentaron
Oir nuestras canciones allí mismo,
* Oriental.
EL ftULNASO ORIENTAL» 261
IV.
Y los que nos trageron
A Ja ignominia uncidos,
Entonad nos decían,
De Síóq los cantáres y los himnos.
v.
¿ Cómo cantar podrémos,
Y profanar impíos
Del Señor loa cantárés
En tierra agéna, y en agénos grillotfí ! ?'
Vi.
No, Siónj y primero
Que así te dé al olvido,
Y en tu ignominia cante,
Me olVide de mi diestra y de mí mismo,
VII-
Yérta mi lengua y fija
Al paladar indigno,
Si de tí me olvidare,
Pásmese inmóvil con letal deliquio.
VIII.
Si no te antepusiere,
O si indolente y tibio,
Jerusalen no fuese
De mi alegría origen y designio.
EL PARNASO ORIENTAL.
Tu ira, Señor, se acuerde
De loa infandos hijos
De Edon, cuando disfrute,
Jerusalen su día apetecido.
x.
Ellos son los que dicen
Sedientos de esterminio;
Hasta los fundamentos
Asolad, asolad los edificios ! !
XI.
Hija desventurada
Del pueblo aborrecido,
Feliz quien te dé elpago
Del tratamiento vil que te debimos.
xn.
¡tOh, bienaventurado
Quien goze vengativo
Levantar con süs manos, . < .
Y en la piedra estrellar tus parbulillos ! \
EL PARNASO ORIENTAL. 363
LETRILLA SATIRICA, t
[ r>B P. FRANCISCO A. DE MOtTOWA. * J
Navega nuestro bajel
Viento en popa y mar bonanza.
Buena vá la danza 1 !
No déa interpretaciones
A mis versos los ilusos,
Que el que ataca los abusos
Ama á las instituciones
Mas si aquestas prevenciones,
No- son suficiente fianza
Buena vá la danza !
De las capas que yo mismo
Me admiro de su grandor,
Es la mas doble y mejor
f Mejorada y aumentada por su Autor* [El Editor.]
* OrienlaL
264 EL PARNASO ORIENTAL.
La capa del patriotismo;
Muchos profesan civismo,
Mientras corre la pitanza,
Buena vá la danza !
Defiende en campo de honor
La Libertad un valiente
Como un héroe, y no consiente
Ni aun la sombra de opresor;
Mas en la paz, ¡ que dolor !
Aquel duerme, y este avanza.
Buena vá la danza !
Con mas astucia que un gato,
Mas agallas que un taurón,
Se presenta un trapalón
Con un proyecto barato;
Luego toca á arebato,
Y asegura lo que alcanza.
Buena vá la danza t
Tiene por padrino á un gordo
El gran cisador D. Tejo,
Y dánle para el manejo
Un empleo de alto bordo,
Ordeña á la Patria el tordo
EL PARNASO ORIENTAL, 265
Cual si fuera baca mansa.
Buem vá la danza !
Consigue otro parbulilio
Manya con tuti, y gandul,
Vender por blanco y azul
Lo que es verde y amarillo,
Y logra algún empleillo,
En que se llena la panza.
Buena vá la danza !
Muestra Fábio por trofeo
Sus heridas, su opinión,
Buscando colocación
Sin alcanzar su deseo,
O le ofrecen un empleo
En la isla de Sancha Panza.
Buena vá la danza !
Confiado en el galardón
Sirve Jorge en trance duro,
Maa en pasando el apuro
Lo relegan á un rincón,
A vivir cual camaleón,
Del aire de la esperanza.
Buena va la danza!
266 EL PARNASO ORIENTAL.
Llega al foro de un Tarquino
Constanza, y si pestañó
Ha de salir cual salió
La esposa de Colatino, *
Mas su heroísmo y destino
No imita Doña Constanza.
Buena vá la danza !
Vá el pueblo en una elección
A votar como en barbecho,
Y la astucia y el cohecho
Triunfan en la votación;
Se repite otra ocasión,
Y sigue la contradanza.
Buena vá la danza !
Entra un Licurgo doncel
De la Leí en el santuario,
Y se adhiere á un partidario,
Sacrificando por el
De Thémis la espada fiel,
Y de Astréa la balanza.
Buena vá la danza }
* Lucrecia, mnger de Colatino. qu<? habiendo sido violada
por Tarquino, «jp sntoidií hrroíí-ampnt^, \FJ Autor.]
KL PARNASO ORIENTAL. MI
¡ Alto ahi ! dice tjrt figurón,
Yo soi la Patria y la Leí,
Los demás son una gréi
De irracional condición,
Mis fueros son el canon,
Y mi derecho la lanza.
Buena vá la danza !
Manchados de concusión
Muchos se lavan ufanos
Como Pilatcs las manos,
Sin lavarse el corazón,
Y al hacer la espolia cion
Se escudan con la Ordenanza.
Buena vá la danza t
El escribano Pantoja
Gordo escribe y apartado,
Sin ver que el papel sellado
Cuesta á dos reales la oja,
De sus derechos no afloja
Según su maldita usanza.
Buena vá la danza !
Vé 4 ana garza D. Ciríaco,
Se emboba y casa con élla,
as
MI EL P&KKJ0O OfilUNTAI*
Pensandaque**la doncella
Sesto signa del Zódiaco,
Mas ella hace al monicaco
Capricornio sin: tardan»
Bu&Mvála danza!
Saca Clóri un peindon
Que al marido desconcierta»
Pues no cabe por la pueda
Del triste camaranchón,
Y él suetaeomaun eabron
Porque oiama efe la hotgutfft
Buem> zá h datízm!
Llega un olb&tar de aléd,
Nuevo adetpo de Esculápío
Conjugando el veíbrf* rapte*
Y majKUuid k tuü¡Am>
Todo* le diéen amen*
Y autOTizati la maUtíza*
Btiem* vw h danz*?
j Odio al vicio ! ! diea Andrea»
¡Virtud es nuestra divisa ! !
Mientras pierda ta wcoim
M tmfitxria*) ú entré?
Perorando en los cafés
De Colon y de la Alianza.
Buena va la danza !
Llega en cerdudo lengu^go
Un gringo diciendo
Y mil monos luego >$ujuí
Le imitan el aire y trage,
O le encargan que trabaje
En la pública enseñanza.
Buena vá la danzad
Sóplase orondo mi trompeta
En el ParaaiBQ, poiqué
Aprwdio ni peopo**,
Y en su mífieuft caattei*
Enreda una mczcaiaiiwu
Buena $á la danza !
Porque no ííegue é rabiar
Matan á un cuzco inocente,
Mas pagando la patente^
Ya puede un raastin campar»
Que impuno con su collar
nO EL PAENASÓ ORIENTAL.
Rabie y muerda con confianza*
Buena vá la danza !
*
Hai escritor adulón
Que al Sol que nace pe inclina,
Hace Bruto á un Caíilina,
Y Vespáciano á un Nerón,
Iturbide es Waahingtóa
Mientras no hai una mudanza*
Buena vá la danza/
Es verdad que hai mi) varonef
En patriotismo acendrados,
Hai virtuosos magistrados,
Temistocles y Catones;
Solo hablo con los bribones
Cuando les digo por chanza,
Buena vá la danza !
Buena vá la danza !
EL PARNASO ORIENTAL. 871
LA BOTELLA Y LA MUGER.
Disputaban, sin saber
Un Pastor y un Lechuguino^
Cual cb tesoro mas fino,
Xa Botella ó !a Muger :
Aquel dijo. ... A. mi entender
Es mas sabrosa y mas bella
La Botella.
Cuando ecsausto de fatiga
Bajo un Ombú me reclino
De Baco el licor divino,
Todas miá ansias mitiga;
Allí es mi mejor amiga»
Mi Sol, mi Luna, y mi Estrella
La Botella*
• Oriental.
3TI EL PAKtfAÉ*) OKÍltM.
El que empieza á envejecer
Se rcfosila, imagino,
Mas, en dos cuartas de riño,
Que en seis cuartas de muger*
Porque siempre está en un sér
Sin melindres de doncella,
Calla, dijo cf Lechuguino,
Solo un hambrp sin temphsm
Puede poner en b^I-inza
A las mugeres, y al vino :
¿ Quien suaviza t^l cruel ileatinorí
¿ Quiéa dá el supremo placer ?
No hai contento comparado
Con Jos goces del amos
Ni otra delicia mayor
Que el de amar y ser fuñado.
Es el don mas delicado
Que Dios quiso al Muado haowv
Sin ellas todo sería
Cáos de inmensa tristura
La Botella,
La Mugar.
Porque son de la natura
La mas perfecta armonía,
Es del hombre !a alegría,
Consuelo en su padecer
La Jllugmr.
No eirapre, dijo ed Pastee,
Porque a&len, camarade
A estocaíia por eorimda
El fastidio y el amor¿
Mas mi p*énda es superior
f ues no es falaz como aquella
La BoteUa.
Cuantos vesos mas le doi
Mas me inflama y me enardece,
Y cuartdo aquel desfallece
Yo mas átfimado esloí,
Papa, Rei, Príncipe soi
Sin que me cause querella,
La Botella.
Dama que no pide, y da.
Grata aun después de gozada*
Cuando la ven roas preñada,
Tanto mas virgea tata,
274 K& PARNASO flHESNttB*
Sin nuiger mui bien me vá
Porque me suple por ella
La Botella.
Silenciosa y no profana»
Un tapón tiene su boca,
Aunque á zelos la provoca
Talvez^cierta Darna-Juana
Espera su turno ufana
Y á su rival atropella
La Botella.
Muger, dijo el Lechüguio,
Bocado do Reyes és T
Pues dice el nombre al revé»
De los Reyes en latin
Mas no conoce un malsín
De cuanto puede valer,
La Mugar.
A nuestros hijos ¡ que humanal
Dán sus cuidados prolijos!
A ver si á tí te dán hijos
Botellas ni Damas-Juanas,
En sus angustias tiranas
Sabe al hombre sostener,
La Muger,
EL PARNASO ORIENTAL. 375
Tiene el hombre una aflicción,
Gime solo. . ♦ ,y derrepente
Vé á su amada, y luego siente
Taz, taz en el corazón,
Porque una innata afección
Le dice que es su placer,
La Muger,
En esto, dejánse vér
Baco y Cupido abrazados
Y dicen callad cuitados
Que no os sabéis entender :
Todo puede complacer,
Tomado en medida bella,
La Muger y la Botella %
La Botella y la Muger.
36
276 EL PARNASO ORIENTAL.
AL BELLO SECSO ORIENTAL.
[ PE D. FLORENCIO VARELA. ♦ ]
En este día
Penas á un lado?
Venga la Lira
Vamos cantando.
Tiérnos, sencillos,
Suenen mis versos
En alabanza
Del Bello Secso.
Las Orientales
Ora me inspiran :
Vamos cantando,
Venga la Lira;
Pues son las hijas
Del rico Oriente
* Argentino»
EL PARNASO ORIENTAL. 277
Como las flores
Que da Diciembre.
Todas gallardas
Como azucenas,
Modestas todas
Como violetas;
Como las rosas
Todas lozanas,
Y todas suaves
Como las malvas.
Yo de la tierra
Donde he nacido
Salí llorando,
Pobre y proscripto.
Y los sollozos
Dí? mi familia,
De mis amigos,
De mi querida,
Fueron el solo
Triste consuelo
Que me dejaron
EL PARNASO ORIENTAL.
En tal momento.
El fin entonces
Miré cercano
De mis marchitos
Jóvenes años.
Mas, por fortuna,
Pisó raí planta
Estas ribera*
Hospitalarias :
Y aquí me áicron
Hogáf y asilo;
Hallé consuelos
Encontré amigos;
Y vi las hijas
Del rico Oriente,
Como las flores
Que dé Diciembre.
Todas amables
Graciosas todas;
Que como aquellas
Su suelo adornan.
EL PARNASO ORIENTAL. 279
Ella? hicieron
Con sus modales,
Con la dulzura
De su carácter,
Que mis tormento*
Se mitigaran;
Y que, si estraño
Mi dulce Patria,
Hallé en la suya
Blandos cuidados,
Que son alivio,
De un desterrado.
Hijas donosas
De aqueste suelo,
¡ Así mis votos
Oyéra el Ci*lo!
Vierta sus dpQftg
Sobre vosotras,
Jóvenes tiernas,
Madrea y esposas.
Amor os brinde
289 EL PARNASO ORIENTAL»
Solo delicias.
Como á mi j ai triste í
Brindóme un dia.
Jamas los zelos
Ni las mudanzas
Marchitar puedan
Vuestra esperanza-
Entre los brazos
Del himenéo,
Vuestros amores
Bendiga el Cielo.
Y vuestros hijos
A par que crezcan,
Con el sustento
Virtudes beban.
Dulces y blandos
Como sus madres*
Vuestro cariño
Tiernos os paguen.
Vuestros ejemplos,
Vuestros cuidados.
Harán virtuosos
EL PARNASO ORIENTAL. 881
Los ciudadanos.
Asi la Patria,
Verá gozosa,
Que su fortuna
Debe á vosotras.
¡Y así mis votos
Oyéra el Cielo!
Pero entretanto
Donoso Secso
Recibe e) voto
De un Argentino,
Que mientras Dora
Triste y proscripto,
Canta á las hijas
Del rico Oriente
Como á las flores
Que dá Diciembre.
282 EL PARNASO ORIENTAL.
A LA MEMORIA DEL VIRTUOSO
JOVEN D. RAMON PALACIOS, ESPERANZA MALOGRADA DE SÜ
PATRIA BUENOS AIRES; EJEMPLO DE LOS BUENOS HIJOS, Y
MODELO DE LOS HKRIWAN'OS,
[ »X D. VlUNCjfCO A. X>8 rraUKJtOA * ]
ENDECHAS
Recibe sombra amada
Los ayes que te envía
En cruel melancolía
Mi fraternal amor :
Et corazón que en llanto
Se ecsala y se deslíe,
Deja que te lo envíe
Deshecho así en dolor !
Ven caro hermano,
Que aunyértoy frío
Al ardor mió
Revivirás:
Mas ¡ai! que solo
Penas esporo,
* Oriental.
KL PARNASO MU ENTAL. 283
Y lo que quiero
Jtunas!. ♦ . .Jomas!
[ Se rcptlc. ]
Mas ¡ ai ! que polo
Penas empero,
Y lo que quiera
Jamas !! Jamas !!
En brazos de Amphitrite
El bárbaro elemento
Fué tumba y monumento
De lo que tanto amé :
Así en la opuesta orilla
Para aliviar mi pena,
En la frágil aréna
Su nombre escribiré.
Mis tristes lágrinfeí
Irán mezcladas
Con las oladas,
Delirar cruéh
CjHiwrmis ojos
Se las ofrecen,
Tal vez tropiecen
Con él!.... Con él!....
Como mis ojos, tfc.
¡ Ah mar! que me bás quitado
La lumbre de mis ojoE,
57
264 EL PARNASO ORIENTAL»
Vuélveme sus despojos
Conduélete de mi !
Mi inocente ternura
En él ae concentraba,
Tal véz porque le amaba
Por eso le perdí.
Ya amar no debo,
De amar renuncio,
Y ni aun pronuncio
La voz* . • «amar:
Pues si lo intento
Mi afecto sigo,
Y solo digo
¡Ah, mar! ¡Mj, marf
Pues si h intuito, &**
Cual tortolilla gime
En torno al cruél villano
Que le roba inhumano
Su amante sin piedad :
Así en torno á la playa
Las náyades imploro,
Y el mar contemplo y lloro
En triste soledad.
Cuando esperaba
Gozo y consuelo»
Me mando el Cielo
EL PARNASO ORIENTAL. 385
Pena y horror :
Triáte recuerdo
Como me hiéres,
¡ Que agudo eres
Dolor, dolor !
Triste recuerdo, ${c.
Y tu, mar insensible,
Que el alma me has quitado
Turgente y agitado
Te arrastre con afán :
Turbias tus 6éras ondas
Se asalten, y confundan,
Y al abismo se hundan
En hórrido uracán.
Y aquel tesoro
Sálvelo el Cielo,
Que verlo anhelo
Mas que el vivir ¡
Que aünque do pena
Luego sucumba
Quiero en su tumba
Gemir!. . * . Gemir !.
Que aunque de pena
Luego sucumba,
Quiero en su tumba
Gemir!.... Gemir!.
286 EL PARJSAS.0 0R1EWXAL.
AL SEÑOR PRESBITERO D. VALEN-
TIN SAN MARTIN, POR LA PLATO' \ QUE PRONUNCIÓ COMO
CAPELLAN D1J JOv PRESOS EL DOMINGO 9 DE NOVIEMBRE
M 183^.
SONETO.
En la mansión de horror 9 do las pasiones
A tantos delincuentes sumergieron,
Tus ecos apostólicos oyeron
Cual tímidas ovejas, fieros leones :
Por la primera vez sus corazones,
Duro cual sus cadenas, se rindieron,
Y absortos de sentir lo que sintieron
Olvidaron su pena y sus prisiones.
Prosigue, ¡ oh S. Martin! pues ya el malvado
Saludable terror tu acénto inspira,
Y consuelo y constancia al desgraciado :
Y aplaudiendo tu zelo, el pueblo mira,
Que allí doude el furor blasfemó airado,
Hoi la rcbignacion tierna suspira.
* Oriental.
B¡L PARIS ASO ORIENTAL. 287
LETRILLA CANTABLE.
[ DE D» FRANCISCO A. DE FIQUE ROA * ]
LOS RECUERDOS.
Ausente de mi amada
Errante y perégrino,
Me tubo el cruél destino
Con bárbara crueldad*
La imagen me seguía
De mis pasadas glorias,
V las dulces memorias
De mi felicidad.
¡ Ai ! cuantas veces
Me recordaba,
Que aquí dejaba
Finezas mil :
En tanta ausencia
* Oriental.
28& EL PARNASO ORIENTAL*
Fatal desvelo
Fué mi consuelo
¡Gemir gemir!!
Mil veces suspirando
Dijo mi amor sencillo,
Quién fuera pajaritlo
Por volar ácia alfí:
Allí donde he gozado
Tan deliciosa calma
Donde ha aprendido el alma
A querer y sentir :
Aves y peces
Mi dicha vieron
Y en mi aprendieron
Lo que es amar :
Mas j ai ! que ahora
Triste y cuitado,
Solo me es dado
¡Llorar, llorar!!
Salud bosque sombrío,
Salud rio apacible,
Hoi vuelvo mas sensible
A tu grata mansión.
Con placer y con pena
EL BABNASO ORIENTAL*
Te contemplo y suspiro,
Y do quiera que miro
Palpita el corazón.
Tú murmurabas
Manso arroyuclo,
De mi desvelo,
Y fino ardor :
Los pajarillos
Verme solían,
Y repetían
¡Jmor, amor! !
En la apacible orilla
Con mano vacilante
El nombre de mi amante
Mil veces escribí :
Señalé en estos troncos
La memoria del día,
Que me dio el alma mia
El venturoso sí :
Estas señales
Ya se han deshecho
Solo en mi pecho
Podrán vivir:
Tan fiero golpe
Mucho me cuesta,
290 BL PARNASO ORIENTAL,
Solo me resta
¡Moríu morir!!
[ Se repite. ]
Tan fiero golpe
Mucho me cuesta
Solo me revio
¡Morir, morir!!
SEÑORES SUBSCRIPTORES
DE
MONTEVIDEO.
DE
NOMBRES. EJEMFLAMKS-
Exmo. Sr„ Presidente del Eétado 0. Carlos A naya. 6
A.
Señor D' Alejandro Chucarro 1
Andreá Manuel Duran 2
Amonio Diaz • 2
Agustín Murguiondo . 1
Antonio M. Guimaraenz + w 1
Antonio Pereira ^ 1
Antonio Pombo I
Agustín Castro 1
Augusto Posólo 2
Ambrosio Mitre 1
Alejo Villegas . • • ♦ ♦ 1
Adolfo Sostoa 1
Augusto Lásate . 1
Antonio Somellcra 1
Sefior D« Antonio T. Silva
Antonio T. Caravia •
Antonio Alba ,
Alonso P. Villa de Moros
Antonio Machado • ,
Antonio Rius.. •
Antonio Prieto ...«
Antonio Rejoi
Antonio Acuña*
Antonio Qrtiz
Antonio Puentes» * *•
Andrés Lamas >*
Antonio Sánchez . . . * - •
Ambrosio Velazco *
B.
Sefior i). Bartolomé Quinteros
Bartolomé Quiles •
Benito Acosta ,
Benito Larrayn «
Bartolomé Gailoso. . •* « . * •
Beltran Cadeillon ,
Benito Baena
c.
Señor D. Carlos G. Villa de Moros
Carlos Juanrcó ...»•».»»•
Carlos San Vicente • • • • •
Cristo val Beltran , •
Casimiro Piñeiro . » • „
Carlos Rovillard ,
Carlos Moratorio *
Carlos Legar « *
Casto Domínguez .(Padre) •
Cayetanq José Sturía » « % # .
Cosme Catta ••<•»«•,
Cirilo Barbatnf $
Sefior £>. (Jarlos Sotiil »
Calislo Acovedo 1
Cesano Villegas. * « 1
Cayetano Regaba, I
D.
Señora Da, Dolores Berbecet • %
Diego Noble, , 4 4
Doroteo García • 2
Da vi non Leland y Ca 1
i Mego Espinosa 1
Domingo Cabrejo 1
Dionisio A. del boto 1
Dup Parenluer «»,...«,»•••« 1
Diego Furriol ♦ , I
E.
Señor D. tiufemio Gadea. 1
Eulogio Pinazo •••• 1
Eusfcxpiio Coníreras < « 1
Kstamslado García de Zúñiga • . • < 1
-Elias Irueta 1
R
Señor D, Francisco Magariños 1
Florencio Várela 2
Francisco La viña (Padre) 2
Francisco A. La viña (Hijo) 2
Francisco Tico , .... 2
Fetipe Echague • 1
Francisco Martínez. . . > , 1
Fübio Mainez • 1
Francisco Cortinas „ . . . , 1
Francisco A. de Figueroa , 2
Francisco Taborda 1
8«ñor i). Francisco Martines t
Francisca Paredes 1
Francisco Rodríguez * 1
Francisca Romero • 1
Francisco Solano de Ant uña 2
Fermín Ordones 1
Florencio PiniIJa.. . .# 1
Francisco Reicsig 1
Francisco Aroucho * . . , 1
Francisco Silva ♦ 1
Francisco Muñoz Lhijo,] . » 1
Felipe Maturana .......... 1
Francisco Osorio.* . * 10
G.
Sefior D. Gabriel Pereira . « « • , , , 1
Gabriel Munílla 1
Gerardo Mora torio « • • 1
Gregorio Pérez « 1
Gaspar Reicsig * 1
Gervasio Herrera- • 1
C. -^o Parada ♦ I
Gr-egono Berdum . 1
H.
Señor D. H' Miam M, Lctm » 1
Hilario Ascasubi - • . • . 1
I.
Señor D- Ignacio Soria é < 1
Ignacio Echagüe * 2
Indalecio Larraya • • • • 1
ltdefonso Botana * • . . ♦ . 1
Isidoro Vivas*... 1
J.
Scfior D. José Rondeau * . É . * 1
Juan Andrés Gelh. [Padre] 1
Jooquin Campana, é 2
Julián Alvarez 2
Joaquín Sagra y Periz 2
José Alaria Platero 2
José E. Zas..,
José Maria Tiste ves
José Maria Roo
José Britos del Pino
Juan Benito Blanco
Joaquín Chopitea
Juan Zufrmtegui
Juan P. Vázquez „.
José María Reys
Julián S. de Agüero
José A. Anavitarte ,
José Payare» ,
Juan López ,
José Cermeño
José Pérez,- ♦ . ......
José Piñeru.
Juan Dominguez
José Ziapató
Juan Masana
Jua^Sevilote
Juan Nm
Juan Pineda
Juan Lloverás
Juan Andrés Gelli (hijo
Juan Isidro Diaz ,
José Contí ♦
José A. Pagóla
José Párente Riveiro
Juan A. González
José Antuña
José Félix Antuña
José Ignacio Uñarte y Echaguo
fiefior !)♦ Juan B García
José María Lavandera ♦ . , . . .
José Aotonio Languenhcim
José Tomas Arrúe
José Melendez
Juan Méndez Caldeira »
Juan Pedro González. ... .
Juan G. Sienra
Joaquín Requena «
Juan Gualverto García*^. . .
Juaquin Pereira «*
José Cabrejo * *
Juan Manuel de la Sota . . . . «
José Trapani
Jaime Illa [hijo]
Jacobo Várela
Juan Correa • • «•■
Cosme Calta
José Estevan Carovaca
Juan Pedro González Vallejo, •
José Tardaguila - » .
Juan Gouland
Juan Gregorio Corta ♦ .
Juan León de las Casas . . . . .
José María Manso , .
Julián Alvarez ♦ »«
José Pedro de Oliveira .... ♦
José £llauri
José Antonio Vianqui. «
Jorge Liñan • . . • .
José Julián MacíeJ
Jaime Hernández, del comercio de Libros
en Montevideo* »« ■
Joeé María Magariños
José A. Iturriaga
Juan B. Caparro, «....* . «
Juan Pedro Salvañac.
José Soleen a
Juan Pedro San Martin *
Juan José Duran .
José María González. *
Señar D. Juan Isidro Díaz I
José Alomo , # l
Juan Martínez 1
José Benito I ,amns ♦ 3
Jaime Estrasulas , . . . . 1
L.
Señor D. Leonardo Olivera 5
Luis Lamas , 1
Laureano Anaya ♦ 1
Luis G. Vatlejo 2
Luis Goddeffroy . . . , 1
Luis Ceferino de la Torre 2
Luis Piñeiro 1
Luis de la Robla 2
Luis Lerena . 1
Luis Baena, , 3
Lázaro Gadéa. , . . ♦ » , m 1
Luía B. Cavia , 1
Lorenzo Pérez « # . 1
León Pereda , I
Luie Ballestip „ L
Lázaro Luis de María ♦ 2
Luciano de Las Casas 1
M.
Señora Doña Mana Josefa de Olivera 5
Se&or D. Manuel Vidaí 1
Manuel Herrera y Obes 2
Manuel Morello 1
Manuel Freiré 1
Mr. Cexraquel 2
Martin Erevan 1
Melitori González 2
Manuel X, Gómez 1
Manuel Qradin 1
Miguel Valencia 1
Manuel Seneano I
Manuel Tejera .,♦«•!.... 1
20
Sróor D Manuel Figueroa
Manuel Méndez*
Marcelino Santurio.
Modesto A. Sánchez
Manuel Baa ,
Miguel Molina
Mariano Lavandera
Manuel Fernandez Luna
Miguel Solsona.
Miguel A. Berro
Miguel Rnd, ■
Manuel Pezzí
Manuel Me mies
Manuel B aillo
Manuel A. Crespo
Miguel Torteza
Manuel Díaz
Manuel Llamas
Matilde Duran
Manuel Cavia
Manuel G. de la Sienra
Manuel Villagran
Manuel N. Tapia
Manuel Argench
Manuel Correa. .
IV.
Señor D. Nemesio del Soto
Narciso D. Tenorio*
Nicanor Costa
Nicolás Calvo
Narciso Ferrcr
P.
Pedro Lenguas
Pedro José Otamendi
Pablo Delgado. . . -
Pedro Pablo Olave
Pedro Champang
Pantaleon Pérez,
Señor D. Pedro Nieto. . *
Paulino González Vallejo.
Pedro de Nava.
Pedro Villa de Mofee
Pedro Sometiera. • » .
Pedro Cacharavilla
Pablo Nin.
Pedro R. Diaz
Pablo Domeneche. .
Pascual Diaz
Pedro L atorre. . • .
Pedro Jourdan,. . , «
Pedro Vidal
Patío Goyena».^
Señor D. Román de A cha.»
Rosendo Velazco*
Ramón María Pélaez
Ramón J. Garcia. . . «
Rafael F. Echenique
Rafael Boacn
Rafael Méndez
Rafael Machado. » • ,
Ramón Artagaveitia
Remigio Navarro
a
Señor D. Santiago Vázquez
Scurr Hughes. . . .
Salvador Tort
Sebastian Zagarra
Santiago Cortes....
S. Oger
Santiago Estrazulas
T.
Scfíor D. Teodoro il> VUard*b6 2
Tomas Escudero. , 1
Toribio Tutzo i
Tomas Tésanos,. . 1
Teodoro Jacquet.. • • * « • . 1
Timoteo Ramos 1
v.
Señor D. Valentín Sam Martin I
Vicenta Aooata. « * • • 1
Vícasie Berro . * . * , 2
rícente Villa de Moros * • . • 1
Vicente Vázquez %
X.
S#ñor 0. X. Argericb 1
Z.
Señor D. Zenon García de Zúfiiga 1
SEÑORES SÜSBRIPTORES DE BUE-
NOS AIRES.
Señor D. Juan María Gutiérrez,
Esteran Echeverría. .<
. 1
. t
a N. Sires
Patcual Mendizabal . • ■
Victoriano Vila %
Agustín Méndez, * . ...
Manuel Eacuti ♦ .
Hermenegildo Riostra,
PIN DEL TOMO PRIMERO.